Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Scroll to top

Top

jueves 17 de julio de 2008

¿Quién desestabiliza al Gobierno?

En su iracundia discursiva, Néstor Kirchner no advierte que quien ha puesto el hacha sobre la raíces de la gestión de su esposa es precisamente él mismo.

El martes 15 de junio, en un extravagante discurso anti-campo, el cónyuge presidencial en retiro activo descargó su incontinencia verbal quizás para exculparse un pasado setentista que lo encontró ajeno al mismo.

En el agitado discurso –concluido con una transitoria pérdida de conciencia- el actual presidente del partido oficialista, mezcló el aceite con vinagre, intentando desatar su furia contra los ganaderos, agricultores, chacareros, tamberos y contratistas de consorcios de siembra. Olvidó agradecerles porque fueron ellos quienes proporcionaron una ingente cantidad de divisas para que el país se pusiera en marcha después de la fenomenal crisis del 2001 con las parcas del corralito, el default, la devaluación, el corralón y la pesificación asimétrica.

Por un instante, el discurso anti-campo, unió acontecimientos dantescos: los desasosiegos de la revolución libertadora de 1955, los comandos civiles, el entierro del cadáver de Evita en 1957 en el cementerio Maggiore de Milán, su traslado en 1971 a la residencia madrileña de Puerta de Hierro, los grupos de tarea de la dictadura militar de 1973 , el abrazo al almirante Isaac F. Rojas en 1989 y la gestión de un poderoso ministro de economía que tuvo la desdicha de ser nieto del fundador de la Sociedad Rural Argentina en 1866.

De esta mezcolanza el actual presidente de facto intentó elaborar un silogismo académico, deduciendo la conclusión de que los productores rurales de 2008, cobijan en sus pliegues a eternos golpistas que intentan desestabilizar el gobierno de la presidenta Cristina.

Sin embargo, su iracundia discursiva le impidió ver que quien ha puesto el hacha sobre la raíces del actual gobierno es precisamente él mismo. Porque no repara en juntar elementos desestabilizadores que afectan la sustentabilidad de la gestión.

A mano levantada podría ensayarse un croquis político, pero eso es harina de otro costal. Trataremos de analizar la situación basándonos exclusivamente en los elementos que nos brinda la ciencia de la administración según uno de sus máximos exponentes (Harold Koontz & Heinz Weirich, “Management: A global perspective”. Hay traducción al español de la 12ª edición, McGraw Hill Interamericana, México, 2006).

Ya sea para una empresa comercial, como para entidades sin fines de lucro o para organismos gubernamentales, la gestión razonable requiere que la máxima autoridad, cuente con la adecuada conformación de tres sistemas administrativos claves: el sistema de inteligencia, el sistema de deliberación y el sistema de ejecución.

Sistema de inteligencia

El sistema de inteligencia se refiere a la metódica y cuidadosa tarea estadística de recoger los datos numéricos que describen y miden la realidad circundante. Cuando el sistema de inteligencia es adecuado, el gobernante puede desempeñar profesionalmente su papel de estadista y comportarse como lo señala la etimología de la palabra.

El término “gobernante”, al igual que la palabra “cibernética”, provienen de un vocablo griego; “kubernete”, que significa nada menos que “timonel o navegante”.

Y el navegante, para conducir el barco, necesita de una serie de datos muy precisos que le brindan ciertos instrumentos imprescindibles, sin los cuales puede encallar o hundirse.

A esta altura de los acontecimientos no existe duda alguna que un secretario de Estado, por orden directa del cónyuge presidencial, realizó la increíble tarea de destruir el más idóneo instrumento de inteligencia económica que disponía el país. Se expulsaron a los mejores técnicos del INDEC, se desmantelaron las oficinas especializadas, se adulteraron los índices de precios, de pobreza, desocupación, de crecimiento, del producto bruto, del consumo y disponibilidad energética.

Últimamente, ha culminado esta bastarda tarea introduciendo una falsa metodología para calcular el índice del costo de vida que influye en cláusulas salariales y en los ajustes de los bonos emitidos por el Estado Argentino. Esa metodología trucha no tiene ningún aval científico del más insignificante nivel, pero sus reglas se guardan celosamente como si fueran el secreto nuclear de la guerra de las galaxias.

Lo mismo corresponde señalar sobre los datos de ejecución presupuestaria, que son desconocidos hasta que al cabo del tiempo aparecen informaciones parciales que indican, casi clandestinamente, en qué se ha gastado o despilfarrado el dinero obtenido de los contribuyentes.

Sistema de deliberación

El sistema de deliberación se compone de tres funciones imprescindibles: la consulta, el diálogo y el acuerdo.

Del mismo modo que se ha destruido el sistema de inteligencia, sin el cual la gestión de la presidente se hace a ciegas, el antiguo presidente en retiro activo, se ha ocupado de consolidar un esquema de deliberación caracterizado por la inoperancia de organismos verdaderamente asesores.

