El gobierno nacional se ha caracterizado por festejar siempre los incrementos de la recaudación nacional. Sucede que en un contexto inflacionario como el actual un aumento de los ingresos fiscales, en términos nominales, no siempre significa un incremento en valores reales. Es decir, si la variación porcentual entre los mismos meses de diferentes años es inferior a la inflación anualizada entonces estaremos frente a una caída de la recaudación en términos reales.Que es lo que viene sucediendo en los últimos tres meses (mayo, junio y julio) con la recaudación nacional. Como observamos en el cuadro siguiente la caída promedio en el último trimestre ronda el 3% en términos anualizados.

Según el Índice General de Actividad-IGA (Consultora Ferreres & Asociados) durante los primeros tres meses del 2012 la actividad económica creció a un promedio del 3% anualizado, para comenzar a caer -respecto al mismo mes del año 2011- cada vez con más fuerza. Desde una caída de un 0,8% en abril al -3,9% de junio; no hay datos aún para el mes de julio.
 
Lo importante acá es preguntarse por las causas de esta desaceleración o, más bien, caída en el nivel de actividad de la economía argentina. La Presidenta siempre nos dice que “se nos cayó el mundo encima” como si la causa de nuestro escenario de una incipiente recesión fuera el contexto externo. Pero las causas hay que encontrarlas en la política doméstica: controles de precios, controles cambiarios, restricciones a las importaciones, mayores regulaciones y costos laborales, inflación, expropiaciones, etc. Todo esto genera un clima poco propicio para las inversiones y el consumo, por parte del empresariado y la ciudadanía en general.
 
La caída en términos reales de la recaudación es fruto de la desaceleración económica provocada por las medidas que el gobierno continúa tomando y que fundamentalmente están basadas en un concepto errado: que más Estado y menos mercado es la base del progreso. Cuando se eliminan o restringen las señales que brindan los precios para la toma de decisiones económicas o cuando se prohíbe o limita el consumo o producción en más y más sectores entonces la actividad económica comienza a empantanarse.

¿Cuál ha sido el efecto del menor nivel de actividad sobre la recaudación? Si consideramos que el promedio del incremento real de la recaudación nacional en los primeros 3 meses del año fue del 6,55% (promedio mensual) y en los 3 meses siguientes la caída fue del 5,10% podemos decir que si se hubiera mantenido el incremento del primer trimestre entonces la recaudación hubiera sido de $11.857 millones adicionales a los que realmente fueron. Esto es, en vez de haber recaudado entre abril y junio $181.025 millones se tendrían que haber recaudado unos $192.881 millones. Aquellos casi 12 mil millones de pesos de pérdida significa una menor asignación presupuestaria para educación, salud, seguridad y otros rubros sensibles para la población en general.

Pero esto ya no debe asombrarnos, el desmanejo económico del modelo Nacional y Popular es costumbre de todos los días. Ya está demostrado que son políticas del pasado, usadas por los regímenes totalitarios y que ya no tienen ningún lugar en el mundo moderno. A este Gobierno no se le cayó el mundo encima; está haciendo todo lo posible para que los argentinos nos caigamos del él.