En el mundo global la inversión es al desarrollo lo que el agua a las plantas. La Inversión Extranjera Directa (IED) es el monto de dinero invertido en un determinado país por personas o empresas extranjeras. Lo que diferencia a la IED de otras formas de inversión es que permite a países sin capacidad de ahorro invertir ahorros ajenos para financiar su desarrollo.

Hace ya tiempo que en América del Sur la IED cae año tras año. Razones hay muchas, remedios hay pocos y diagnósticos errados sobran. Sin inversión no hay forma de elevar el nivel de vida la población. Si no se invierte, no se produce, si no se produce, no se consume, y si no se consume, se perece.

América del Sur necesita de la IED porque no tiene tasas de ahorro suficientes para financiar su desarrollo. Quien ahuyenta la IED está fomentando la pobreza y marginalidad. Los que dicen que la región no crece por la intervención imperialista, mienten. La plata que no viene es también de los argentinos que han debido ahorrar en el extranjero para escapar a la voracidad estatista.

A continuación verán cómo la ola socialista que reina en la región ha reducido la IED en cuatro años de 70 a 21 mil millones de dólares anuales. Un verdadero logro sudamericano. © www.economiaparatodos.com.ar

Fuente: United Nations Conference on Trade and Development

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