El remedio inflacionario de la isla
En la isla no entienden que no es la cantidad de hojas de palmera que tiene la gente lo que da bienestar, sino la cantidad de bienes que pueden comprar con cada hoja de palmera
Estos isleños son unos desagradecidos insoportables, protestaba parlanchina reunida con su séquito de aplaudidores. Cuando llegamos a esta isla tenían unas chozas que se caían a pedazos, ahora siguen cayéndose a pedazos pero por lo menos tienen antenas satelitales para ver mis discursos. ¡No se conforman con nada!
Tendríamos que poner más internet en la isla para que la gente lea sus tuits, dijo Abalito. Son lo más. Deberíamos explorar la posibilidad que le otorguen el premio nobel a la literatura por el contenido de sus tuits. Ud. se lo merece. ¡Se lo ha ganado!
Gracias Abalito, le respondió parlanchina. Pero a veces pienso si no serán muy profundos los pensamientos que pongo en mis tuits que la gente no los entiende, porque a pesar de mis discursos y mis tuits vamos perdiendo las elecciones. ¿Qué más podemos hacer para convencerlos para que nos voten? Tengo los dedos mochos de tanto tuitear.
Podemos inaugurar la salita de primeros auxilios del norte de la isla, propuso Amado.
Pero esa ya la inauguramos 10 veces, dijo Me Bajaron la Palanca.
¿Y si anunciamos la construcción del camino que lleva a la playa del otro lado de la isla? sugirió Me Quiero Ir.
Ese ya lo anunciamos 25 veces. Es más, una vez lo inauguramos sin haberlo empezado, recordó Animal. De todas formas, podemos inaugurarlo de nuevo total la gente no se va a acordar.
No es mala idea Animal, pero la gente es tan materialista que quiere poder comprar más. No tiene los sueños épicos de nuestro proyecto de acumulación. Solo ve la cantidad de hojas de palmera que tienen en el bolsillo. Son tan desagradecidos que nos atacan por nuestras bóvedas en vez de agradecernos por las antenas satelitales para verme.
Imprimamos más hojas de palmera para que la gente pueda comprar más, sugirió Merche.
¿Te parece? le preguntó parlanchina.
No es que yo sea monetarista, se atajó Animal, pero seguro que ese náufrago neoliberal y monetarista va a salir con la cantinela que más hojas de palmera producen inflación y nos va a poner la gente en contra. Es un conspirador contra el modelo.
Yo me encargo de convencerlo que no es así, dijo Patilludo. El problema de la inflación es otro. A este ignorante le voy a dar cátedra.
Llamen al náufrago, ordenó parlanchina.
Llegado el náufrago lo invitaron a sentarse y Patilludo empezó a hablar con el dedito índice levantado, gesticulando y hablando de las virtudes de la emisión monetaria para reactivar la economía mientras Merche escuchaba como pintada en la reunión.
Patilludo le dijo al náufrago. Vea, ya sabemos que Ud. es un neoliberal que quiere el ajuste, pero nosotros no vamos a hacer el ajuste. Al contrario, vamos a expandir más el consumo emitiendo más hojas de palmera, de esa manera la gente va a comprar más, los comercios van a vender más y los productores aumentarán la fabricación. La actividad va a crecer.
¿Ud. me está diciendo que en este momento en que hay inflación y sectores de la economía que se están paralizando van a mandar más hojas de palmera al mercado para reactivar la economía? ¿Todavía no entendieron el problema monetario que tienen?
Los precios no suben por las hojas de palmera que emite Merche sino porque no hay inversión, replicó patilludo. Los empresarios de esta isla prefieren subir los precios en vez de invertir para producir más.
No entiendo, respondió el náufrago. Ayer parlanchina dijo que tenemos muchas inversiones. Se la pasa inaugurando plantas de producción y hasta dijo que estamos mejor que Australia y Canadá y ahora Ud. me dice que los productores de la isla, en vez de invertir y producir más, aumentan los precios. Me parece que tienen algún cortocircuito en su relato. Si el modelo es tan maravillo, ¿por qué las empresas se pelean para irse de la isla en vez de pelearse para venir?
