Estrepitosa caída de reservas en junio
En la última semana de junio el BCRA perdió reservas por U$S 1.142 millones y en todo el mes U$S 1.395 millones
Panorama argentino
En el mismo día que debutará el Cedin, el certificado que permitirá blanquear dólares no declarados en el país, las reservas del BCRA muestran una fuerte caída ocurrida en la última semana de junio de nada más y nada menos que de USD 1.142 millones, habiendo perdido en el mes unos USD 1.395 millones y en lo que va del año USD 6.134 millones. Y ello se debió a la cancelación de diversas deudas, entre otras, unos USD 3.000 millones de un préstamo que otorgara oportunamente a la Argentina el Banco de Francia, que se habría negado a prorrogar, y vencimientos del bono Discount. Con relación al Cedin, el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, afirmó el viernes pasado que los que se usen para comprar inmuebles podrán ser canjeados por dólares en efectivo 48 horas después de la firma de las escrituras. Y en otra semana muy complicada, en la que casi no funcionó el mercado paralelo por orden de Guillermo Moreno, el Gobierno aumentó las presiones para resguardar un saldo favorable en la balanza comercial, poniendo toda clase trabas para el pago de importaciones, incluso en algunos casos no dejando liquidar las que ya habían sido autorizadas. Además, el mismo Moreno y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, reforzaron en los últimos días la presión a diversos empresarios para que ingresen los dólares que tendrían fuera del sistema, a fin de que puedan ser utilizados para inversiones en el mercado local y compensar, en parte, la brusca caída de reservas que sufre el Banco Central. Por su parte, la Cámara de Importadores (CIRA) dijo que nunca, desde la instauración de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI), las autoridades demoraron tanto para expedirse al respecto. «Hay permisos que no salen desde enero«, denunció el gerente de esa entidad, Miguel Ponce, que alertó que las más afectadas por las trabas «son básicamente las pequeñas y medianas empresas proveedoras de la industria nacional, muchas de las cuales están teniendo problemas por esta escasez de insumos«. Asimismo, las empresas argentinas, aún las más sólidas y dinámicas, no pueden acceder a créditos externos en condiciones favorables. La razón, según los analistas, es que la calificación crediticia de las empresas está ligada a la del país donde están asentadas y, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de los países de la región, la deuda soberana de la Argentina está en el nivel de «grado especulativo«. La semana pasada, en el MULC argentino, los bancos operaron entre sí un volumen total de USD 1.334 millones, también con un bajo promedio diario de USD 267 millones, y el Banco Nación fijó su cierre vendedor de transferencia en $ 5,3880, resultando este ajuste a la baja de nuestro peso del 0,7% en la semana, el más alto del año. Así, en junio la devaluación de nuestra moneda frente al dólar se elevó un 2% (23,9% TNA) y 9,6% (19,3% TNA) en lo que va del año. Tras sus intervenciones diarias el BCRA logró quedarse con un resultado positivo de unos USD 120 millones, habiendo comprado en el mes unos USD 655 millones. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar cotizaba a un año de plazo a $ 8,0988 (50%).
Panorama internacional
A principios de junio el euro reafirmó su carrera alcista contra el dólar, desde 1,3030 hasta marcar un máximo de 1,3390 el pasado martes 18, empujado por la creciente expectativa de una finalización anticipada del programa de compras de bonos por parte de la Fed. Y a ello se agregó luego el optimismo demostrado por los más altos funcionarios de los bancos centrales, lo que produjo un cambio de sentimiento que alentó una subida del apetito por el riesgo que favoreció a los activos con mayor rentabilidad, especialmente de los países emergentes. Pero la calma en los mercados financieros finalmente volvió cuando el miércoles se supo que el crecimiento de los Estados Unidos en el primer trimestre no resultó tan fuerte como se esperaba, con un PIB que se revisó a la baja a 1,8% desde 2,4%. En los últimos días, los mercados emergentes se han recuperado, los rendimientos de las notas a 10 años del Tesoro retrocedieron y el abrupto aumento registrado en los costos de financiamiento de los países deudores de la eurozona ha comenzado a revertirse. Pero también es probable que los temores vuelvan a aparecer rápidamente cuando los datos sobre la economía estadounidense vuelvan a superar las expectativas y regrese la posibilidad de que la Fed adelante el fin de su plan de estímulos, en momentos en que, a punto de terminar el segundo trimestre, la mayoría de los datos apuntan a que la recuperación de los Estados Unidos está bien encaminada, razón por la que los inversionistas podrían volver a preocuparse. Mientras, el panorama general para las monedas de mercados emergentes se ha tornado decididamente más complicado, sobre todo porque sus activos han declinado 3,5% en lo que va de este trimestre. Por eso, ahora muchos analistas del sector bancario han comenzado a rebajar sus proyecciones para estas divisas. Consecuentemente, las especulaciones sobre la limitación de la compra de activos de la Fed seguirá siendo una importante fuente de volatilidad en los mercados de divisas. Al respecto, el viernes pasado el gobernador de la Fed, Jeremy Stein, sorprendió a todos cuando sugirió que posiblemente sea septiembre la fecha de inicio del freno en las compras millonarias de deuda, invitando en su mensaje a analistas e inversores a no poner demasiado énfasis en las cifras de empleo. Según los analistas técnicos el euro muestra soportes en 1,3020 y 1,2987 y resistencias en 1,3077 y 1,3110. Al cierre en New York el euro cotizaba a USD 1,3010
Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/