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martes 21 de enero de 2014

La soja busca razones para subir, maíz y trigo para no bajar

La soja busca razones para subir, maíz y trigo para no bajar

Atrás ha quedado el reporte del USDA, el cual trajo alguna que otra sorpresa, pero ninguna de magnitudes exorbitantes, y los operadores se aprestan a transitar la segunda mitad del mercado climático sudamericano, midiendo su efecto en soja y, sobre todo, en maíz. Por el lado del trigo, crecen las estimaciones de producción a nivel mundial, mientras que localmente evaluamos el efecto la liberación de 0.5M de toneladas para exportación

Soja y maíz presentan un escenario similar para el productor argentino a nivel productivo. Mientras gran parte del mundo está a punto de confirmar producciones record, en nuestra nación, las estimaciones proyectadas a inicio de la campaña van decayendo ante la presión climática.
En EE.UU. el USDA anuncia 89.5M de toneladas de producción, sin embargo, el consumo y las exportaciones mantienen los niveles de stock inalterados. El mundo, y en particular China, siguen demandando el poroto estadounidense, sin que se presenten las cancelaciones de embarques por parte del gigante asiático, tan temidas por los operadores de EE.UU. China parece haber tomado una postura de esperar a conocer el ritmo de exportación sudamericano antes de cancelar sus compras en el hemisferio norte. EE.UU. ya se encuentra superando la estimación de exportación de 40M de toneladas, proyectada por el USDA, y de no mediar cancelaciones, el organismo deberá revisarla. A esto hay que sumarle que el consumo autóctono estadounidense se mantiene alto. Por citar algunos ejemplos, la NOPA sigue presentando informes record de industrialización del poroto, como el caso de diciembre, y los fondos especulativos incrementaron la semana pasada su participación en soja casi en un 17% intersemanal. Estos comportamientos han mantenido los precios de CBOT hasta fines de enero, pero no serán suficientes para mantenerlos una vez que el mundo traslade la demanda al hemisferio sur.
Más cercano a nuestras latitudes, Brasil encara una colecta de soja la cual se presume record por todos los analistas. Si bien Aboive pronosticó la cosecha total en 87.6M de toneladas, la gran mayoría de los estudios prevén una producción, cómodamente, sobre las 90M de toneladas, de las cuales casi la mitad podría estar recolectada para fines de febrero. Se espera que nuestro vecino del norte exporte como poroto una 45M de toneladas, lo que lo posicionaría como primer exportador mundial del grano. El desafío brasileño está en poder exportar a buen ritmo lo recolectado, razón por la cual hicieron mejoras en sus puertos durante el último año.
Finalmente, en nuestro país la situación en torno al poroto se ve afectada por dos grandes factores: la producción estimada a recolectar este año y los stocks que pasarían de la campaña anterior a la actual. A nivel productivo, el PAS espera unas 20.35M de has sembradas con la oleaginosa, valor que la BCR supera al estimar 20.7M. A principio de la campaña se llegaba a hablar de 55M de toneladas teniendo condiciones óptimas, escenario que parece algo difícil actualmente, considerando el efecto de las altas temperaturas y dispersas precipitaciones que se han estado viviendo en la región productiva. Aún así, la producción podría superar los 50M. Respecto a los stocks que pasarán a la campaña próxima, la opinión es dispar. A fines de año pasado quedaban en torno a 9M de toneladas, pero ante las ventas que se darían en el primer trimestre, se propone que pasarán entre 4M de 6M de toneladas a la campaña venidera. Mucho influirán las necesidades financieras en esto.
Recapitulando, la soja tiene un muy buen desarrollo en todo el mundo y tendremos una buena producción en nuestro país, buen clima mediante, con un nivel de stocks nada despreciable a pasar de campaña. Para el productor, parece una buena posibilidad aprovechar las herramientas de los mercados a término, para asegurase pisos con puts o ventas forward + calls, a la vez que se retienen flexibilidad a las subas, si es que el clima hace de las suyas.

