¿Por que se plancharon “los” dólares en abril?
A lo largo de abril el tipo de cambio oficial se mantuvo constante en $ 8,03 por dólar, en tanto que la cotización azul cayó –en números redondos- de $ 10,80 a $ 10,60.
¿Qué pasó? Para el decisor, más importante todavía, ¿qué puede llegar a pasar?
Retrospectiva. No está de más recordar que el segmento oficial del mercado de cambios no está liberalizado, ni su cotización es libre, mientras que en el segmento azul ocurre todo lo contrario.
Esto implica que en el segmento oficial del mercado de cambios el desequilibrio, entendido como el exceso de oferta o de demanda, al tipo de cambio fijado por el Banco Central, origina modificación en las reservas de la institución, mientras que en el segmento blue genera cambios en la cotización.
En abril pasado el tipo de cambio oficial no se modificó porque el Banco Central así lo dispuso de manera, ¿cómo decirlo?, “administrativa” (posibilitada por la no caída de reservas). En cambio, en el mismo período, el tipo de cambio azul cayó un poco, por la absorción monetaria (realizada pagandotasa de interés, es decir, aumentando el denominado déficit cuasifiscal) y la expectativa de que, por el momento, el dólar no se habría de disparar.
Prospectiva. Para el decisor, en el mejor de los casos la mirada para atrás es un insumo para mejorar la mirada para adelante.
¿Qué puede pasar con el tipo de cambio oficial? Distinguiendo entre salto devaluatorio y aumento del ritmo devaluatorio, a comienzos de 2014 el Banco Central aumentó de manera abrupta el tipo de cambio oficial de $ 6 a $ 8. La inflación resultante, junto a la que venía existiendo por otras razones, está erosionando la mejora inicial. ¿Puede el Banco Central volver a repetir el salto devaluatorio? Claro que puede, pero en esta nueva ocasión, sin sorprender. Porque cualquier decisor, aquí y ahora, sabe que –en función de lo que ocurrió hace poco- el Banco Central puede volver a hacer lo que hizo.
Esto implica que, con el correr del tiempo, volveremos a ver parsimonia en la liquidación de las exportaciones, y ansia en la compra de dólares para importar insumos.
La explicación de la reducción de la cotización azul es de naturaleza diferente. Porque, como se vio, tiene que ver con reducción de la liquidez reinante (en un contexto donde la demanda de dinero está cayendo) y expectativa, insisto –por el momento-, de que la cotización del dólar azul no se va a disparar.
¿Qué hará el Banco Central cuando la cotización azul vuelva a subir? Según algunos libros, debería volver a aumentar las tasas de interés. Pero como bien indica la década de 1980, en Argentina al menos la política monetaria restrictiva nunca es un sustituto permanente de la política fiscalexpansiva. Por lo cual esto de aumentar las tasas de interés para evitar que la población se vuelque hacia el dólar, solo produce efectos transitorios. Porque eventualmente no hay tasa de interés a la cual se frena una corrida hacia el dólar.
Encima de lo cual el aumento de la tasa de interés también afecta el nivel de actividad económica, y por consiguiente el del empleo. Esto es lo que el ministro de economía fue a decir el otro día al Banco Central, encontrado la siguiente respuesta: “lo sabemos, Axel, pero no esperes que reduzcamos la tasa de manera significativa, porque arriesgamos quedarnos sin el pan y sin la torta”. En otros términos, no basemos la explicación de la recesión en un diagnóstico puramente monetarista.
Síntesis: lo que pasó en abril, en los diferentes segmentos del mercado de cambios, tiene naturaleza transitoria. ¿Quiere saber cuándo y cuánto aumentarán el dólar blanco y el azul? No pierda tiempo y dinero buscando las respuestas.
¡Animo!
Fuente: www.cartapolitica.org