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lunes 19 de febrero de 2007

Revistas que esconden aumentos de tarifas

Cablevisión informó a sus clientes que a partir de marzo dejarán de recibir en forma gratuita la tradicional grilla de programación y que, en su reemplazo, podrán optar por suscribirse a una publicación cuyo costo se sumará al del abono. Lo novedoso es que todos están automáticamente suscriptos a la nueva revista salvo que expresamente indiquen lo contrario.

El regreso a casa luego de las vacaciones siempre depara alguna sorpresa. Esta vez, llegó de la mano de una carta firmada por Matías Bordenave, gerente comercial de Cablevisión, que acompañaba a una revista que hasta entonces nunca habíamos recibido y que incluía la tradicional grilla de programación, pero con otro formato y otro nombre, más el adicional de algunas notas intrascendentes.

Al terminar de leer la carta, uno no puede sentirse menos que estafado. Desde el inicio nos encontramos con una frase marketinera que pretende que nos creamos especiales y ese sentimiento nos haga olvidar de la extorsión que sobrevendrá unos párrafos más adelante. “Hemos seleccionado entre nuestros clientes a un grupo exclusivo entre quienes usted se encuentra”, se lee. Enseguida nos enteramos que pertenecer a un “grupo exclusivo” tiene su precio, porque eso quiere decir que la revista que tenemos delante de nuestros ojos, llamada “Miradas”, nos la enviaron gratis por única vez. A partir del próximo mes nos la cobrarán $ 3,50 (por suerte, con IVA incluido).

Unas líneas más adelante, leemos que el objetivo es poner a nuestra disposición “la mayor cantidad de alternativas posibles con respecto al servicio que le ofrecemos para que usted pueda elegir la más conveniente”. Sin embargo, a continuación nos anuncian que si no queremos recibir “Miradas” (y abonar los $3,50 extras) debemos comunicarnos por teléfono con ellos o visitar alguna sucursal. En definitiva, nos están informando que –mientras no manifestemos expresamente lo contrario antes del 15 de febrero– estamos automáticamente suscriptos a la revista. En primer lugar, esto está expresamente prohibido por la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor, que en su artículo 35 (ver norma) establece que “queda prohibida la realización de propuesta al consumidor, por cualquier tipo de medio, sobre una cosa o servicio que no haya sido requerido previamente y que genere un cargo automático en cualquier sistema de débito, que obligue al consumidor a manifestarse por la negativa para que dicho cargo no se efectivice”. Segundo, si automáticamente nos están suscribiendo a la revista, entonces no nos están dando la posibilidad –como pretenden convencernos– de que elijamos la alternativa más conveniente, sino que ellos ya han elegido previamente por nosotros.

Por otro lado, también nos aclaran que si manifestamos nuestra negativa a pagar la nueva publicación, dejaremos de recibir la tradicional grilla con la programación completa que nos enviaban mensualmente en forma gratuita (bueno, en realidad, estaba incluida en el precio del abono). En cambio, tratarán de conformarnos con el envío de una grilla reducida que sólo informará de las películas que se emitirán en el horario central. El resto habrá que consultarlo a través de la página web. Es decir, seguiremos pagando lo mismo que antes pero tendremos menos prestaciones. Para decirlo con las palabras precisas: se trata de un aumento encubierto o disfrazado.

A nadie se le escapa que esta especie de estafa viene de la mano de la anunciada fusión entre Multicanal (sus clientes ya recibían “Miradas” y pagaban por ella) y Cablevisión, que desde enero se hizo evidente a partir de la unificación de grillas y señales. Mientras todo eso sucede y el monopolio de la televisión paga comienza a tomar forma, la fusión no fue formalmente autorizada por los organismos estatales pertinentes. Desde el Gobierno, ocupados en controlar el precio de la carne y las verduras, no dicen nada.

No queda otra que agarrar el teléfono con “Santa Paciencia” y, después de largos minutos de espera hasta lograr ser atendido por algún representante de Atención al Cliente, solicitar a Cablevisión que no nos tome por tontos y que cancele la suscripción a “Miradas” que nunca pedimos. A juzgar por lo que cuesta conseguir que alguien atienda nuestro llamado, debemos ser muchos los que optamos por renunciar al “grupo exclusivo” de clientes. © www.economiaparatodos.com.ar

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