Es que tenemos muchas inversiones pero no alcanzan para abastecer el gran crecimiento que logramos en la isla, dijo parlanchina.
Curiosa forma de razonar la suya, reflexionó el náufrago. Crecemos sin inversiones suficientes. Es una nueva teoría económica la suya.
Vea, por más que se burle, siguió Patilludo, vamos a inundar la isla de hojas de palmera para reactivar la economía.
Entonces nos vamos a pegar la piña del campeonato en materia inflacionaria, le contestó el náufrago. Evidentemente Uds. no entienden nada de moneda. Van a combinar más emisión con menos demanda de moneda y menos bienes.
¿Por qué dice eso? preguntó parlanchina.
¿Puedo usar el pizarrón? preguntó el náufrago.
Otra vez con sus cuadros y gráficos, protestó Animal.
Puede usarlo, respondió parlanchina.
Bueno les voy a dibujar un cuadrito a ver si lo entienden de una buena vez. Y dibujó el cuadro siguiente en el pizarrón.
Supongamos que hay 10.000 hojas de palmeras emitidas por Merche, caso 1 en el cuadro. Supongamos que la gente guarda 2.000 hojas por atesoramiento, es decir, por cualquier eventualidad tiene las hojas de palmera debajo del colchón, eso quiere decir que quedan solo 8.000 hojas de palmeras que circulan para hacer transacciones. Si en la isla se producen 800 unidades de bienes, dividiendo la cantidad de hojas de palmera que se usan para transacciones por la cantidad de bienes ofrecido tenemos un precio promedio de 10. ¿Me siguen?
Sí respondió de malhumor parlanchina. Y no se haga la Lilita diciendo me siguen.
Bueno, ahora supongamos que la gente, por cualquier circunstancia, aumenta la cantidad de hojas de palmera que quiere tener guardadas, atesoradas. Por ejemplo, cuando empezó la inflación en la isla la gente pensó que los aumentos de precios eran transitorios, así que guardó el dinero esperando a que bajaran los precios. Como los precios no bajaron, luego la gente empezó a sacarse de encima las hojas de palmera lo más rápido posible.
Pero volviendo al caso 2, sin que Merche quitara una sola hoja de palmera del mercado, los precios bajaron porque hubo menos dinero para transacciones esperando a que los precios bajaran, en este ejemplo 7000 hojas de palmera, que divididos por las 800 unidades de bienes daba un precio promedio de 8,75.
Pero Merche se empeñó en seguir emitiendo hojas de palmera y ahora, en el caso 3, tenemos que hay 11.000 hojas de palmera en circulación. Como la gente vio que los precios no bajaban disminuyó el atesoramiento de hojas de palmera, de 3000 a 2000 y quedaron 9.000 hojas de palmera para hacer transacciones. Si dividimos las 9.000 hojas de palmera por las 800 unidades de bienes ofrecidas el precio promedio subió a 11,25.
La gente se dio cuenta que con cada hoja de palmera podía comprar cada vez menos bienes, así que redujo nuevamente su atesoramiento a 1.000 hojas de palmera. Compro ahora porque mañana puedo comprar menos bienes con estas hojas de palmera. En el caso 4 quedan 10.000 hojas de palmera para transacciones contra los 800 bienes producidos en la isla. El precio promedio es de 12,5.
Y Merche siguió con su teoría que primero hay que consumir y luego producir así que siguió emitiendo hojas de palmera, la gente disminuyó el atesoramiento a 500 palmeras, caso 5, eso se llama huida del dinero, por lo tanto tenemos 11.000 hojas de palmera emitidas, 500 la gente las guarda por las dudas, con lo cual hay 10.500 hojas de palmera para hacer compras.
