En la vida hay que elegir: el Gobierno y el duro dilema de cuidar los dólares o bancar el modelo Nac&Pop
Boom de compra de autos, fuerte consumo de equipos electrónicos, récord de viajes al exterior, tarifas baratas que ayudan al presupuesto familiar. Todo es parte de un modelo económico que beneficia a distintos sectores. El problema es que el dinero para financiar la fiesta se agota
La agenda política no le da descanso alkirchnerismo: los resultados de las elecciones legislativas, el pronunciamiento de la Corte sobre la Ley de Medios y la salud de Cristina, fueron algunos de los eventos que han venido marcando el pulso de las últimas semanas.
Sin embargo, los temas más apremiantes en el plano económico continúan siendo los mismos, como la escasez de divisas, en un contexto de franco descenso de las reservas del Banco Central, el principal foco de conflicto para el Gobierno.
El contexto para el Ejecutivo no podría ser más desfavorable: en lo que va del año, la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont llevaperdidos más de u$s10.500 millones, una situación que no hace más que agregar tensión al ya deteriorado plano cambiario.
El economista Miguel Bein alertó que este ritmo de caída «evidentemente no se puede sostener», dado que el stock de reservas ya se ubica en unos magros u$s32.600 millones y hay un horizonte de dos por delante años para la administración K.
En este punto coincide Alfonso Prat Gay, economista y ex presidente del Banco Central, quien afirma que «es insostenible una caída de reservas como la actual».
El experto alerta que el panorama podría complicarse aun más, dado que mientras que este año, en concepto de importaciones de energía y pago de deuda «se irán u$s10.000 millones,para 2014 serán unos u$s20.000 millones».
Los «verdugos» de las reservas
Entre 2012 y 2013, cepo mediante, se llevan perdidos más de u$s14.000 millones en concepto de reservas.
Parte de la explicación está dada por el achicamiento del superávit comercial, el cual este año se encamina a lograr el nivel más bajo en toda la era K. Y los «verdugos» del saldo son tres sectores de la economía que no hacen más que restar dólares: energía, automotriz yelectrónica.
A estos rubros se suma un cuarto, que es el turismo, que está «pulverizando» la balanza de servicios.
Según un informe elaborado por Bein, estos cuatro sectores son responsables de generar undéficit de divisas conjunto de u$s34.000 millones. Puesto en perspectiva, esto implica unosu$s28.000 millones más que en 2010 (ver infografía).
«Mantener el status quo actual resulta inviable, sobre todo cuando las perspectivas del sector exportador no muestran que habrá un salto relevante para el próximo año», sentencia el economista.
Reservas o modelo «Nac&Pop»
En relación con este panorama adverso en materia de disponibilidad de divisas, el analista Tomás Bulat destaca que «el problema de la Argentina es que no entran dólares».
«Se necesitan divisas para importar energía, electrónica y repuestos de autos, entre otras cosas, para que la actividad económica funcione. Y si no entran billetes se debe recurrir inevitablemente a las reservas», agrega el experto.
Este «dilema», según Ramiro Castiñeira, analista de la consultora Econométrica, «impone un claro límite al crecimiento».
Según el experto, «si el Gobierno elige que el mercado interno crezca en base al consumo, esto rápidamente se traduciría en mayores importaciones, lo que achicaría el menguado saldo comercial y le pondría mayor presión a las arcas del Central y al tipo de cambio paralelo. Por eso, no hay manera de empujar la economía sin chocar rápidamente con la falta de dólares».
Es decir, si se busca preservar el ánimo consumista y el modelo «Nac&Pop«, esto inevitablemente deberá hacerse a costa de una fuerte sangría de divisas.
Por el contrario, si se buscan cuidar los billetes verdes, el Gobierno tendrá que tomar algunasmedidas que pueden generar malhumor en la clase media.
Castiñeira agrega que por cada punto de crecimiento la Argentina debe importar unos u$s2.500 millones extra.
Así, si la meta es que la economía del país se expanda 3%, se deberá contar con u$s7.500 millones más.
Sin embargo, con exportaciones amesetadas o en declive, «este crecimiento económico agotaría todo el superávit comercial».
El problema, advierte Castiñeira, «es que el Gobierno ya tiene comprometido de antemanotodo el saldo de 2014 para el pago de deuda pública (u$s5.500 millones) y el financiamiento al turismo».
Todo esto demuestra, según Castiñeira, «que la economía no tiene margen para crecer ni siquiera agotando el saldo comercial. Por eso, todo el repunte económico de 2014 será a expensas de menores reservas del Banco Central».
