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lunes 13 de octubre de 2008

Sin análisis político o sin políticas que analizar

La falta de coherencia y de lógica del escenario político argentino hace imposible cualquier tipo de análisis.

Nadie en su sano juicio podría pedirle a ningún analista, por más que haya dedicado su vida a capacitarse en la materia, que haga hoy una exégesis válida de lo que pasa en la Argentina. Sin reglas fijas, sin coherencia, sin políticas públicas concretas, y sin alternativas con plataformas y candidatos diferenciados o “diferenciables”; pretender analizar este escenario es pura utopía.

Bastan someros ejemplos para evidenciar una suerte de caos que va mucho más allá de la crisis internacional. Lo triste y predecible es que ésta será la elegida a la hora de justificar todo lo que no se ha hecho y cuánto se ha deshecho durante los últimos 5 años. Así, la crisis financiera que estalló en estos días será la culpable de todos los males que deriven de una gestión ciega y fantasiosa, con un poder hegemónico que permite hablar de un gobierno prácticamente autoritario, amén de los votos que hubiera alcanzado.

De alguna manera eso explica la sonrisa imperturbable de Cristina en todos los actos que sigue llevando a cabo, como si la panacea que predica fuese una realidad y no algo imaginario. Sostienen inicialmente que nada cambia en la Argentina porque la economía del mundo trastabilla, mientras se habla de suspensiones y 60 mil operarios son despedidos por la demora en desembolsos del Estado para obras públicas. Asimismo, bajan los commodities que permitieron el despilfarro de la caja y, consecuentemente, se esfuman las voluntades de muchos intendentes y caudillos provinciales.

La discusión sobre la viveza o la inteligencia de los Kirchner encuentra ahora un argumento más. Una cosa es la “avivada” y otra distinta es la capacidad para saber cuándo parar, si las señales alertan tempestad. No cabe duda de que el matrimonio presidencial ha tenido habilidad en muchos aspectos. Se han pasado entre ellos el cetro, han cometido un sinfín de errores de los cuales nadie ha sacado provecho ni capitalizado en demasía para erguirse como indiscutible alternativa. Los escándalos, las causas judiciales y las imputaciones que recayeron en los funcionarios cercanos fueron silenciados por un aparato comunicacional sustentado en el artificial “relato oficial”.

Nadie pretende que Argentina sea Perú, donde la mera sospecha de corrupción hizo renunciar a todo el gabinete de Alan García. El secretario de Comercio Guillermo Moreno y el ministro Julio De Vido, entre otros, siguen en funciones como si ninguna “desprolijidad” los hubiese salpicado.

Pero esos son apenas detalles de un país con matices muy peculiares.

Es evidente que el Gobierno no entiende qué es la globalización en su acepción más simple. Predican que la Argentina está en el mundo y, de pronto, aunque el mundo se caiga a pedazos, salen a decir que la Argentina no sufre los coletazos. No hay coherencia. Únicamente fuera de la estructura mundial puede un país ser indiferente a lo que sucede en el plano internacional. ¿Estamos o no estamos en el globo terráqueo?

Todo es contradicción y absurdo sin sutileza. Veamos:

– Que pagamos “cash” al Club de Paris. Aplausos. Que no pagamos. Silencio de radio.

– Que habría 500 pesos “porque sí” para los asalariados a fin de año. Que ese monto no perjudicaría a la ola inflacionaria y al empresariado. Que no habrá 500 pesos porque sería un descalabro.

– Que la soja es un yuyito y se la desprecia desde el atril a los gritos. Que el yuyito, de pronto, puede ser la oportunidad para el país ante la crisis mundial. Que la soja treparía a 800 o más la tonelada. Que la soja baja y las retenciones móviles hubieran arrojado mayores ganancias… Que la culpa es del “voto no positivo” dicen en el oficialismo. ¿Acaso, “Cobos traidor” pasa a ser “Cobos hermano”?

– Que habría 180 días de clases sí o sí. Que se aprueba solemnemente un nuevo feriado, en medio de semanas con paros docentes y reclamos por salarios.

