Sin anuncios formales siguen las minidevaluaciones
El próximo 16 de junio en Nueva York la Corte de Justicia estadounidense trataría el caso argentino por el litigio con los holdouts, debiendo resolver ese día si acepta o rechaza su intervención
Panorama argentino
La semana pasada se caracterizó por la fuerte repercusión que tuvo el acuerdo con el Club de París, incluyéndose comentarios triunfalistas diversos y especulaciones poco fundadas. Pero ahora surgen dudas, principalmente con la posibilidad de un mejoramiento en la relación con los Estados Unidos, porque éste puso como principal motivo para votar en contra de la Argentina en los organismos internacionales de crédito el hecho de que los datos sobre su economía no fueran confiables. En un comunicado emitido en Washington el viernes por la tarde, el FMI se abstuvo de efectuar valoración alguna sobre el nuevo índice de precios que rige desde febrero pasado, pero el organismo que lidera Christine Lagarde «reconoció» que las autoridades argentinas tomaron «todas las medidas especificadas» para el primer tramo del trabajo acordado con el objetivo de «mejorar las deficiencias» que existían. La segunda reunión de los directivos del FMI se realizará a fines de septiembre, oportunidad en que la Argentina deberá suministrar detalles del sistema metodológico de los nuevos indicadores para comprobar si se ajustan a las normas internacionales de estadística. La tercera y última etapa tendrá lugar en febrero del año próximo, mes en el que el FMI deberá dar su veredicto sobre el tema. Sin embargo, si el organismo finalmente anunciara una evaluación favorable, se cree que los Estados Unidos no tendría previsto modificar su voto negativo de forma automática, sino que podría demorarse todavía algunos meses más. Cabe agregar que Jorge Capitanich, confirmó que el Congreso no intervendrá en el acuerdo con el Club de París y que los pagos se harán con las reservas del BCRA. Pero otro hecho agregó un nuevo motivo de preocupación. Es que el próximo 16 de junio en Nueva York la Corte de Justicia estadounidense trataría el caso argentino por el litigio con los holdouts, debiendo resolver ese día si acepta o rechaza su intervención. Mientras, el MULC argentino continúa reducido a su mínima expresión, sin que se cepa con precisión y claridad sobre las política monetaria del BCRA, si es que realmente existe. En ese sentido cabe destacar que lo único que se ha logrado es mantener las reservas congeladas en USD 28.000 millones desde el 25 de abril ppdo. y mostrar una devaluación de nuestro peso, claramente inducida por el BCRA, del 25% en lo que va del año. Es evidente que los dólares aportados por los grandes exportadores de granos y productos oleaginosos no alcanzan para satisfacer la demanda por pagos de importaciones de bienes y servicios, aunque reducidas por el “cepo”, y de otros que han sido directamente prohibidos. Por eso, se estaría analizando dentro del ámbito oficial reducir aún más las posiciones que los bancos pueden mantener en dólares, a pesar de que dicha versión fue luego desmentida. En las últimas cinco jornadas el volumen operado entre las entidades bancarias fue de USD 1.206 millones, con un promedio diario de USD 241 millones, un 12% mayor al del similar período anterior. En la última jornada el BCRA recibió la ayuda del Banco Nación, que vendió en el mercado unos millones de dólares que sirvieron para mantener la cotización del dólar transferencia en un máximo de $ 8,1450, precio al que se cerraron la mayor parte de las compras realizadas por parte de los importadores. En los últimos minutos aparecieron vendiendo algunos exportadores y el BCRA pudo así fijar el cierre vendedor de transferencia, que informó luego el Banco Nación, en $ 8,1300, similar al del jueves y con un ajuste al alza semanal de 0,6%. El ente monetario compró en la semana USD 190 millones, pero sus reservas, según cifras provisorias, quedaron sin cambios en los tres últimos días en USD 28.639 millones, con una suba semanal de sólo USD 97 millones. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar a un año cotizaba a $ 11,2168 (38%).
Panorama internacional
Durante los últimos seis meses el par dólar/euro ha estado moviéndose entre 1,3490 y 2,3930, mostrando una calma no habitual en el mercado internacional de divisas y muchos operadores y analistas se están peguntando si esa aparente tranquilidad debería ser motivo de preocupación. La economía estadounidense ha sufrido una contracción en lo que va del año, la Fed ha empezado a reducir su programa de compra de bonos diseñado para estimular el crecimiento, el gobierno del presidente Barack Obama ha chocado con Rusia sobre la anexión de Crimea, la economía de China se ha desacelerado y Medio Oriente sufre una fuerte agitación civil. Sin embargo cuando se observan las pantallas de los mercados, bursátiles y cambiarios, el mundo se está comportando como si fuera un modelo de estabilidad, olvidándose de la aversión al riesgo y actuando no teniendo en cuenta los límites. Por su parte, la Fed ha dado pie a la sensación de calma al ofrecer a los inversionistas seguridad de que las tasas de interés se mantendrán bajas por «un tiempo considerable» después de que el programa de compra de bonos, conocido como flexibilización cuantitativa, llegue a su fin en unos meses. Y pese a todo ello los funcionarios del banco central estadounidense si bien no ven una acumulación de amenazas serias a la estabilidad general del sistema financiero, permanecen atentos a las señales de que las medidas implementadas puedan estar provocando efectos secundarios peligrosos. Y del otro lado del Atlántico, el jueves pasado el BCE rebajó su tasa de interés de referencia al 0,15%, un nuevo mínimo histórico, frente al 0,25% que venía manteniendo desde noviembre, redujo el interés para préstamos de emergencia a un día a 0,40% y para los depósitos de los bancos al -0,1%. Según se estimó una tasa negativa de depósitos podría fomentar que los bancos presten los fondos excedentes a otros bancos y que, eventualmente, aquéllos puedan llegar a la economía real. Se estima que la decisión del BCE también contribuye a debilitar al euro, lo que impulsaría las exportaciones y elevaría la tasa de inflación. La decisión llegó dos días después de que se publicara el dato de inflación de la eurozona en mayo, que se desaceleró a 0,5%, su menor nivel en más de cuatro años, y muy por debajo del objetivo oficial de poco menos de 2% anual a mediano plazo. El viernes impactó el dato sobre el empleo en los Estados Unidos, que en mayo agregó 217.000 nuevos puestos de trabajo, por debajo de las 218.000 esperados, pero la tasa de desempleo se mantuvo en el 6,3%, mejorando las expectativas. Según el informe, la economía estadounidense ha podido recuperar todos los puestos de trabajo perdidos durante el período de recesión y así en los últimos doce meses el número de desempleados ha descendido en 1,9 millones y la tasa de desocupados ha bajado en 1,2 puntos porcentuales. Pero, finalmente, resultó una inesperada sorpresa que más de un centenar de miembros del Parlamento británico aprobaran una moción de apoyo destinada a evitar que «los fondos buitre hagan ganancias con la Argentina y de esta manera provoquen un incumplimiento de pagos» por parte del país. El euro osciló durante la semana pasada entre 1,3510 y 1,3670 y al cierre del viernes en el mercado de New York cotizaba a USD 1,3640.
Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/