Pero en el medio vino Willy Dark y con sus barbaridades económicas redujo la oferta de bienes trabando la producción, cerrando la importación, prohibiendo y molestando a los que producen. Eso hizo que ahora no tengamos 800 bienes ofrecidos en el mercado sino que tenemos 700. Si dividimos las 10.500 hojas de palmera por los 700 bienes ofrecidos en el mercado, el precio promedio es de 15.
¿Por qué los precios aumentaron un 50%, pasando de 10 promedio a 15 si Merche solo emitió un 10% más de moneda?
Ud. solo se metió en el lío monetarista, dijo Patilludo triunfante y con el dedo índice en alto. Es lo que yo digo. Los empresarios de la isla suben los precios en vez de invertir para ofrecer más.
No sea bruto Patilludo, le contestó el náufrago. Lo que pasa es que los precios no suben a la misma tasa de emisión de palmeras que hace Merche. Si Merche emite 10% más de palmeras no necesariamente los precios van a subir el 10%. Pueden subir más porque la gente huye de las hojas de palmera, se las saca de encima antes que pierdan más valor. Si a esto le suma la menor cantidad de bienes que tenemos en la isla gracias a la ignorancia de Willy Dark, Ud. tiene la tormenta perfecta monetaria. Menos bienes, más hojas de palmera en circulación y menos atesoramiento de la gente, que es lo mismo que decir que disminuye la demanda de palmeras y aumenta la demanda de bienes que proteja a la gente de la inflación. Por lo tanto, los precios no suben solo por la cantidad de palmeras que emite Merche, también suben porque la gente no quiere tenerlas y porque hay menos bienes ofrecidos frente a una mayor cantidad de palmeras. Los precios suben más que la tasa de emisión de palmeras.
Mientras Willy Dark siga entorpeciendo la producción y cerrando la economía habrá menos bienes para producir. Si a esto le sumamos los ataques a la propiedad privada que hace parlanchina que espanta las inversiones y que los empresarios ni siquiera mantienen su stock de capital, cada vez va a haber menos bienes disponibles y más hojas de palmera. Y como las palmeras no se comen, Uds. están creando un caos económico y monetario fenomenal en esta isla.
Ud. lo que quiere es un típico ajuste monetarista, dijo Patilludo. La típica receta de bajar el gasto público para emitir menos y recargar el ajuste sobre los sectores de menores ingresos.
El ajuste lo hacen Uds. de la peor manera, respondió el náufrago, porque con la inflación hacen caer los salarios reales, se consume menos, se produce menos y hay menos puestos de trabajo. Además con los ataques a la propiedad privada también bajan los puestos de trabajo. Como encima cae el tipo de cambio real, las exportaciones se frenan y generan más desocupación. Están matando a la gente con menos salarios reales, más impuestos, menos puestos de trabajo y falta de bienes elementales porque Willy Dark no deja producir y cierra la economía. El bienestar económico de la gente no está en la cantidad de hojas de palmera que la gente dispone, sino en la cantidad de bienes y servicios que la gente puede comprar con las hojas de palmeras.
Nosotros no tenemos metas de inflación, dijo Merche, sino de crecimiento.
¿Y Ud. cree que con inflación se puede crecer? Con inflación nadie puede estimar si un proyecto de inversión es viable, respondió el náufrago, y por lo tanto no hay inversiones ni crecimiento. Razonan al revés.
Basta, dijo parlanchina, puede irse porque ya nos cansó con su discurso neoliberal, las recetas del Consenso de Washington y del FMI y las propuestas de los grupos concentrados.
Una vez que el náufrago se fue, parlanchina preguntó: ¿qué hacemos, seguimos adelante con la emisión de palmeras? ¿La gente va a protestar por la inflación?
Willy Dark se levantó y dijo: señora, Ud. siga con el relato de que no hay inflación y que estamos mejor que Australia y Canadá, que el problema de la inflación lo arreglo yo.
¿Qué vas a hacer Willy? ¿Vas a poner más controles de precios?
No, respondió Willy, voy meterle una fenomenal multa al náufrago y a todo aquél que en la isla diga que hay inflación.