– Que aquel que apuesta al dólar, pierde. Que somos un “modelo sólido y firme” inmune a la “burbuja que se rompe”. Que somos “modestos y humildes”. ¡Que aprendan de nosotros y que viva el Estado!

– Que la crisis sí nos afectará. Que debemos ser “cautelosos”. Que Brasil es competencia porque lloverán importaciones.

– Que el campo es oligarca y se enriquece. Que el campo ha sufrido mucho y habrá que subsidiarlo. Que debe reducirse el gasto…

– Que Néstor Kirchner le hace mal a la imagen presidencial. Que Néstor Kirchner se lanza con “Operativo Klamor” y ovacionado.

– Que Estados Unidos armó un complot contra nosotros. Que el país del Norte debe explicarnos el “maltrató” a la oficial de seguridad aeroportuaria que, amén de ir a declarar, pasó una buena jornada de shopping y playa.

– Que las Malvinas son Argentinas. Que son las Faulkland Island por un error de diseño gráfico ¿?.

– Que declaró un violador de menores que acampaba en el mismo sitio donde desapareció Sofía Herrera. Que se haga justicia pero, por los “derechos humanos”, que no haya grandes penas y se trate bien a los criminales, delincuentes y asesinos.

– Que Antonini Wilson venga a declarar acá. Que no venga.

– Que Julio César Cobos es radical. Que Julio César Cobos es oficialista.

– Que Gerardo Morales no acepta kirchneristas en la Unión Cívica Radical, pero fue Gerardo Morales el que entonaba la marcha peronista junto a Roberto Lavagna meses atrás.

– Que los mayores de 60 no seguirán en sus cargos. Que si seguirán trabajando.

– Que Raúl Alfonsín fue un héroe de la democracia. Que Raúl Alfonsín fue usado por los K…

– Que los hospitales públicos colapsan pero, el Estado, ocupándose de todo y de todos, es lo mejor que nos puede pasar.

– Que George Bush aprenda cómo se triunfa mirando hacia acá. El país “serio” se mofa del Imperio.

– Que las cacerolas se golpean hasta movilizar a los sordos. Que las cacerolas se guardan sin que nada haya cambiado: sigue la crisis del campo y la inflación. ¿De qué nos quejábamos?

– Que el INDEC es indiscutible pero invitan a “inspeccionado” sólo a empresarios que sacan provecho de la “amistad” oficial. Mejor sería darle, a las amas de casa, la dirección del supermercado donde Moreno llena el carro.

– Que se cierra el crédito, pero crédito no había. Que la “inflación no es un problema”. Que el Secretario de Comercio debe seguir frenando precios y apretando.

– Que el tren bala se hará. Que el tren bala no se hará.

– Que Aerolíneas Argentinas es estatal. Que Aerolíneas Argentinas es de Marsans.

– Que los Kirchner, finalmente, se dieron cuenta de que la crisis nos golpeará, pero el presupuesto 2009 no se va a tocar. ¿En qué quedamos?

En síntesis, y por respeto al lector, intentar un análisis político medianamente coherente y lógico de un escenario caracterizado por inconsistencias e improvisaciones, que rozan la antítesis unas de otras; es inútil e inadmisible. No jugamos acá al azar, ni el país es una mesa de Poker aunque muchas veces, la dirigencia, saca de la manga algún as.

Podría esbozar un horizonte de oscuridad que aflora a simple vista, o enfatizar las “bondades” de ser un país emergente o una “república bananera”, por decirlo de otra manera. Pero ambas escenografías pueden ser tan precisas como ficticias. Y no porque algo altere sustancialmente lo que hay, sino porque quienes tienen la función de gobernar, actúan sobre la marcha, sin previsibilidad, con proclamas que, en el 90% de los casos, terminan siendo meros enunciados sin ninguna factibilidad.

Habrá que desensillar hasta que aclare. Pueden agotarse las reservas para sostener el dólar pero no la capacidad de Cristina para improvisar excusas y justificarse desde el atril en el Salón Blanco, o en los sitios “amigables” del interior y el conurbano.

Corolario K: entonces, ¿para qué preocuparnos? © www.economiaparatodos.com.ar

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