CRISTINA: En una reciente entrevista, realizada en su viaje a EE.UU, Cristina Fernández dijo, ante preguntas varias: “yo soy la creadora del estilo K” y “estamos hartos de los educaditos y prolijitos del protocolo, en su relación con el Fondo Monetario Internacional, y nos ha ido muy mal. Kirchner cuando discute no lo hace en defensa de sus intereses personales”. La senadora por Santa Cruz y candidata a senadora por Buenos Aires, lo cual ya marca un estilo, con estas definiciones y su accionar nos indica que debemos ser mal educados y que debemos negociar tratando mal a nuestro acreedor, el FMI. Sin embargo, como los mejores deudores, le pagamos religiosamente en tiempo y forma. Y no sólo eso, sino que nos endeudamos tomando plata más cara para evitar refinanciaciones del FMI más baratas. Eso sí, todo debe hacerse de mal modo. Rodrigo de Rato no sólo admira la belleza de la primera dama y senadora múltiple, sino que adora su estilo. El estilo K.
COPA DAVIS: Excelente resultó la actuación argentina en la Copa Davis, venciendo a Australia por los cuartos de final y en calidad de visitante. Como imagen extra deportiva, fue lamentable el comportamiento en el partido inaugural de Leyton Hewitt y Guillermo Coria: dieron un ejemplo vergonzoso de cómo no deben comportarse dos deportistas. Insultos cruzados y gestos obscenos fueron algunos de los condimentos. Lo peor fue que los que controlan, entre ellos el árbitro general, hicieron “mutis”, con lo que avalaron por omisión dichas conductas y conformaron un cuadro de pésimo gusto para millones de jóvenes que lo miran por TV. Por lo visto, la mala educación es internacional.
DEGRADACIÓN: El otro día, el Dr. Carlos Floria comentaba que la decadencia general de un país tenía mucho que ver con la falta de ejemplaridad política. No sé si se refería a nuestro país en particular, especialmente por lo que transmiten y dicen los Duhalde y los Kirchner en sus diatribas políticas, que son inigualables.¿Cuánto le puede costar a un país desde el punto de vista educativo que la primera dama y senadora de la Nación diga sin eufemismos que su “socio” político, Eduardo Duhalde, es un mafioso, es decir que el hombre que hizo posible que su marido sea hoy presidente de la Nación utiliza métodos dignos del personaje principal de “El Padrino I, II, y III”? Indudablemente, hay inimputabilidad en los dichos, pero debería pasarse oportunamente la factura y hacerle saber a la dama que, con estas ocurrencias, el daño que le hace al pueblo en términos educativos y a la clase política en general es casi terminal. También vaya un reconocimiento a aquellos que se levantaron de sus asientos aplaudiendo a rabiar, su imagen de devotos cortesanos y “chupamedias” fue inolvidable. Sin lugar a dudas, el prestigioso Carlos Floria debe haberse inspirado en nuestro país…
VALORES AJUSTABLES: Apareció en los últimos tiempos y con aires renovados la llamada “patria financiera”, impulsada por el Banco Central de la República Argentina y el Ministerio de Economía con la emisión de bonos ajustables por CER más dos o tres puntos de interés y que, contra un dólar quieto, prometen una ganancia de 15% anual en dólares, única en el mundo. De allí que ingresen capitales y los bancos y particulares inviertan en estos títulos de deuda, ya que la ganancia es alucinante. Pero, “ojo al piojo”, no vaya ser que un día de estos se levante K y vea que la deuda es enorme y diga con su particular estilo que el CER, a partir de ahora, está compuesto por productos A, B y C que en el año sufrieron sólo un aumento del 2%. Digo esto porque todo es posible en el país de la inseguridad jurídica, porque ya pasaron cosas peores, porque hay 24.000 millones de dólares de deuda externa vieja sin arreglar, porque es un Gobierno que miente mucho, porque el presidente mandó fondos de su provincia al exterior hace muchos años y todavía no rindió cuentas y ni lo va hacer y tampoco permiten pedírselo, porque “prepotea” a aquellos empresarios que aumentan los precios que a él no le convienen, porque las normas jurídicas son relativas y sujetas a libre interpretación del Gobierno, ya sea para fines electorales, para sacar ministros de la Corte y –obviamente- para pagar deudas. Un consejo: si usted es broker o advisor financiero no recomiende tanto estos bonos, la fiesta de hoy puede ser un velorio mañana, más si estamos todos sujetos al inigualable estilo K.
MEMENTO: Estaba viendo el programa “La Cornisa”, cuando le preguntaron al invitado Jorge Asís a quién votaría hoy. Asís contestó: “A Cavallo”. Para qué, se armó un lío… Hablaban todos al mismo tiempo criticando la respuesta de Asís. Lo más notable fueron las reacciones de los periodistas Luis Majul y Carlos Polimeni, que le endilgaron cómo podía darle crédito al tipo que dejó un 16% de desocupación. Asís sólo dijo: “Pero, viejo, ¿acaso esto de hoy es Dinamarca?”. Sin pretender defender a Cavallo ni tomar parte por uno u otro, son increíbles las visiones de estos periodistas, que no sé si serán independientes, pues no lo parecen, en especial Carlos Polimeni. La falta de observación objetiva es asombrosa, sólo se quedan en la historia de los 90 y se saltean los años de De la Rúa, los de Duhalde y hablan maravillas de los de Kirchner. ¿No se han dado cuenta de que estamos viviendo con un 40% de gente sumida bajo el límite de pobreza? ¿No han notado el hambre infantil que como nunca se ha desarrollado y expandido en la Argentina –el granero del mundo– y que hipoteca futuras generaciones? Pero, es claro, de esto no se habla, no se permite ni conviene, no sale en los diarios. Que los periodistas, entre otros Majul y Polimeni, se llenen la boca hablando de las bondades del programa económico y su éxito y no mencionen la caída al abismo que resultó la devaluación asimétrica de Duhalde, e ignoren los salarios de hambre que se pagan y lo que realmente está pasando en las entrañas de nuestra Argentina, es por demás sugestivo. O viven en un “tupper” o están condicionados y, lo que es peor, se hacen los humanistas “progre” (como Polimeni). La verdad, me revuelve el estómago. Sí, es como la película Memento, pero sólo se quedan en el pasado. ¿El presente? Bien, gracias. © www.economiaparatodos.com.ar |