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miércoles 2 de abril de 2014

La planilla Excel nunca podrá reemplazar al mercado

La planilla Excel nunca podrá reemplazar al mercado

Es propio de ignorantes usar instrumentos inservibles para sustituir lo que funciona bien, por eso la planilla Excel que pretende construir el equipo económico mediante el papelerío requerido a los empresarios no puede ocupar el lugar del mercado para coordinar el funcionamiento diario de la economía.

1. JACTANCIA DE UN EQUÍVOCO

El ministro Axel Kicillof ha sostenido estar en condiciones de resolver los más arduos problemas de asignación de recursos con la Planilla Excel, lo cual le permitiría manejar perfectamente la macroeconomía del país, como un comisario político.

En idéntico sentido ha afirmado que si la decrépita Unión Soviética hubiese utilizado la maravillosa plantilla de Microsoft, habría podido evitar el derrumbe de su economía y la inesperada disolución del país en diciembre 1991, después del fracaso de la Glásnost y Perestroika de Mijaíl Gorbachov.

La excesiva arrogancia del novel ministro, parece tener un endeble y despistado fundamento que trataremos de explicar.

En primer lugar hay que saber que la Cía. Microsoft al desarrollar el programa Office, incluyó una planilla compuesta por filas y columnas, con la particularidad de poder construir listados (bases de datos) y hacer cálculos matemáticos en cada una de sus cabeceras, teniendo el programa un límite operable en el número de filas y columnas (hasta 16.348 columnas).

En segundo término, la prudencia aconsejaría una actitud más humilde averiguando cuál es la magnitud de la realidad económica que se pretende manejar, en lugar de basarse en suposiciones fantasiosas de un relato político.

2. MAGNITUD DE LA REALIDAD

En efecto, cabría preguntarse: ¿Cuántas actividades económicas diferentes existen hoy en Argentina? ¿Cuántos productos distintos agrega cada actividad? ¿Cuántas partes se requieren para hacer cada producto?

Argentina cuenta hoy con un sistema natural de división del trabajo. Está compuesto por casi 18.000 actividades. Este número podría obtenerse contando los rubros y subrubros de las páginas amarillas telefónicas, del censo económico decenal, o de excelentes guías como el Manual “Wer liefert was” (¿Quién produce qué?), una verdadera enciclopedia alemana.

3. COMPLEJIDAD DE UN SIMPLE LÁPIZ ESCOLAR

Para tener idea de la inasible complejidad que debe abarcar la planilla Excel de Kicillof, referimos la fabricación de un simple lápiz de madera.

En un famoso ensayo titulado “Yo, el lápiz”, Leonard Reed hace una genial y minuciosa descripción sobre qué se necesita para hacer un simple lápiz escolar de madera, marca Faber, modelo Mongol 482.

Reed señala que fabricar un lápiz escolar es tan complejo que NI UNA SÓLA PERSONA SABRÍA CÓMO HACERLO.

Enumerando sus infinitos componentes: [Cedro Oregón de fibra recta, laca china, cáñamo malayo para trasladar troncos, grafito de Sri Lanka, arcilla del Missisipi, hidróxido de aluminio, regatón, goma facticia, piedra pómez, cera carnauba mexicana, pegamentos alemanes, pigmento de Leverkusen, caucho brasileño, cobre chileno y zinc peruano para el latón, etc.] y las numerosas personas involucradas: [desde el barrendero de la fábrica, al fabricante de sierras para cortar árboles, el minero que obtiene grafito en las galerías subterráneas, pasando por el industrial que fabrica la widia para triturar rocas y producir anilinas, hasta el guardián del faro que guía el envío en el puerto] con todo esto Leonard Reed demostró la complejidad existente en la vida real.

El lápiz -concluye Reed- existe después de infinitas cadenas de valor productivo y con «notoria ausencia de una mente maestra, de alguien dictando o dirigiendo esas incontables acciones que permiten producirlo para que un niño le saque la punta en el banco de la escuela”. Así explica de modo didáctico los conceptos del «orden espontáneo basado en mercados libres» y «el conocimiento disperso que se difunde mediante precios no-intervenidos.

4. CON UNA PC NO SE PUEDE MANEJAR LA ECONOMÍA

Estimando que cada actividad económica tiene una media de 28 artículos distintos y considerando que cada producto requiere una media de 40 piezas para su construcción, armado, terminación y embalaje, tenemos esta cuenta: 18.000 x 28 x 40 = 20.160.000 de artículos, insumos, piezas, productos semi-elaborados y productos terminados diferentes. Sólo un supermercado mediano hoy ofrece entre 17.000 y 20.000 artículos alimenticios. Las plantas de armado de automotores multiplican tres veces esa cantidad de piezas y partes.