Eso explica por qué para el Gobierno resultará vital encontrar una solución a la escasez de divisas y evitar un mayor deterioro de las tenencias del BCRA.
¿Cómo resolver el problema del faltante de dólares?
Según el informe de Bein, es precisamente por este escenario de escasez acelerada la razón por la cual «el Gobierno está pensando en dos líneas de acción de cara a una transición de dos años, que se suman al intento de limitar el atraso cambiario vía aumentos del dólar más en línea con los salarios y la inflación».
La primera vía de acción apunta a abrir la cuenta de capital a través de mecanismos no convencionales que amortigüen los costos de la escasez.
En esta dirección entran: el acuerdo con el BID y el Banco Mundial para aumentar el fondeo a partir del compromiso de pagar los fallos pendientes con el CIADI, la extensión y maquillaje del «blanqueo» para que el BAADE consiga compradores y el «rediseño» de las estadísticas de precios.
A ello se le deben sumar los acuerdos con el FMI para destrabar el arreglo con el Club de Paríssin pagar al contado, la vía libre para que provincias y empresas empiecen a buscar algún fondeo en el exterior y los intentos por lograr más acuerdos para avanzar con la exploración delyacimiento de Vaca Muerta.
Paralelamente, Bein asegura que podrá haber «algún movimiento de la ANSES para colocar deuda vía la venta de bonos en dólares en el mercado secundario», tal como sucedió durante 2010 y la primera parte de 2011.
El alto costo de atacar al «dólar turista»
La segunda línea de acción del Gobierno, según Bein, apunta directamente a moderar algunos de los desequilibrios económicos, como la mencionada caída de reservas.
El problema para la administración K es que recortar importaciones en el sector automotriz implicará afectar al nivel de empleo y de actividad, dado que esta rama explica el 50% del crecimiento de la industria nacional.
En tanto, limitar el ingreso de componentes para la electrónica afectará de manera directa a unos 12.000 puestos de trabajo que hay en Tierra del Fuego y se traducirá en un menor nivel de consumo.
En el caso de la energía, la situación es más delicada: cerca de un 25% de la demanda internaestá abastecida con importaciones. Así las cosas, bajar el ritmo de compras al mundo, sin que aumente la producción doméstica, implicará ponerle un grillete a la economía.
Según Bein, «las fichas están puestas en el turismo y en los gastos con tarjetas en dólares».
Al respecto, destaca que «hay una discusión en el seno del Gobierno sobre los mecanismos paradisuadir la demanda y alentar la oferta».
Descartada por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, la posibilidad de incrementar el recargo del 20%, las dos opciones que hay bajo estudio son implementar cupos a los gastos realizados fuera del país o avanzar hacia un desdoblamiento del tipo de cambio, con un dólar turista más elevado, posiblemente cercano al bue.
Sin embargo, Bein alerta que toda medida que se tome tendrá un precio para el Gobierno:«Ninguno de estos mecanismos está exento de costos».
En este sentido, destaca que si bien un desdoblamiento formal tendría la ventaja de desalentar la demanda de divisas, el Ejecutivo «corre el riesgo no menor de que la reducción del déficit de divisas del turismo sea más que compensada por un desaliento a las exportaciones de otros sectores» por efecto de prácticas especulativas.
Según Bein, esto se debe a que habrá productores agrícolas o empresarios de distintos rubros de actividad que frenarán sus ventas al mundo «a la espera de acceder al dólar más alto para liquidar sus exportaciones».
El fantasma de los desequilibrios
Aldo Pignanelli, economista y ex presidente del BCRA, considera que «este modelo ajusta por inflación y por caída de reservas, cóctel que es muy explosivo».
«Este año la política monetaria es mucho más peligrosa que la del 2012″, ya que «tenemos una base monetaria que crece muy fuertemente para financiar al Tesoro, pero a costa de vender los dólares», sintetiza Pignanelli.
Para Bulat existen dos alternativas posibles para la Casa Rosada: calmar la actividad económica o seguir utilizando las reservas.
«El Gobierno está decidiendo a que siga en aumento la actividad, pero así mucho tiempo más no se podrá seguir aguantando ya que deberá seguir gastando los dólares del Banco Central hasta que no se pueda sostener más», completa el economista.
Así las cosas, para el experto serán las reservas las que determinen en qué medida la administración K podrá «patear el problema hacia adelante», considerando que «una situación de languidez de la economía como la actual puede seguir por varios meses pero difícilmente por dos años».
Fuente: www.iprofesional.com