Las publicaciones informativas en países como Venezuela, Argentina o Ecuador se enfrentan a diario con la presión por parte de los mandatarios que le dificultan su tarea

En Iberoamérica los ataques a la prensa son constantes cuando sus políticos populistas la usan para defenderse como pueden de sus propios actos. En los últimos meses no ha dejado de ser noticia el enfrentamiento de Cristina Fernández con los medios argentinos, el de Rafael Correa con los suyos o el desabastecimiento de papel que ha obligado al cierre de publicaciones regionales en Venezuela.

Polémica en Ecuador por la tala del Amazonas

El presidente ecuatoriano Rafael Correa propuso el pasado mes de agosto celebrar una consulta popular sobre la eliminación de los periódicos de papel para evitar la tala indiscriminada de árboles. En una de sus últimas críticas más feroces a la prensa a través de su cuenta en la red social Twitter escribía: «Ahora los mayores «ecologistas» son los diarios mercantilistas. Bueno, si vamos a consulta popular propondremos también diarios solamente digitales para ahorrar papel y evitar tanta tala indiscriminada de árboles. No se dejen engañar». La afirmación la hacía pocos días después de que fuera duramente criticado tanto por la prensa como por grupos ecologistas del país por anunciar que perforará una reserva de la biosfera en el Amazonas, en concreto el Parque Yasuní, declarado patrimonio natural y cultural por la Unesco.

Días más tarde del mensaje lanzado en la web, el presidente declaraba que lo hizo para comprobar la «doble moral de la prensa» y evidenciar la hipocresía que, según él, mostraron al criticar la creación de la explotación petrolera en un parque nacional declarado reserva mundial por la Unesco.

Venezuela y la crisis del papel

Por otra parte, esta semana conocíamos las dificultades a las que se encuentran sometidas las publicaciones impresas en Venezuela. Debido a un cambio en el orden de prioridad de las importaciones aprobado en 2012, el papel pasó a situarse en un grupo inferior en cuanto a prioridad se refiere. Al sacarlo de la categoría uno y pasarlo a la segunda, los procedimientos para la exportación requieren ahora autorización previa. Este Certificado de No Producción Nacional (CNP) lo concede el Ministerio de Industrias Ligeras, ligado al Ministerio de Comercio y es el que autoriza la compra al exterior porque el producto que se intenta comprar en el extranjero no se fabrica en el país. Un retraso en la entrega de estos permisos ha provocado el cierre de varias publicaciones.

En este caso, los más afectados son los medios regionales, que se sienten desprotegidos por el gobierno que no los apoya ni oye sus súplicas. Recientemente ha cerrado «Antorcha», tras 59 años de publicación diaria. Su director publicaba en el último editorial: «Hoy les decimos hasta luego, rogando que la normalidad se restablezca pronto para que nuestros lectores, anunciantes y articulistas tengan de nuevo en sus manos «Antorcha»». Él mismo denunció estar «devorados por la misma inflación, devaluación y crisis económica». A este grupo se suman también las publicaciones «Caribe» y «La Hora» o «Sol», que han echado el cierre, eso sí, «momentáneo» hasta que se restablezcan las importaciones.

La intervención argentina

En Argentina los medios también viven un momento difícil debido a la sombra que se cierne sobre ellos en forma de Cristina Fernández. Varias son las medidas y actos poco disimulados que ha acometido contra los medios más grandes. Por poner un ejemplo: «Clarín», junto con «La Nación» y «Perfil» no pueden recibir publicidad de los supermercados los fines de semana debido a una ley no escrita del gobierno de Cristina Fernández.

Pero entre las otras muchas medidas adoptadas para bloquear el papel de la prensa, destaca por su gran impacto el proyecto de ley que se encuentra en desarrollo para expropiar Papel Prensa, la fábrica de papel que surte a los principales medios que no le son afines. Pocas semanas más tarde de las elecciones presidenciales de 2011, la prensa y grupos argentinos se le venía encima ante la rapidez que se dio para empezar a promover una leí que expropiara la papelera. En un trámite exprés tras haber obtenido la mayoría absoluta en las elecciones presidenciales de 2011, el bloque oficialista, aprobaba por goleada el primer trámite. Actualmente se encuentra detenido, aunque se sigue temiendo entre los medios que se haga efectivo. En una reciente junta de accionistas del grupo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno junto a Axel Kicillof, el viceministro de Economía boicotearon la reunión de accionistas del grupo, acudiendo a ella con cámaras y agentes para filmar a los presentes.

Además, en su empeño por derribar a «Clarín», la presidenta les exige constantemente ingentes cantidades de información empresarial. Los rumores que hablan de la intervención de este diario, desembocaron en un mensaje de alerta internacional enviado por Ricardo Kirschbaum, directivo del rotativo. Este envió un correo electrónico a editores y publicaciones internacionales para advertirles de la «crítica situación» que tiene al grupo bajo amenaza permanente. Los pasados meses se hicieron fuertes los rumores de intervención por parte de la CNV del rotativo, que pudo ser parada debido a que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial suspendió un artículo de la ley de Mercado de Capitales, a petición de un accionista minoritario.

Fuente: www.abc.es