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domingo 29 de junio de 2014

“Lo irracional es real y lo real es irracional” (a Propósito del caso de los “hold outs)

“Lo irracional es real y lo real es irracional” (a Propósito del caso de los “hold outs)

Para Kristina la “irracionalidad” seria el germen de su realidad y la ilógica viene a ser el modo en que se desenvuelven sus “sinrazones”

Según enseñaba Garcia Morente, para Hegel la razón es el germen de la realidad. “Lo real es racional y lo racional es real” dado que no hay posición real que no tenga  su justificación racional.

La razón sería “lo absoluto”. La lógica seria un trámite de la razón  necesario para su desenvolvimiento, para que la razón genere sus razones.

Estas corrientes pecaron por dejar de lado  el conocimiento científico y así se originaron reacciones que dieron lugar al positivismo y al naturalismo, recordemos que estamos hablando de la primera mitad del siglo XIX.

En algún momento Kristina se declaró “hegeliana” (sic) y si bien esa afirmación admite varias interpretaciones uno se animaría a pensar que no entendió bien algunas de las ideas de Hegel y creyó su mentor había pensado que “lo irracional es real y lo real es irracional” y esta parece ser su filosofía de vida y el punto de partida de su “ilógica”.

Su primer pecado seria creer que la lógica puede ser un, instrumento de la “irracionalidad”, pero lamentablemente para ella y “todas y todos” nosotros, así obra, la mayoría de sus acciones y decisiones son fruto de esas razones que surgen de su irracionalidad. Obra “ilógicamente”.

Para Kristina la “irracionalidad” seria el germen de su realidad y la ilógica viene a ser el modo en que se desenvuelven sus “sinrazones”  que no son más que “acciones hechas contra justicia y fuera de lo razonable o debido”, como lo define la RAE.

Aunque también me animo a creer que habría mecanismos sicológicos que explican sus reacciones que denuncian inestabilidades que se transfieren a su modo de ejercer el poder.

Todo el que se sabe débil se exhibe como fuerte, es la actitud del “matón” jactancioso y pendenciero.

 

La cuestión de los “hold outs” nos sirve de test para medir sus reacciones y su imposibilidad para accionar con coherencia, razonabilidad y verdadera lógica hegeliana.

La decisión de la Suprema Corte de los EEUU de no tomar el caso de los “hold outs” dejó firme la sentencia que condena a la Argentina  a pagar el total de los bonos defolteados y no canjeados en el 2005 ni en el 2010.

Esa decisión que le hubiera permitido a Kristina trasladar la cuestión al próximo gobierno, la obligó nada menos que a cumplir una sentencia judicial ya inapelable y ello desató y puso en evidencia una vez más la sofistica “K” que es su bagaje “incultural”.

Asi se recurrió a la descalificación del juez Griesa, del Poder Judicial de los EEUU, al que se le prometió, por escrito, cumplir con la sentencia que se dictara y al propio país responsabilizándolo por las decisiones judiciales de sus jueces y no extrañaría que mañana los acuse del crimen de Julio Cesar(sic)

Los fundamentos jurídicos de la defensa argentina fueron sustituidos por criterios tales como que los “vulture funds”, aunque no todos los demandantes podrían ser calificados de ese modo, compraron esos bonos a precio vil o que una mayoría del 93% aceptó resignar un  porcentaje del 65%  del comprometido en los bonos defolteados lo que constituirá una injusticia, si otros logran cobrar el total, o que el fallo habría violado reglas morales, como si los “K” en Calafate, por ejemplo no hubieran procedido de igual modo o cuando ejecutaban a los indefensos deudores del sistema de la recordada circular 1050 dictada por los funcionarios de lo que ahora llaman “dictadura  militar” o en la compra directa de tierras fiscales en Calafate a precio vil para realizarlas a valores varias veces superiores.

Como decíamos la decisión de la Corte de dejar firme el fallo de Griesa, lo que constituye un hecho real incontrastable, cedió ante la irracionalidad que nos dice que todo esos juicios y sentencia fueron una burda patraña para perjudicarnos, pero en especial perjudicar a Kristina por lo que ella significa para el mundo.

Lamentablemente para el país y para el ego de Kristina, la racionalidad nos dice que en el proceso de los “hold outs”  se respetaron las reglas procesales y se llegó a un resultado lógico y razonable, según el racionalismo de Hegel.

Digo esto  porque  la oposición de las defensas de las partes que cumplieron la función de las realizaciones de las tesis, antítesis luego otra tesis superior que sería la sentencia de la Cámara y luego otra que sería la decisión de la Corte de no aceptar el “writ of certiorari” configuraron un “fenómeno racional y real”, al que no hay más remedio que asumirlo.

El Kirchnerismo ha entrado en un juego muy peligroso de “sinrazones” que contrariamente a lo pretendido nos descalifica a los argentinos sin distinción.

“Kristina” pretende convertir nuestra insignificancia actual en un valor digno de respeto e imitación es como si en los EEUU pretendiera convertir a “Al Capone” en símbolo del norteamericano medio o Colombia a Pablo Escobar Gaviria como modelo del progresismo.

Solo las mafias creen en sus propias reglas y son las que justifican su “realidad” desde la irracionalidad de su cultura o mejor dicho incultura.

Así si tomamos la tercera acepción que nos da la RAE sobre esa palabra, este gobierno realmente se asumió como “mafia” por eso pondera la realidad desde su irracionalidad y ésta configura su patológica realidad.

Kristina debe estar poniendo en crisis su “hegelianismo” porque la realidad no responde a su irracionalidad y su irracionalidad no le sirve para situarse en la “realidad real”.

Kristina debe creer que el fallo de Griesa es  como uno de esos sueños que mientras uno  los ensueña, piensa que ese “suelo” no es real aunque lo parezca.

Esa es su  grave “irracionalidad”