El tapujo de impuestos impide lograr el cambio de cultura
El cambio cultural no es una mera frivolidad estética, sino un cambio de mentalidad, absolutamente necesario
En sus lacónicos discursos el presidente Macri insiste en que el cambio que propicia su gobierno es un cambio cultural. Con estas exiguas palabras, carentes de emociones afectivas, Mauricio Macri dice mucho.
El cambio cultural no es una mera frivolidad estética, sino un cambio de mentalidad, absolutamente necesario. Porque sin darnos cuenta, la clase dirigente ha perdido la capacidad intelectual de entender qué nos está pasando, cómo funciona la vida de la gente normal, donde están los problemas y cuáles son las soluciones a nuestras aflicciones. Los miembros de esa clase dirigente obran con listeza y astucia en sus intereses, pero tienen un enorme vacío de inteligencia. Carecen de una teoría eficaz para comprender la realidad económica; no saben coordinarse entre sí e improvisan para mostrarse como pragmáticos: son meros hombres de circunstancias, nunca de grandes proyectos. Por eso andamos a los tumbos.
NUESTROS COMPATRIOTAS.
En un número significativo de compatriotas es alarmante la caída del nivel de inteligencia. No saben pensar y no comprenden lo que leen. Se enardecen por cuestiones banales e inconsistentes. Se apasionan por las polémicas de TV, donde ninguno escucha al prójimo y cada cual quiere acallar al otro. La mente de esas personas se satura con imágenes vulgares y se adoctrina con eslóganes políticos de baja estofa, sin discernir. Cuando se descalifica a un adversario, sienten colmadas sus agresivas inclinaciones. A este importante número de compatriotas no les preocupa conocer la verdad, sino tan sólo imponer su precaria ideología. Sin ser mayoritarios suelen dar el tono a la sociedad y como son alborotadores y violentos, los funcionarios gobiernan para ellos no para las personas normales.
Por eso vivimos en un panorama decadente y nos apegamos a la rutina, que es la caricatura de la experiencia. En esta órbita giran los espíritus mediocres que resisten el cambio repitiendo que ¡es preferible lo malo conocido que lo bueno por conocer!
La impotencia para asimilar ideas correctas constriñe a la sociedad a aferrarse a la ideología populista que, desde hace 70 años, inficiona las leyes y la política. Hay una tenaz oposición a mínimos cambios como consecuencia del hábito nacional por renunciar a pensar: la mediocridad es más cómoda que el talento y la decadencia es más plácida que el esfuerzo del progreso.
NUESTROS DIRIGENTES.
Ellos son los responsables primarios de nuestras tribulaciones. Desde hace tiempo, se habla de La trahison des clercs es decir de la felonía de los líderes y dirigentes. Porque sustituyen el espíritu de servicio por el negociado y reemplazan la inteligencia por la viveza, particularmente en un alto número de líderes políticos, culturales, sindicales y empresarios.
Es muy probable que las convicciones de esos líderes estén contaminadas por su codicia personal. Por eso exhiben la fatal arrogancia de la confusión de ideas, debido a que la avidez de sus ambiciones pretende justificar planteos irracionales. El panorama de desorden mental en nuestros dirigentes provoca el caos social y en medio de la confusión de ideas surge el populismo vestido con ropajes misericordiosos. En sus denominaciones de centro-izquierda o centro-derecha, el modelo populista que se presenta como redentor de los humildes, engaña a las masas con la falsa promesa de dádivas y subsidios que pagarán los que menos tienen. En lugar de «ogro filantrópico» el Estado se transforma en «Leviatán depredador».
Lo terrible de este fraude social consiste en que las víctimas no se dan cuenta de que se les miente. Tienen la ilusión monetaria de que los benefician cuando en realidad están siendo esquilmados. Los mecanismos de este engaño están alojados en el sistema recaudatorio: impuestos, tributos, inflación, endeudamiento, cargas laborales, regulaciones y trabas a la iniciativa privada.
