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jueves 14 de enero de 2016

Ruidos inconsistentes

Ruidos inconsistentes

“La lava esparcida sobre un terreno nos hace conocer la existencia pasada de un volcán que quizá no hemos visto, así como las conchas encontradas en la cumbre de un monte nos recuerdan la elevación de las aguas, indicándonos una catástrofe que quizá no hemos presenciado” (Jaime Balmes)

La magnífica metáfora del filósofo catalán que antecede, nos ha parecido un buen llamado de atención a quienes no se han apercibido aún de la magnitud de las ruinas heredadas por la administración Macri, que obligarán a reconstruir una república devastada por un kirchnerismo ineficaz y corrupto.

La fuga de los dos Lanatta y Víctor Schillaci y la posterior recaptura novelesca de los tres, evidencian, entre otras situaciones cuasi mafiosas preexistentes que comienzan a despuntar, el deterioro de las fuerzas de seguridad que parecen haberse dedicado durante una década a cuidar a los que delinquen.

Los dialécticos decían: “post hoc, ergo propter hoc” (después de esto, luego por esto), lo cual explica la sucesión constante de acontecimientos que indican la dependencia de causas comunes que contribuyen al mejor entendimiento de una situación.

El país ha recobrado una cierta paz, lo cual no quiere decir que haya quedado libre de malhechores y oportunistas. Todos ellos, parecen haberse conjurado para entorpecer al gobierno a fin de evitar el equilibrio político que necesita plasmar Cambiemos con cautela y mucha sabiduría.

Es así que vemos al peronismo kirchnerista ejercitando su vocación proverbial por marchar hacia adelante con muletas, en soledad o como sea, tratando de aglutinar a sus seguidores variopintos convirtiéndolos en miembros de una “concertación” lista para obstruir cualquier cambio, aunque de tal modo haga explotar por el aire el sentido común y la seguridad nacional.

Las órdenes de la ex Presidente (hoy “refugiada” en El Calafate), a sus pichones camporistas para no dar quorum ni aprobar el presupuesto de la provincia de Buenos Aires, la guerra mediática que trató de sostener a través del stalinista Sabatella para seguir empedrando el camino del Afsca y el empeño en obstaculizar cualquier acción clarificadora del nuevo gobierno, son algunas muestras de lo que decimos.

El gobierno deberá adoptar una estrategia menos acelerada en las decisiones que deba tomar de aquí en más, para impedir el fuego cruzado que proviene de los residuos de un poder muy corrupto que conserva intacto un deseo enfermizo por obstaculizar las imprescindibles tareas de saneamiento, porque en ello le va su propia supervivencia política de cara al futuro.

Lo que no comprenden los kirchneristas es que después del desastre que dejaron detrás de sí, sus exigencias se leen hoy como ruidos perversos e inconsistentes, ya que el crédito que alguna vez les otorgó la sociedad se agotó. Como ejemplo aislado -pero elocuente por sí mismo-, basta observar la actitud del chacarero de Cayastá que facilitó sus caballos a la policía para que los delincuentes fugados de General Alvear pudiesen ser atrapados en medio de los pastizales santafecinos.

Toda insistencia en debilitar a Cambiemos corre el serio riesgo pues de convertirse, tarde o temprano, en un boomerang para quienes lo propician, porque la esperanza por recobrar la normalidad atraviesa hoy horizontalmente a una sociedad que ansía volver a vivir en un clima de libertad, sin manos pesadas que se apoyen en su espalda indicándole qué debe hacer y qué le está vedado.

Además de ello, mucha gente comienza a preguntarse sobresaltada qué hubiese ocurrido en caso de que los candidatos de CFK para la Nación y la Provincia de Buenos Aires hubieran sido electos. ¿No hubiera resultado acaso la frutilla del postre que nos dejara atados de pies y manos frente a una corrupción purulenta que está emergiendo de la oscuridad en la que se hallaba oculta?

Terminamos estas breves reflexiones recordando al prolífico filósofo francés Julien Benda, quien hace algunos años señaló que “desafortunadamente, algunas sociedades que han levantado estatuas a muchas abstracciones que simbolizan excelencias sociales, jamás consagraron un monumento al orden y la seguridad”.

De eso se trata la tarea que tiene por delante el gobierno de Mauricio Macri, por sobre todas las cosas.

carlosberro24@gmail.com