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jueves 21 de enero de 2010

Escandaloso dibujo fiscal

La costumbre kirchnerista de tergiversar la información ha llegado a niveles alarmantes: el anuncio de que el 2009 terminó con superávit fiscal no puede más que causar estupor si se miran los datos con cuidado.

El martes pasado la presidente Cristina Fernández de Kirchner, en uno de sus típicos discursos, sostuvo que el sector público había terminado el año con un superávit fiscal de $ 17.272 millones, superando la meta que se había presentado en el presupuesto. Por otro lado, el ministro de Economía, Amado Boudou, aprovechó la oportunidad para tirarle flores a la presidenta diciendo que había sido previsora y que el aumento del gasto público había generado un círculo virtuoso.

Ya es costumbre que la presidenta tergiverse los datos con una facilidad impresionante. Por ejemplo, cuando habla de superávit récord de balanza comercial (exportaciones – importaciones) nunca aclara que el mayor superávit de comercio exterior se debe a la fenomenal caída de las importaciones producto de la recesión interna.

Ahora bien, volviendo a los datos fiscales, en diciembre el gobierno superó todos los récords en materia de dibujo de los números fiscales. Publicada la planilla de Excel en el sitio del ministerio de Economía de los datos de diciembre puede verse que, luego del pago de los intereses de la deuda, el déficit fiscal fue de $ 2.890 millones. Pero este no es el dato relevante. El dato relevante es que en el rubro ingresos corrientes, donde siempre el mayor peso lo dan los ingresos impositivos (IVA, ganancias, etc.), muestra una cifra escandalosamente alta. Para que el lector tenga una idea, el rubro otros ingresos corrientes, normalmente ronda los $ 1.000 millones mensuales, pero en el mes de diciembre llegaron a $ 14.171 millones. ¿Cuántos fueron los ingresos impositivos en diciembre luego de coparticipar a las provincias? Sumaron $ 14.864 millones. Es decir, el rubro otros, que suele estar integrado, por ejemplo por las tasas de justicia, fue casi igual al total de los ingresos impositivos.

¿De dónde salieron esos ingresos corrientes? Si bien no hay una explicación oficial, de la planilla oficial se puede advertir que unos $ 5.500 millones deben provenir de los DEG que le otorgó el FMI a la Argentina. Si uno mira la planilla del BCRA puede ver que esos DEG desparecen de su contabilidad en diciembre y como contrapartida hay un fuerte aumento de la expansión monetaria. Por otro lado, en la planilla Excel del Ministerio de Economía, aparecen como ingresos corrientes $ 7.755 millones provenientes del Sistema de Seguridad Social.

Puesto en otros términos, por lo menos hay unos $ 13.255 millones que computan como ingresos corrientes ingresos que no son corrientes, es decir se los computa como si fueran iguales a los ingresos por IVA, Ganancias, impuesto al cheque. Los DEG fueron un ingreso excepcional que tuvo el gobierno por la ampliación que hizo el FMI y las rentas del Sistema de Previsión Social en todo caso son rentas que deberían financiar jubilaciones futuras. Y vaya uno a saber si esas utilidades que computan fueron realizadas o simplemente devengadas y computadas como reales.

En definitiva, en el mes de diciembre, si no se computaran estos ingresos extraordinarios como corrientes, el déficit fiscal hubiese llegado a los $ 16.000 millones, con un gasto público que se disparó un 36%.

Lo grosero, lo escandaloso, es que en diciembre los ingresos extraordinarios casi igualaron a los ingresos impositivos. Es como si mis ingresos mensuales no me alcanzaran para pagar mis gastos del mes y computara en mi contabilidad como ingresos corrientes la venta del auto o el endeudamiento de la tarjeta de crédito para financiar los gastos del mes. En definitiva, es como si yo asumiera que todos los meses puedo vender un auto para hacerme de los recursos que me falta o que la tarjeta de crédito me va a aumentar el monto del financiamiento sin límite alguno.

Al ver estos datos, el apuro por aprobar el Fondo del Bicentenario y lo nerviosa que se observa a Cristina Fernández, es fácil concluir que la situación fiscal es mucho más delicada de lo que todos suponemos y que el desastre que puede llegar a hacer este gobierno con el gasto, las reservas y la inflación puede tener niveles imprevisibles durante el 2010. © www.economiaparatodos.com.ar

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