La relación entre la situación económica de Estados Unidos y el precio del oro
El futuro del mercado del oro depende en cierta medida del trascurso de los acontecimientos económicos y financieros en Estados Unidos. La primera potencia económica y política del mundo vive en un estado de burbuja permanente debido a la aplicación de una política monetaria muy agresiva y el incremento exponencial del endeudamiento público que influye a la evolución del precio del oro.
El futuro del mercado del oro depende en cierta medida del trascurso de los acontecimientos económicos y financieros en Estados Unidos. La primera potencia económica y política del mundo vive en un estado de burbuja permanente debido a la aplicación de una política monetaria muy agresiva y el incremento exponencial del endeudamiento público que influye a la evolución del precio del oro.
A pesar de los billones de dólares emitidos para sostener artificialmente la economía y evitar un proceso de ajuste tras los excesos de gasto e inversión cometidos en la década pasada, la economía norteamericana se mantiene en una situación frágil y con mucha incertidumbre sobre sus principales variables macroeconómicas. Tan pronto unos meses nos sorprendemos de buenos datos de desempleo o actividad como otros meses nos echamos las manos a la cabeza por números peores de lo esperado.
Esta situación de “una de cal y otra de arena” es un reflejo claro de las distorsiones en la formación de los precios que ha provocado la intervención continua y fuerte de laReserva Federal. Nadie sabe si los precios de la vivienda están subiendo porque su valor realsube o porque es, de nuevo, una de las vías de escape de las inyecciones de liquidez de la Fed.
Nadie tampoco sabe si la Deuda Pública o las acciones que cotizan en Wall Street tienen un valor equivalente a las cotizaciones que se registran diariamente. Tanto el mercado financiero como el inmobiliario están sometidos a inflaciones de dos dígitos y, por tanto, cuentan con un valor aparente que distorsiona el valor real y da lugar a una cadena de errores empresariales, fundamento último de los ciclos económicos.
Con esta coyuntura, no es de extrañar que cada mes tengamos datos diferentes y hasta contradictorios en las principales variables macroeconómicas. Los últimos que conocemos se encuentran en el lado positivo, aunque no son demasiado espectaculares. El Índice de Confianza de los consumidores se sitúa en 81,5 mientras que lo esperado era 79. El Índice de precios de la vivienda S&P ha crecido un 12,1% en términos interanuales. Por otro lado, las peticiones semanales de desempleo se han reducido en 36.000.
Contemporánea a estos datos se ha producido la mayor subida en términos mensuales del precio del oro desde 2011. El crecimiento en el precio a futuro en el COMEX ha sido del 20,7% desde finales de junio, momento en que tocó fondo el precio. El precio al contado sigue estando ligeramente por encima del precio a futuro, en el entorno de los 1.420 dólares la onza.
Para muchos analistas, buenos datos de crecimiento y empleo en Estados Unidos se traducen en malas perspectivas para el precio del oro. Esta correlación es, una vez más, espuria puesto que el precio del oro depende de una enorme cantidad de variables diferentes y muy alejadas de la coyuntura económica de Estados Unidos.
Por tanto, no es cierto que cuando a Estados Unidos le va bien, al oro le va mal y viceversa. La prueba es muy fácil encontrarla: revisemos qué pasó con el oro en los últimos quince años y cuál era la situación de la economía americana. Mientras los principales analistas e inversores se subían al carro de la burbuja, otros optaron por comprar oro y formar parte de un mercado alcista que ha durado hasta nuestros días.
Fuente: Sharps Pixley
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