Ahora mismo, el actual modelo económico se basa en un despiste intelectual peligroso: (a) sostener un colosal gasto público para subsidiar a los pobres; (b) financiarlo con exorbitantes impuestos que pagan los mismos pobres; (c) cubrir parte del bache con emisión de falsa moneda; (d) saldar el impasse (déficit primario +secundario +financiero +cuasi fiscal) emitiendo deuda externa en dólares; (e) pagar los cupones (de amortización e intereses) colocando más deuda externa; (f) mantener bajo el tipo de cambio para anclar la inflación generada; (g) recomprar el exceso de moneda al tipo de interés que requiera el mercado; (h) tener balanza comercial negativa porque es imposible exportar lo suficiente para generar los dólares necesarios. Con gradualismo en cámara lenta, el modelo corre el riesgo de terminar chocando contra el témpano o con una inesperada explosión.
CÓMO SACUDIR LA SOMNOLENCIA.
Algunos pensadores extranjeros piensan sinceramente que Argentina necesita experimentar un colapso en serio para poder despertar de su modorra económica y social.
Otros estudiosos locales creen que sólo podremos mejorar en muchísimos años, con una educación de excelencia, que no sabemos organizar ni brindar.
Los libertarios sostienen que todo puede cambiar si la gente se diese cuenta que no podemos sostener un Estado elefantiásico colmado de parásitos vividores ya que todo lo que gasta el Gobierno sean salarios, subsidios, transferencias, obra pública, inversiones faraónicas o rapiña de los gobernantes, es riqueza arrebatada violentamente a quienes la han producido con su trabajo honesto y eficiente. Cuando se desalientan a los laboriosos, la miseria se hace cargo de todos.
Sin embargo, hay una salida: la solución de la verdad, que no requiere de ningún artilugio, sino simplemente de que cierto día podamos abrir los ojos y dejemos de ver las imágenes virtuales de un falso relato para conocer la realidad tal como es.
Así comenzaríamos a comportarnos de manera distinta, no toleraríamos el engaño ni las dilaciones de políticos estériles, legisladores morosos o jueces garantistas. El cambio sobrevendrá por obra de nuestras actitudes impulsadas por el cambio de mentalidad.
Se trata de liberarnos de la ilusión fiscal que nos convence de que pagamos pocos impuestos, de que hay mucha evasión, de que sólo se trata de cumplir las obligaciones tributarias, de imponer más impuestos al que más gane y de que la meta pobreza-cero requiere que el gasto público se mantenga en cifras astronómicas.
La solución para despertarnos de la somnolencia es similar al mito de la caverna de Platón, donde ciudadanos esclavos, sometidos a mirar el fondo de la pared, creían que las sombras eran las cosas reales, sin imaginar que la realidad era distinta. Así Platón explica que podemos captar la existencia de dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo inteligible (sólo alcanzable mediante la razón).
PARA INCITAR EL CAMBIO DE CULTURA, MACRI DEBE BARRER TAPUJOS.
No es complejo, pero requiere inteligencia y coraje. Consiste en obrar como el liberto que salió de la cueva de Platón donde estaba prisionero y pudo ver la realidad. El presidente Mauricio Macri debe actuar con celeridad disponiendo la máxima transparencia en todas las cargas fiscales, sociales, laborales, previsionales y aduaneras que afectan el bolsillo de las personas físicas. De este modo se darán cuenta de que soportan una feroz presión fiscal y podrán ver cuánto se les saca en forma incesante y sigilosa, sin advertirlo.
Ejemplos:
1°. Tapujo de facturas A y B para consumidor final. El presidente exigirá a la AFIP eliminar la distinción tramposa entre facturas clase A y clase B disponiendo de un solo documento para la venta de bienes o servicios y el cobro de servicios públicos en el que queden constancias bien claras de: la Carga del IVA 21%, Acumulación de Ingresos brutos 16%, Aranceles aduaneros 12 % y Tasas municipales de registro e inspección 4%, que totalizan 53 %.