Lo que no entienden los maníacos-intervencionistas, es que “para mejorar el funcionamiento de la economía del país no es tan importante la CADENA DE VALOR de 120 sectores sino la estabilidad de las INTERRELACIONES de PRECIOS RELATIVOS”. Esta es la función insustituible de un mercado libre, exento de intervenciones y monopolios, siempre que opere con una moneda estable.

5. LA ECONOMÍA SE BASA EN LA DIVISIÓN DEL TRABAJO

En una economía moderna, cada producto se valoriza en relación con lo que valen otros que no forman parte de su costo.

Tomando el ejemplo mencionado como irracional por Capitanich, para un peluquero que sufre úlceras gástricas, una relación importante es la que existe entre la tarifa del corte de cabellos y el precio de la leche que debe consumir para curarse. Si el precio de la leche aumenta, necesariamente el peluquero eleva su tarifa y éste es un comportamiento sumamente racional.

A partir de Adam Smith, con su análisis de la división del trabajo, sabemos que las cadenas de valor son infinitas e indeterminadas puesto que un mero cambio de tecnología o nuevas especialidades, modifican sus fases y estructura. Es muy lamentable que los gobernantes desconozcan esta cuestión esencial, porque indicaría un primitivismo inexcusable. En nuestro caso lo fundamental es saber que la división del trabajo genera el fenómeno de PRECIOS RELATIVOS, sin lo cual no hay economía moderna.

6. LOS PRECIOS RELATIVOS

Los famosos precios relativos forman una malla social, como si fuese una gigantesca escalera de sogas, de la que se sujetan las empresas y se cuelgan los individuos para ascender socialmente o para correrse lateralmente si advierten que surgen nuevas oportunidades, cambiando de trabajo o modificando la producción. Si así no fuese todavía tendríamos industrias dedicadas a fabricar carretas, salar el tasajo, hacer yugos para bueyes, curtir pieles al sol o hilar tejidos bastos.

Calcular los costos de cada Cadena de Valor, utilizando planillas Excel, no es para nada importante. En cambio es sustancial saber que hoy – en nuestro país- de los 20 millones de artículos, insumos y productos finales distintos, hay 17 millones que mantienen una correlación de precios relativos. En esa matriz, las combinaciones que se producen día a día, alcanzan la friolera de 272 billones de precios relativos que se entrelazan entre si [ (17 mill)²- 17 mill ]. Es imposible meter esta información en ninguna supercomputadora y mucho menos controlarla. Cambia todos los días de hora en hora (la capacidad de Excel se extiende a 16.348 columnas).

Por eso intentar una política de precios vigilados y cuidados o pretender regular los precios, costos y ganancias con declaraciones juradas en Planillas Excel es un esfuerzo inútil destinado al fracaso inexorable que entorpece la labor de las empresas, acumula papeles y no sirve para nada.

7. EJEMPLO CONTUNDENTE DE LA UNIÓN SOVIÉTICA

Hay un interesante trabajo de dos economistas rusos: Basile Kerblay y Marie Lavigne (Les soviétiques de années 80 & 90). La segunda autora es una renombrada economista, estudiosa de la economía rusa, y escribe en esa monumental obra la parte referida a la organización económica. En la página 85 dice “es ilusorio pensar que algún día se pueda englobar y manejar planificadamente todo el conjunto de datos de la producción nacional. Y sigue demostrando que uno de los más prestigiosos matemáticos rusos ha calculado que la más poderosa de las computadoras (todavía no construída) tardaría 30.000 años para resolver un modelo de planificación de 20 a 25 millones de productos utilizando un millón de tipos diferentes de recursos.

Casualmente estos mismos datos son lo que corresponden a la Argentina actual y sus cálculos pueden ser aplicados a nuestro pobre país.

Demostrarían la falacia del intento de Kicillof de querer sustituir la coordinación que hace el mercado por el relevamiento y procesamiento de una esquelética planilla Excel que manejaría su ministerio, repleto de burócratas inexpertos y presuntuosos.

Casi cedemos a la tentación de recordarle una máxima de la vieja sabiduría cristiana: VANIDAD DE VANIDADES Y TODO ES VANIDAD.