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jueves 31 de octubre de 2013

La política energética de los Kirchner constituye un suicidio económico

La política energética de los Kirchner constituye un suicidio económico

Estamos siendo conducidos al abismo

El objetivo del autoabastecimiento petrolífero se mantuvo como una política de los distintos partidos políticos y gobiernos desde el descubrimiento del petróleo en 1907 hasta seis años atrás en que se perdió aquel notable logro. En el caso de los conservadores la producción entre 1932 y 1935 creció al 4,7% anual y a partir de 1935 hasta 1943, la producción se incrementó al 13,5% anual. En ese año se llegó a 3948,4 mil m3. Sin embargo la producción se estancó durante los 15 años siguientes a 1943 hasta que en el período 1958-62, el Presidente Dr. Arturo Frondizi volviera a impulsar la producción hacia el autoabastecimiento, triplicando la producción nacional del fluido en cuatro años, la cual alcanzó los 16 millones metros cúbicos, hacia el final de su presidencia. A fines de la década de los 90 se alcanzó el anhelado autoabastecimiento en materia de combustibles líquidos pero con la llegada de la Administración Kirchner apareció una política disparatada que consistía en pagar el petróleo en “boca de pozo” con un precio que no cubría los costos de las empresas, amen de otras “bagualadas” de similar jaez. Las empresas por lógica consecuencia redujeron año por año su producción porque ésta les producía pérdida. Consecuentemente fue preciso importar energía hasta el momento actual en que su precio se ha tornado practicamente impagable. Computando la importación de electricidad, este año redondearemos los 13.500 millones de dólares de pagos al exterior por este motivo. Según el conocido especialista Ing. Jorge Lapeña en una conferencia reciente que brindó en el Partido Demócrata, esa importación crece a una razón del 30% anual de manera que entre dos y tres años vista, la factura se va a duplicar. Cualquiera se da cuenta que la política energética que se está llevando a cabo, nos conduce al abismo de empresas que van a carecer de la condición esencial de su desenvolvimiento y se van a ver obligadas a cerrar sus puertas y despedir trabajadores. Otra alternativa es un gasto mayúsculo en divisas que no tenemos. Es tan disparatado lo que se hace, que ni siquiera se ha recurrido al módico paliativo de inducir a la población a iniciar un uso más racional de la energía.

La reducción de las reservas y de la producción de combustibles 

En el ámbito del petróleo y del gas por ser producciones a largo plazo donde los stocks demoran en reponerse por la propia índole del negocio, es sumamente importante mantener un nivel grande de “reservas” o sea de yacimientos geológicamente estudiados que permitan garantizar por años que la producción no va a decaer. Las inversiones en materia de refinación de petróleo para obtener sus subproductos son muy caras, de manera que el costo de discontinuar la producción por carencia de materia prima, es prohibitivo. En la Argentina tanto las reservas de petróleo como de gas vienen cayendo ininterrumpidamente. No hay estadísticas actualizadas disponibles desde el 31 de diciembre de 2011, según nos lo informaron en el Instituto Argentino del Petróleo y Gas, donde han tratado de todas formas por obtenerlas, sin éxito, de la Secretaría de Energía. Esta reticencia informativa no solo rompe el molde de la conducta republicana sino que revela que les da vergüenza a los funcionarios los resultados alcanzados y por ello los ocultan. Tanto como sabemos en diciembre de 2002 las reservas comprobadas de petróleo eran de 448.270 millones de metros cúbicos y en 2011 eran de 393.996 millones de metros cúbicos… pero con un consumo incomparablemente superior. las reservas de gas eran en 2002 663 miles de millones de m3. En 2011 eran de 331 miles de millones de m3 o sea la mitad. La caída es brutal. Esto demuestra que en ese largo período la Argentina se tornó mucho mas vulnerable en materia energética y que lo único que se hizo es hablar de “inclusión social”… mientras se reducían las fuentes de trabajo digno. Se acortó notablemente el tiempo que van a durar tanto el petróleo como el gas a los niveles de consumo vigentes. Esto tiene una explicación muy simple: Se ha buscado mucho menos gas y petróleo. Se ha perforado menos. Ha habido mucho menos estímulo para hacerlo y tal vez menos control para que las empresas cumplieran con la concesión otorgada.

