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jueves 16 de septiembre de 2004

Incertidumbre económica: freno para el gasto privado

La incertidumbre económica explica el comportamiento vacilante del gasto privado y limita la eficacia de las políticas gubernamentales de expansión de la demanda, vía incremento del gasto público y aumentos salariales. En este contexto, se ubican la negociación con los acreedores externos y el impasse en el que ha ingresado la relación de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La incertidumbre sobre el presente y el futuro económico de la Argentina es uno de los factores tenido en cuenta por el consumidor a la hora de tomar decisiones. Ello explica el comportamiento vacilante del gasto privado y limita la eficacia de las políticas gubernamentales de expansión de la demanda, vía incremento del gasto público y aumentos salariales, resume el más reciente Informe elaborado por el Departamento de Investigaciones del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), correspondiente al mes de septiembre.

Según el mismo informe, “la política de aumentos salariales pretende incentivar el gasto privado, aunque no esta claro que este objetivo se concrete en un contexto de caída en la confianza del consumidor.”

Dicha política puede “tener efectos negativos en términos de desalentar la contratación de nuevos trabajadores, incrementar los costos laborales (presionando sobre la competitividad) y crear incipientes presiones inflacionarias”.

El Informe del IAEF plantea que los aumentos salariales de este tipo no necesariamente se vuelcan al gasto, particularmente en un marco de baja inflación: “más útil sería reducir la incertidumbre que aqueja al consumidor y que lo vuelve cauteloso a la hora de gastar. De esto se trata, en última instancia, la caída de la confianza del consumidor”.

En este contexto, la Argentina atraviesa un período de transición con volatilidad en las expectativas, que debería concluir con la aceptación de la oferta argentina por parte de los acreedores externos y encausar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Hasta alcanzar el acuerdo con los acreedores, la estrategia de “cebar la demanda”, se va a anclar, en los próximos meses, en el margen que de la caja fiscal antes que en un acuerdo con el FMI que impulse un programa a largo plazo.

Mientras tanto, será necesario monitorear los índices de confianza en los diferentes mercados, la paridad de los bonos locales, el proceso de salida de capitales, el comportamiento de los depósitos, los indicadores de confianza del consumidor y la tendencia de la demanda.

La estrategia de anclaje pierde consistencia en la medida que el gasto crezca o hechos externos reduzcan los ingresos fiscales; posterga las soluciones de cuestiones estratégicas desde una perspectiva de mediano plazo y presupone riesgos de agotamiento del horizonte económico que aumentarán con el correr de los meses.

En síntesis, la administración del día a día, deberá tener en cuenta un plan integral a mediano plazo, para no afectar la cantidad y calidad de la inversión y las perspectivas de crecimiento económico y de generación de empleo. © www.economiaparatodos.com.ar

 
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