Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Scroll to top

Top

viernes 6 de julio de 2012

INFLACIÓN: la madre de todas las batallas

Existe un consenso generalizado –salvo en el Gobierno– sobre los problemas que acarrea la inflación en los pilares del modelo productivista. En efecto, erosiona el tipo de cambio real, los salarios, la inversión y ahora ha planteado la necesidad de actualizar el mínimo imponible del Impuesto a las Ganancias.Si nos remitimos al Indec, observamos algunos indicadores que ya comienzan a manifestar el estado general de la macroeconomía. En el sector externo, se ha producido un retraimiento del volumen del comercio internacional, tanto en lo que respecta a las exportaciones como a las importaciones. Nadie desconoce el marco en el que se desenvuelve el mundo del comercio, con indicadores recesivos en Europa, una leve recuperación de los EE.UU. y una tasa menor de crecimiento en China y, en el entorno regional, en Brasil. A pesar de ello, la intervención del mercado cambiario ha complicado la actividad de aquellas empresas que generan bienes y que demandan productos importados y aquellos que necesitan vender al exterior y que se han visto perjudicados con el acortamiento de los plazos de liquidación de las divisas. Precisamente en este punto, el Gobierno lentamente ha comenzado a virar su postura para varios sectores de actividad.

Otro indicador refleja que la actividad industrial de mayo de 2012 muestra caídas del 4,5% en términos desestacionalizados, y del 4,6% en la medición con estacionalidad con respecto a mayo de 2011. Hacia el interior de la industria, se destaca el sector automotriz como el más perjudicado, con una retracción del 10% en la medición acumulada respecto al mismo período del año anterior. Un sector claramente dinamizante para la economía es el de la construcción. De acuerdo con los datos del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), en el mes de abril el índice exhibe bajas con respecto al mes de marzo pasado del 11,2% en la serie con estacionalidad y del 5,9% comparado con el mismo mes del año anterior. Durante el cuarto mes del año, el índice presentó variaciones negativas del 3,8% en términos desestacionalizados y del 7,6% en la serie con estacionalidad. Aquí también, claramente, la intervención del mercado cambiario, junto a un sendero de crecimiento persistente en el nivel de precios, conspira decididamente en la recuperación del sector y agrega más empuje al descenso global en el nivel de actividad económica. El mercado inmobiliario también ingresó en un cono de sombras a partir del cepo cambiario. La búsqueda de un mercado pesificado agrega mayor incertidumbre como resultado de una contracción de la oferta que no quiere perder un bien que siempre fue reserva de valor por ser comercializado en moneda dura.

De igual modo, si observamos el comportamiento de la actividad de los supermercados, las ventas a precios corrientes comprendidas en la encuesta sumaron $ 8.160 millones, lo cual representa una suba del 25,1%, respecto al mismo mes del año anterior. Si consideramos un crecimiento en el nivel de precios similar, podríamos afirmar que el consumo en supermercado en moneda constante se mantiene como mínimo amesetado.

Bajo este escenario, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de abril muestra una variación de 0,6% con relación al mismo período del año anterior. El indicador desestacionalizado del mes de abril con respecto a marzo de este año arroja una variación de -1,3% El Estimador Mensual de Actividad Económica acumulado del año respecto de igual período anterior muestra una variación de 4%. Este escenario descripto tiene su correlato en la situación fiscal, que también se encuentra en una posición delicada y que afecta no sólo al Estado Nacional sino también al conjunto de estados provinciales, que tiene dificultades para el pago de sueldos y aguinaldos. La última información disponible indica que, a pesar de la reducción de los gastos de capital, el resultado de las cuentas públicas cayó de $1.900 millones en mayo de 2011 a sólo $110 millones el mismo mes del presente año. En consecuencia, en el acumulado de los primeros cinco meses del año el déficit alcanzó a $6.867 millones.

El segundo semestre

Próximos a comenzar la segunda parte del año, el Gobierno ha tomado nota de la situación, y ha recurrido a una receta que en algún momento le dio resultado y que es la expansión de la demanda.

Aquí se inscribe el plan de construcción de viviendas, de reciente impulso, como así también la línea de créditos para jubilados que anunció el Anses. Los interrogantes se centran en si estas medidas son suficientes y si los plazos de ejecución alcanzan como para evitar que la economía ingrese en recesión. Según las distintas mediciones efectuadas por diversas consultoras, el aporte del proyecto PROCREAR al PIB rondaría un rango de entre el 1% y 2%.

Lo que es más difícil de evaluar es el aporte a la baja del PIB que variados sectores producirán en la medida en que se acentúen las dificultades ya descriptas.

A manera de síntesis, el problema inflacionario continúa debilitando la macroeconomía y cada vez son menores los grados de libertad que tiene la economía como para poder hacer un giro que revierta la tendencia actual. La coyuntura indica que de continuar por la misma senda, la economía marcha inexorablemente hacia un estadio recesivo e inflacionario, que tarde o temprano impactará en el nivel de empleo. Finalmente, mientras la actual administración estima que la reducción de los precios es un problema únicamente explicado por la puja distributiva y la concentración de los mercados, poco se hace en tal sentido. La inversión disminuye a pasos agigantados y no se amplía la oferta, en tanto que la demanda continúa siendo fogoneada con proyectos cuasi faraónicos que incluso alertan acerca del desconcierto de la política oficial.

Fuente: El Economista.com.ar