En maíz la situación es relativamente similar. La producción estadounidense ronda los 354M de toneladas, de la cual exportaría unos 34M aproximadamente, que podrían ser más considerando que alcanzó el 87% de las estimaciones del USDA hasta aquí. Si bien la noticia de reducción de stocks finales generó algunas subas, el envión pasó rápido y los precios en CBOT volvieron a reflejar la buena colecta esperada, tanto a nivel local como internacional. La suba en las cotizaciones podría llegar cuando se estime la nueva campaña, donde la soja podría quitarle acres al forrajero, pero todavía falta para ello. También en el ámbito internacional, Brasil alcanzaría los 70M de toneladas producidas, pudiendo exportar unos 20M de ese total, manteniéndose como segundo exportador mundial del forrajero. Incluso China tendría una producción muy importante, rondando los 217M, la cual usaría en el plano local, y hay quienes ven en este dato la explicación a los rechazos de los embarques con maíz GMO no aprobado, provenientes de EE.UU. El otro dato destacable a nivel del globo es la participación de Ucrania, país que irrumpió en los últimos años en la mesa grande de maíz y se espera que en la actual campaña produzca 30M de toneladas, para exportar 18M. Esto lo dejaría, potencialmente, en el tercer escalón de los mayores exportadores del cereal, desplazando a nuestro país
Justamente, en relación a lo que acontece en Argentina, el clima es quien juega el papel preponderante. Las estimaciones iniciales que planteaban escenarios de 25M de toneladas parecen quedar atrás, para dar paso a montos menores. Según el PAS, se sembrarían 3.3M de has, mientras que para la BCR serían 3.8M. En torno a estas suposiciones, y con la falta de lluvias observada en etapas clave en el desarrollo del maíz, las últimas previsiones para la producción hablan de unos 20M de toneladas. Este total nos llevaría a exportar unos 12M de toneladas, suponiendo un consumo de 8M, relegándonos en nuestra labor de exportadores. En este sentido, el productor argentino podría tener lo peor de dos mundos, con producción menor a la esperada a nivel local y un mundo repleto del grano. Los precios de nuestro maíz no resultan muy competitivos a nivel mundial, lo que reduce el interés externo, mientras que a medida que se reducen las estimaciones locales, las chances de tener que vender en un mercado interno cerrado crecen. Ambos factores desalientan las subas del maíz local. No es cuestión para desesperarse, pero si para seguir el tema de cerca. Hay que prestarle atención al mercado de consumos, donde podría haber valores interesantes.

Finalmente, en relación al trigo, todos los grandes productores presentan estimaciones cercanas a máximos históricos. Canadá y Australia, dos grandes del comercio internacional del cereal, fueron de los primeros en informar producciones record. Pero esto no es todo. Rusia y Ucrania también tendrían un papel preponderante, exportando 16.5M el primero y 10M el segundo, mientras que India vuelve a tener un muy buen año y se vuelve a posicionar como exportador, con estimaciones oficiales de producción que superarían los 100M de toneladas, dejando un saldo exportable por encima de los 10M. Por último, EE.UU. tendría una campaña buena, de no haber daño por los frentes helados que se han volcado sobre el país del norte, alcanzando 58M de toneladas.
¿Y qué sucede con nosotros? Argentina va quedando rezagada como exportador del cereal. La producción, como en los últimos años, resultará escasa frente al potencial del que disponemos. Mientras que el PAS habla de 10.1M de producción, la BCR indica 9.5M a cosechar. El dato llamativo llega del lado del MINAGRI. El organismo estatal espera 9.2M, lo que dejaría un saldo exportable de, hasta, 2.5M de toneladas. Sobre esto, 1.5M se anunció que sería exportado, quedando el resto a revisión. Por una cuestión de competitividad, nuestros precios no son atractivos al mundo, por lo que solo Brasil puede adquirir trigo argentino. Afortunadamente, Brasil importa casi 8M de toneladas del cereal, lo que deja lugar a colocar nuestra producción habilitada, aunque cada año perdemos participación en el mercado brasileño frente a EE.UU. y otros exportadores. A nivel local, el anunció de que 0.5M de toneladas podían embarcarse no se tradujo a precio. Los exportadores ya tienen pagados los registros de exportación y al recibir cuotas pequeñas, nadie apuesta por compras fuertes. Los precios en el plano local no tienen mucho lugar para reaccionar en el corto plazo, aunque si podrían verse subas llegando el otoño, lo que dependerá de la necesidad que muestren los molinos.

Ignacio Cueva Analista de mercados en Intagro SA

Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria Fundación Libertad