2°. Tapujo del precio del combustible. También ordenará al ministro de Energía que en las estaciones de servicio se instalen dos cajas recaudadoras: una para cobrar el costo neto del combustible importado desde el mar del Norte 24%, y otra caja fiscal para el pago de impuestos desde el buque tanque o la destilería hasta el estacionero: impuesto al depósito y cheque, IVA, ITC impuesto a transferencia de combustibles, Acumulación de Ingresos brutos y Tasas municipales, que totalizan 76 %
3°. Tapujo del valor de los vehículos. Macri debiera disponer con claridad que el valor de los automóviles y otros vehículos para su matriculación deberá ser el costo de producción o de importación, neto de todos los impuestos que elevan el precio sumando una presión fiscal del 67% sobre el costo industrial.
4°. Tapujo de impuestos para dirigentes sindicales. Este es un campo decisivo para lograr la modernización del régimen de contratación laboral, dirigido a quienes no tienen trabajo. El presidente Macri dará imperativas órdenes al cuestionado ministro de Trabajo para que se acaben los tapujos de los impuestos privados que la AFIP cobra por cuenta y orden de Sindicatos, Obras sociales, Fondos compensatorios y Cajas Autónomas. De manera que todo trabajador pueda ver en su recibo de salario que los sueldos brutos están incrementados por impuestos y cargas que el empleador paga por cuenta y orden del asalariado (Jubilación + Fondo Nac. Desempleo + Obra social sindical + ART + Pami + Asignaciones familiares + Sindicato + Federación gremial + Seguro de vida + Seguro de sepelio) totalizando, entre aportes retenidos al trabajador y contribuciones patronales ocultas, el 67% del salario de bolsillo o el 52,5% del sueldo bruto computable. Así se transparentará un verdadero atraco a mano armada que impide el blanqueo de los trabajadores no registrados.
5°. Tapujo de honorarios en litigios o acuerdos judiciales . Para garantizar la transparencia en el devengamiento de honorarios y gastos judiciales en litigios de todo tipo, el presidente dará instrucciones precisas para que el ministro de Justicia establezca un régimen imperativo de cálculo de honorarios legales y gastos judiciales a fin de que todos los jueces puedan justificar que su liquidación y pago se relacionan con criterios razonables, vinculando la importancia y responsabilidad de la tarea profesional, el costo de la misma y el número de horas empleadas por los estudios intervinientes.
6°. Tapujo de comisiones y débitos bancarios. Frente a un inusitado y arbitrario entrometimiento en las cuentas bancarias de empresas y personas físicas, debitando estrafalarios gastos o comisiones y retenciones fiscales, Mauricio Macri dispondrá que el presidente del Banco Central obligue a todos los Bancos a requerir expresas autorizaciones por escrito a todo titular de cuentas sobre las cuales diversos organismos de recaudación o el mismo Banco pretendan imponer débitos por cualquier concepto, reconociendo que las cuentas bancarias son una propiedad privada que no puede ser invadida ni allanada sin consentimiento de su propietario.
Así toda persona, amiga u opositora del gobierno, advertiría la incidencia de los 96 impuestos que gravan la vida económica de los argentinos y que, por el mecanismo de traslación, recaen finalmente sólo sobre las personas físicas. Entonces nos daríamos cuenta del saqueo cotidiano a que nos somete el Estado elefantiásico y se produciría un estruendoso clamor popular para terminar con este sometimiento, admitiendo los cambios que haya que hacer para modernizar el país y recuperar la senda de la sensatez y la razonabilidad. De este modo, el presidente Mauricio Macri se convertiría en un nuevo Platón al permitir que los esclavos consigan sacarse las cadenas y ver la realidad tal como es y no como la relatan los impresentables que medran con la política.