Tanto el INTA -en la crisis del agro- como CAMESSA -en la crisis de energía- son organismos de jerarquía científica, integrados por personas altamente expertas en estas materias, pero no son consultados para emitir opinión sobre sus asuntos.

En cuestiones de deliberación, el cónyuge presidencial se ocupó de anular los habituales procedimientos de consultas con personalidades de la ciencia, las academias, los especialistas, los líderes opositores, profesores e investigadores universitarios y científicos de relevancia mundial, como Otto T. Solbrig, profesor emérito en biología evolutiva de la universidad de Harvard, quien estuvo varias veces en el país y nunca ningún funcionario le pidió una opinión fundamentada sobre los temas que conoce profundamente.

Haciendo alarde de desaprensión, a nadie han citado ni requerido para brindar consejos técnicos sobre ninguno de los problemas que están cercando peligrosamente a la presidente.

Otra institución de deliberación política, tan tradicional como la existencia misma del gobierno, es el gabinete de ministros cuya función se ejerce solamente cuando los ministros se reúnen, presididos por la presidente y establecen un cambio de enfoques alcanzando lo que ha dado en llamarse “el acuerdo general de ministros”. Esa habitual reunión de gabinete, ha sido precisamente derogada en los últimos años por el cónyuge presidencial e iracundo orador de la manifestación anti-campo.

Por último, también se han repudiado otras prácticas habituales de los gobernantes que están atentos a cambios mundiales, traducidas en su participación en seminarios locales -como los que organiza IDEA- o en foros internacionales -como los de DAVOS, Suiza- o majestuosas exposiciones -como Expoagro de Armstrong, finalizada el 8 de marzo- que fuera la mayor y más importante exposición mundial en tecnología y práctica rural con la presencia de 206.000 visitantes y 6.500 expertos extranjeros interesados en conocer el secreto de la productividad y las técnicas de siembra directa, siembra de precisión, utilización de variedades transgénicas e incorporación de nutrientes al suelo practicados por los productores rurales argentinos.

Sin excepciones, todos estos mecanismos de deliberación y apreciación de la realidad, han sido rechazados por el antiguo presidente y siguen siéndolo por la actual presidente de la Nación.

Sistema de ejecución caótico

Además de los sistemas de inteligencia y deliberación, toda gestión eficiente necesita de un sistema de ejecución, que cuenta con reglas afianzadas por siglos de experiencia.

Pero, las prácticas microscópicas que pueden desarrollarse en una comunidad patagónica, con escaso número de habitantes como Santa Cruz, uniformidad casi absoluta de puestos públicos y sin un tráfico cultural o científico de significación, han marcado a fuego el estilo de ejecución que caracteriza al antiguo presidente. Ese estilo parece haber sido impuesto también a la actual presidente por su cónyuge.

Se trata de una primitiva obstinación tendiente a no delegar autoridad en ninguna persona, asumiendo uno mismo todas las tareas grandes o pequeñas, sin que nadie más tenga facultades para tomar decisiones.

Esta negativa a delegar autoridad se ha puesto en evidencia en las reiteradas desautorizaciones sufridas por el Jefe de Gabinete toda vez que intentaba llevar al despacho de Puerto Madero los acuerdos alcanzados con los representantes del campo. Irremediablemente recibía un veto y se le exigía una mortificante marcha atrás.

El personalísimo sistema de ejecución utilizado en la gestión patagónica fue trasladado al enorme escenario nacional, generando consecuencias caóticas, apreciadas en la tozudez de no descentralizar las licitaciones, concentrar las adjudicaciones y encomendar la ejecución de obras públicas a un grupo de empresas amigas, sospechosas de recurrir a sobreprecios.

Desde la más pequeña reparación de una escuelita rural hasta las obras faraónicas del tren bala, todo absolutamente se resuelve concentrando la ejecución en un ministerio de Planificación que, para colmo de las paradojas, carece de planes, tal como quedó demostrado cuando la Suprema Corte le exigió un plan para saneamiento ambiental del Riachuelo.

Tales prácticas barriales, unidas a un estilo que menosprecia el establecimiento de reglas previsibles y que salta de prioridad en prioridad según los intereses circunstanciales, han creado un sistema de ejecución de la obra pública repleto de anuncios pero huérfano de realizaciones.

Por haber afectado estos tres esenciales sistemas de gestión, el verdadero y único desestabilizador del gobierno de la presidente Cristina es su cónyuge en servicio activo, quien haría un acto de inapreciable servicio si se convenciera que su función más adecuada es la de pasar a revistar en la categoría militar de retiro efectivo. © www.economiaparatodos.com.ar

Antonio I. Margariti es economista y autor del libro “Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente”, editado por la Fundación Libertad de Rosario.

\"\"
Se autoriza la reproducción y difusión de todos los artículos siempre y cuando se cite la fuente de los mismos: Economía Para Todos (www.economiaparatodos.com.ar)