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jueves 30 de noviembre de 2006

La izquierdista Telesur enfrenta a los uruguayos

La emisora televisiva financiada por Cuba, Venezuela, Argentina y Uruguay no es avalada por todos los uruguayos y son varios los que critican los fines propagandísticos de sus contenidos.

En Uruguay, las concesiones políticas del centro a la izquierda no son frecuentes. Ni son gratis. En rigor, son mucho menores que en la Argentina. Lo que es lo mismo que decir que la oposición oriental es mucho más activa, notoria –y consecuente– que la nuestra. La actitud de la oposición oriental también sugiere que hay mucha menos intimidación, demonizaciones y amenazas allí que aquí.

Una muestra de esto es lo que sucede con el impacto de la actividad televisiva de Telesur, la emisora radicalizada conformada por varios estados de la región que tienen gobiernos que militan en la extrema izquierda (Cuba, Venezuela, Argentina y Uruguay) que transmite desde Caracas.

Para la oposición oriental está meridianamente claro que Telesur trabaja y opera con fines que no son “neutros” sino netamente propagandísticos, o sea para “lavar las cabezas” de sus televidentes.

El talentoso ex presidente Uruguayo, Julio María Sanguinetti, aseguró recientemente que no es bueno para su país “presentarse ante el mundo” siendo parte de una señal televisiva integrada por Cuba, Venezuela y Argentina. Tiene razón.

Para los argentinos, la cosa es mucho peor. Y va mucho más allá de Telesur. A medida que transcurre el tiempo, la cercanía de Néstor Kirchner con los dictadores de Cuba y Venezuela aparece más evidente. Es como si el ex gobernador de Santa Cruz hubiera decidido sacarse lentamente una careta y transformarse en “junior partner” de los dictadores.

Primero vino la grosera e innecesaria insolencia evidenciada en la cumbre regional de Mar del Plata por quien a la sazón oficiaba de “dueño de casa”, que tomó de sorpresa y llenó de asombro a muchos de sus incautos huéspedes, incluyendo al propio presidente de los Estados Unidos.

Enseguida, los desplantes presidenciales en la Cumbre de Viena, entre los países de la región y la Unión Europea.

Luego, el extemporáneo y costoso endoso explícito del presidente argentino a los líderes de Bolivia y Venezuela con motivo del viaje a España, cuando nadie le había pedido opinión alguna al respecto.

Y, ahora, los resultados de la reunión del MERCOSUR, en Córdoba, con la presencia de la “pesada” de la izquierda regional, esto es de Fidel Castro, Evo Morales, y Hugo Chávez.

Nuestra administración tuvo una oportunidad de oro que, a la luz de lo sucedido y del estilo de nuestro Presidente, fue aprovechada para profundizar el giro argentino en dirección a la divisa roja. La misma que viste habitualmente Hugo Chávez. Y la usó como podía esperarse, politizando al MERCOSUR, que ha extraviado su esencia. © www.economiaparatodos.com.ar

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