¡…Es la inflación…Kristina!
‘Pero realmente, en cualquier lugar del mundo, cuando hay problemas económicos, cuando hay caída del consumo, ¿qué es lo primero que ves? ‘Sale’, ofertas, baja de precio. ¿Para qué? Para que no se caiga…Acá hicieron exactamente al revés: aumentaron todos los precios y quisieron cargarle al tema del impuesto a los autos importados…’
Es propio de la sofística encontrar para los problemas explicaciones falsamente claras y como decía Jacques Maritain, así los sofistas pasaban como racionalistas y sabios universales.
Por una cuestión de tiempo no podemos afirmar que Maritain se inspiró en Kristina, para describir a lo que llamó una “…actitud viciosa del espíritu…”, así describía a la sofística, pero pudo haberla intuido…
Lo cierto es que Kristina maneja con admirable desaprensión diversos conceptos sin importarle sus significados con el solo afán de confundir y convertir en verdades engañosas sus falsos razonamientos o premisas.
Es cierto que cuando hay caída del consumo aparecen ofertas, pero esa afirmación solo es válida en un escenario sin inflación y en la Argentina eso no ocurre por la sencilla razón que nuestro dinero pierde mensualmente un porcentaje importante de su valor que aun aceptando las mediciones del INDEC nos llevan a una inflación del 25% anual, aunque todos sabemos que el índice es incluso mayor que el que anuncia mes a mes un grupo de diputados en el congreso de la nación en base a seguimientos de precios hechos por estudios privados.
En otro párrafo Kristina dijo con referencia a la previsibilidad: “… Siempre se nos exige previsibilidad a los funcionarios o a las políticas de Estado, pero previsibles también tienen que ser los empresarios y las políticas privadas. Me parece que esto es algo que…es una previsión a dos puntas…”.
Otro sofisma, este de menor calidad que el anterior, ya que el sector privado solo puede ser previsible, cuando las políticas públicas son previsibles y en cierto modo hubo alguna previsibilidad durante el primer gobierno “K”, pero a partir de 2007 todo fue errático y el nivel de arbitrariedad fue impropio de un sistema republicano cuyo gobierno solo pensaba en “…ir por todo…” y así le está yendo.
En Chile, Uruguay, Colombia, Perú o Brasil por dar algunos ejemplos cercanos existen políticas públicas que se respetan aun cuando cambian los signos políticos y obviamente los sectores privados son previsibles y pujantes. En Argentina es imposible ser pujante porque de inmediato el gobierno, excluyo al estado, intenta aprovecharse de sus beneficios para poder mantener sus políticas clientelísticas en nombre de un excelso nacionalísimo o un progresismo nominal.
Para terminar con esta saga de sofismas Kristina se ufanó por los porcentajes nominales de incremento salarial que convienen las paritarias, sin decir que hay topes tácitos o pequeñas trampitas para hacer creer que se respetan esos topes, por ejemplo las sumas “no remunerativas” un oxímoron tolerado, mal llamada remuneración “negra”, que el estado homologa.
Decía Kristina “…Y, fundamentalmente, bueno, estas cuotas que es volver a las cuotas que estábamos antes y que es sobre el ingreso familiar y que va a permitir…Fíjense además, yo creo que faltó agregar algo Débora: vos está hablando que se volvió a las cuotas que teníamos en qué año, el año pasado. Sí, pero los sueldos de este año, después de las paritarias, son bastante mejores que las del año pasado”.
“Quiere decir, entonces, que va a haber mucha mayor capacidad porque, en realidad, no estamos volviendo a la misma cuota; si fuera la misma cuota, si el trabajador tuviera el mismo salario que el año pasado. Esto para los que hablan de algunas cosas y me parece que es bueno también tomar en cuenta…ver la fotografía completa…”
Es probable que Kristina no distinga el valor nominal del valor real, en ese supuesto estaría demostrando carencia de idoneidad técnica para ejercer un cargo público, diríamos que se equivocó como cuando formó un equipo de futbol con once jugadores más el arquero.
Sin embargo lejos de incurrir en error, fue otro sofisma envolviendo un porcentaje nominalmente cierto pero realmente falso, ya que es evidente que incrementos salariales del 25% promedio han quedado superados por la inflación, de donde hasta se podría decir, sumando la incidencia fiscal que en términos reales el salario ha disminuido. No hablemos del 10% concedido a los jubilados en marzo pasado, un verdadero insulto a la dignidad de la tercera edad.
Ya estamos en recesión, con alta inflación con el temor al desempleo y Kristina cree que por ofrecer una tasa de interés negativa, que sumará un nuevo déficit se revitalizará la venta de automóviles, hecho que aunque ocurra será negativo ya que demandará mayor gasto público y ocasionará mayor inflación.
Por eso Kristina la enfermedad es la inflación y la provoca y la contagia tu gobierno….y para combatir esa enfermedad no basta con ser un buen arquero hay que tener idoneidad y dejar la sofistica de lado, pero….está en tu naturaleza…y con ella no se puede…