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martes 25 de junio de 2019

La noche en que naufragó un acuerdo liberal

La noche en que naufragó un acuerdo liberal

Como me cansé de que me insulten y digan que no hice nada por armar una alternativa liberal voy a contar solo una parte de lo vivido en los últimos nueve meses

De todo lo que voy a contar pueden dar fe Irma Arguello, Carlos Onteiro y otros que trabajaron codo a codo conmigo viendo si podíamos hacer algo y participaron en la comida que voy a contar, en la que Nazareno pateó todo acuerdo.

En octubre del año pasado, ante las vueltas que se estaban dando para presentar candidatos liberales, propuse hacer una cena donde cuatro liberales íbamos a decir si queríamos participar en el armado de una opción liberal. Cada uno podía decir si quería jugar, solo apoyar con el nombre o nada.

Propuse que uno de los invitados a la cena fuera José Luis Espert. Una persona se encargó de convocar. Espert dijo que iba a la cena con Nazareno Etchepare. Cuando me enteré me opuse rotundamente porque ya tenía la experiencia del café que habíamos tomado los tres en Martínez un sábado a la tarde, oportunidad en que Nazareno me dijo si yo quería ser candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, propuesta a la que dije que no, que en todo caso, si decidía participar, podría ir por CABA. Todo siempre en potencial. En ese momento, delante de Espert, me dijo que los primeros puestos en CABA para diputados eran para los que pusieran más plata y otros detalles que los voy a dejar para otro momento.

Volviendo a la cena, insistí que yo no iba si Nazareno iba a la comida. Eso no era lo que yo había propuesto y me negaba a hacer nada con él. Luego de mucho hablar cedí y decidí ir para no quedar como un caprichoso.

En esa cena, que fue el 27 de noviembre, había unas 12 personas. De entrada Espert dijo que él iba a ir como candidato a presidente. Mi postura y la de la mayoría era la de ir con boletas cortas para meter diputados liberales en diferentes distritos e ir formando una base liberal en el Congreso. Una candidatura a presidente exige de una estructura y dinero que no disponíamos. Calculen que hay 95.000 mesas en toda la Argentina. Se necesitan fiscales y una logística importante para abastecer de boletas a las mesas en que faltan boletas u otros problemas, además de un tema no menor que es el vehículo a utilizar. Es decir, el partido político. No se puede ir con cualquier aventurero.

Creo que no me equivoco si digo que de entrada Nazareno se comportó con soberbia en esa cena. Los asistentes pueden confirmarlo. En un momento, alguien con mucha experiencia política, hizo un comentario sobre Olmedo que, por entonces, quería ser candidato a presidente. Ahí saltó Nazareno y le contestó en forma muy guaranga, soberbia y prepotente buscando dinamitar la conversación. Tal fue el comportamiento de Nazareno que desde todos lados de la mesa le manifestaron que era un desubicado y un maleducado. Ya unos minutos antes había tenido un comportamiento desagradable sobre una encuesta online que defendía como buena.

Claramente Nazareno no quería que se formase un grupo de liberales y su objetivo era quedarse solo con Espert. Ellos se fueron antes de la cena y nosotros decidimos continuar con reuniones para ver si podíamos avanzar.

Desde ese momento nos reunimos todas las semanas, no rosqueando, sino buscando la forma de, sin tirarnos a la pileta, participar con lista corta. Sin candidato a presidente. La idea que siempre defendí era que en CABA y en otros distritos había que ir con boleta de senador para abajo. Además se hizo un seminario sobre la situación de la ciudad de Buenos Aires y personalmente hice el primer contacto telefónico con Darío Lopérfido.

Siempre estuve dispuesto a hacer algo pero poniendo límites para no darle lugar a los figurones o a aquellos que se creen van a hacer la revolución liberal insultando en las redes sociales. Trabajé sábados a la noche hasta muy tarde preparando la situación de la ciudad de Buenos Aires como un aporte para el que fuera candidato a jefe de gobierno, se constituyeron comisiones de trabajo y se intentó de todo. Finalmente se decidió no participar en 2019 y trabajar con seriedad desde ahora para el mediano y largo plazos.

De manera que no voy a aceptar que me digan que boicoteo a Espert o que él hace y yo estorbo. Acá hubo mucha gente que dedicó tiempo, incluso en pleno enero, en tratar de armar una opción liberal seria. Irma Arguello y Carlos Onteiro pueden dar fe porque ellos pusieron el hombro en todo momento trabajando, organizando. Ninguno rosqueando y sobre todo no podíamos hacer un acuerdo político con cualquier partido.

Nazareno dinamitó un acuerdo entre liberales, primero diciéndome que los puestos en CABA eran para los que pagaban, algo que también le dijo lo mismo a Pablo Torres Barthe. Además se comportó como un verdadero guarango al punto tal que hoy Despertar no tiene liberales reconocidos y de trayectoria en sus listas.

Así como lo critican a Macri porque tiene a Marcos Peña, que Espert se haga cargo de Nazareno, su propio Marcos Peña, que lo aisló de los liberales y lo llevó a hacer acuerdos con gente que inevitablemente lo iba a llevar a la situación en la que hoy está metido.

La mano se le tendió en todo momento, pero prefirió quedarse con Nazareno.

Nosotros ya estamos pensando en armar algo sólido hacia el futuro.