La producción de combustibles en 2011 fue la mas baja de la década precedente. El volumen de petróleo procesado creció desde 2002 hasta alcanzar los 37.2 millones de metros cúbicos en 2007. Desde ese momento bajó ininterrumpidamente hasta aproximadamente los 30 millones de metros cúbicos en 2011. ¿Porque cayó la producción? En los círculos petroleros le echan la culpa a un conocido Secretario de Estado que estableció que a partir de determinado precio de corte para cada producto, todo el excedente de nivel de producción quedaba para el Estado. Lo cierto es que la producción bajó. Según el Presidente de Shell, Juan José Aranguren la resolución 394, que impuso impuestos exorbitantes para la exportación y llevó a que algunos productos se produjeran a pérdida, provocó la “desoptimización de las refinerías”. La producción de gas en 2012 fue de 44.123 millones de metros cúbicos y en 2004 a algo mas de 52.000 millones de metros cúbicos. No es de extrañar que aumente la importación de gas y petróleo… y el gasto en divisas. Tampoco es de extrañar el cepo cambiario y el descenso en las reservas del Banco Central.

Vaca muerta 

Se trata de uno de los depósitos de shale gas y shale oil más grandes del mundo. Según la Agencia Norteamericana de Energía Argentina tendría el tercer lugar en el ranking mundial de recursos de shale gas, técnicamente recuperables con 774 trillones de pies cúbicos, detrás de China (1275) y Estados Unidos (827), pero antes que México (681), Australia (396), Canadá́ (388), Libia (290), Argelia (230) y Brasil (226). La cuenca argentina con mayores posibilidades es precisamente la neuquina, donde se destaca la formación geológica de Vaca Muerta. En español los shale gas y shale oil son lo que se llama “esquistos bituminosos” o sea rocas impregnadas de gas y de petróleo.

La excelente noticia que nos brinda este yacimiento merece los comentarios siguientes: Si nuestros funcionarios no han podido mantener la producción de gas y petróleo y hemos perdido desde seis años atrás el autoabastecimiento alcanzado, si las dos centrales de ciclo combinado que producen energía eléctrica relativamente recientes no pueden alcanzar sus niveles óptimos de producción porque deben funcionar con fuel oil en vez de gas porque no lo hay, si las dos centrales atómicas que se están ampliando están notoriamente atrasadas en su finalización, si las empresas privadas experimentan cortes de energía y deben recurrir a fuentes alternativas mucho más caras, ¿cómo es posible que esos mismos funcionarios manejen aquella colosal riqueza? No hay duda que no están capacitados para hacerlo. Menos mal que la “vaca” ya está “muerta” porque sino a corto plazo le pasaría lo que le está ocurriendo a la ganadería en las mismas manos. En segundo término, no cabe duda que “Vaca Muerta” debería ser objeto en lo que concierne a su explotación de un debate nacional y una política de estado que no pueda cambiar con el curso del tiempo ni por la alternancia de las distintas corrientes de opinión en la arena política. Ese yacimiento requiere muy cuantiosos capitales para explotarlo a los que habría que darles total certidumbre jurídica que es la condición por excelencia de su exitoso desenvolvimiento. En Chile con el cobre que es tan importante para su economía tienen una política de continuidad en su manejo de manera que venga el gobierno que venga, en esa materia no hay innovaciones “geniales” ni cambios en la política que se sigue.

La energía y el agro 

Estas dos actividades nacionales son vitales para la marcha de la economía. Tienen algo mas en que se parecen: Han sido literalmente demolidas por los gobiernos Kirchner al extremo que se debe importar gas líquido a un precio demencial, petróleo y subproductos que se pueden fabricar a aquí, y comprar energía eléctrica de Brasil y Uruguay porque en nuestro medio no alcanza en las horas en que se la requiere con mas intensidad o en los días en que la meteorología no acompaña. Esa energía es la más cara de todas, porque es un axioma en la materia que cuanto más energía se requiere, menos eficientes son las máquinas que deben entrar en servicio.

La Argentina ha perdido su condición de ser uno de los primeros exportadores mundiales de carne que fuera un tradicional artículo argentino de alta calidad con presencia en los mercados mundiales, debido a la incompetencia de los funcionarios y la política gubernativa en la materia. Países con menores aptitudes y tradición en ese tipo de producto nos han desalojado de la posición de privilegio que ostentáramos. En la Argentina ya se experimenta carencia de trigo y el pan tiene un precio inusitado. Mientras sigan en sus cargos los funcionarios que han manejado la política energética como la agropecuaria, no es dudoso que vamos a comer a oscuras… pan importado.