lunes 10 de junio de 2013
El fracaso de los países
…las teorías del desarrollo han sido incapaces de explicar las diferencias que existen entre la prosperidad de unas naciones y la miseria de otras
Dos prestigiosos economistas, Daron Acemoglu y James Robinson, han realizado una extensa revisión histórica de la experiencia de la humanidad en el camino hacia el desarrollo en su obra Por qué fracasan los países; los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza. Contribuyen al debate económico con una tesis que refuerza estudios anteriores; la diferencia está en las instituciones políticas y económicas que se van forjando en una sociedad.
Para Acemoglu y Robinson, las teorías del desarrollo han sido incapaces de explicar las diferencias que existen entre la prosperidad de unas naciones y la miseria de otras, entre la estabilidad institucional de las democracias avanzadas y la crónica inestabilidad. Van rebatiendo los argumentos que explicaban las diferencias de desarrollo por motivos geográficos, culturales y religiosos, o incluso por origen de colonización. Citan ejemplos de países que comparten una misma geografía, como México y Estados Unidos, o una misma cultura como Corea del Norte y Corea del Sur, o que fueron colonizados por la misma potencia, como Canadá y varios países africanos. Se obtienen resultados tan distintos en la búsqueda de la prosperidad.
La explicación se encuentra en los distintos incentivos que generan las instituciones políticas y económicas de una sociedad. Las instituciones económicas dan forma a los incentivos económicos para educarse, ahorrar, invertir, innovar y adoptar nuevas tecnologías; las instituciones políticas, a su vez, determinan a aquellas.
La diferencia se origina en el carácter extractivo o inclusivo de las instituciones políticas y económicas. Las extractivas están concebidas para extraer los recursos de la mayoría a fin de garantizar el poder político de un grupo reducido. Pueden lograr periodos de relativo crecimiento económico pero en el largo plazo se estancarán y declinarán. Las inclusivas, por el contrario, reparten el poder de forma pluralista y lo limitan a fin de evitar su uso discrecional, garantizando los derechos de propiedad y generando incentivos para el desarrollo económico, creando igualdad de oportunidades y fomentando la inversión en la capacidad de la gente y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Fuente: www.eldiarioexterior.com