No es ningún secreto que la esposa del presidente Kirchner es candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires. Su candidatura es legal por dos razones: ella es natural de la provincia en cuestión y además va a tener para octubre de 2005 más de dos años de residencia inmediata en el lugar. Su candidatura es muy prometedora ya que tiene el apoyo del gobierno nacional (marido de por medio), como también del aparato peronista bonaerense. Pareciera que Cristina tiene todo a favor. Buena imagen, poder, marido con poder, recursos y aparato.

Muchos bonaerenses piensan que Cristina es la persona ideal para que los represente. Sin embargo, casi ninguno de ellos conoce la labor legislativa de la mujer del presidente. Cristina es senadora desde diciembre de 2001 y lo fue anteriormente entre 1995 y 1997. A diferencia de casi todos sus colegas, Cristina se caracteriza por presentar pocos proyectos de ley. Presentar proyectos es la labor básica y primordial de un legislador. Los legisladores legislan para solucionar los problemas de la gente. Si no legislan, los problemas no se solucionan. Nuestro país está hasta el cuello con problemas. Ergo, los senadores deberían presentar la mayor cantidad posible de cualitativamente ricos proyectos.

Como es imposible juzgar el contenido de cada proyecto presentado por los 72 senadores, me dediqué a contabilizar la cantidad. Descubrí algo muy llamativo. En todo el año 2004, la senadora Kirchner presentó solamente 8 proyectos de ley. El promedio de proyectos por senador para el año 2004 fue de 120. La senadora Curletti (UCR-Chaco) fue la que más “ganchos\» puso en proyectos. Curletti firmó 518 de ellos. Once senadores presentaron individualmente más de 200 proyectos. Otros veinticinco presentaron entre 100 y 200 proyectos. Veintitrés senadores presentaron entre 50 y 100 proyectos. Sólo trece senadores presentaron menos de 50. El peor de todos ellos fue Cristina, que sólo presentó 8. El Senador Miranda (PJ-Tucumán) la sigue muy de cerca con 10 y luego Terragno (UCR-Capital) con 21.

Fuente: Senado de la Nación
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La labor legislativa de la Senadora Kirchner viene decayendo desde que su marido migró del sur a la Rosada. En los años 1996, 1997 y 2002 presentó más de 30 proyectos. Desde que Néstor está sentado en el famoso “sillón rivadaviano”, Cristina parece haber olvidado que es senadora y que debe legislar. En el año 2003 presentó 20 proyectos. En el 2004, como dijimos, solamente 8.

Fuente: Senado de la Nación
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En términos numéricos la labor de Cristina Fernández es alarmante. Pero no debemos anticiparnos en el juicio. Podría ser que los ocho proyectos que presentó sean la receta para la salvación nacional.

Estos son los proyectos:

• Proyecto de resolución facultando al Presidente del Senado para designar integrantes de la Comisión Bicameral de Seguimiento y Coordinación para la confección del Digesto Jurídico Argentino.
• Proyecto de declaración expresando reconocimiento al pueblo venezolano por su participación en el referéndum del 15 de agosto.
• Proyecto de ley prorrogando por el término de tres años la delegación legislativa y otras cuestiones conexas.
• Proyecto de comunicación solicitando se emita por Canal 7 las alternativas del III Congreso Internacional de la Lengua.
• Proyecto de declaración declarando de interés la obra del Dr. Bernardo Kliksberg.
• Proyecto de ley sobre reglamentación del Per Saltum. • Proyecto de ley de implementación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
• Proyecto de ley modificando el artículo 19 de la Ley 24.946 (Ministerio Público) acerca del Tribunal de Enjuiciamiento.

Cualquier persona en su sano juicio le pediría a la senadora que trabaje un poco más por Santa Cruz y un poquito más por la Patria. Como bonaerense, me preocupa la posibilidad de que vaya a tener una representante con estos antecedentes.

Está claro cuál es el costo democrático que los ciudadanos de Santa Cruz han pagado por los viajes de Cristina. Mientras ella se pasea por Calafate, Nueva York, Praga y Beijing, su oficina en el Honorable Senado de la Nación permanece vacía. Debemos estar agradecidos de que al menos no mandó a sus asesores a que hagan las cosas por ella. Pobre senadora, no podemos negarle que da un poco de fiaKa sentarse a trabajar después de tanto viaje y tanta campaña. © www.economiaparatodos.com.ar



Francisco do Pico es licenciado en Ciencia Política.