Sorprendió el acuerdo pero todavía queda el cepo
El hecho esperado más importante será el del jueves 12, cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos defina la suerte del juicio contra los holdouts por unos USD 1.500 millones
Panorama argentino
El sorpresivo acuerdo sobre la refinanciación de la deuda argentina con el Club de París ha sido, sin lugar a dudas, la decisión del actual Gobierno que ha logrado el mayor consenso, que incluye a buena parte de sus opositores y de las entidades empresariales, como así también a la mayoría de los economistas. Pero al respecto todavía habrá que esperar un tiempo para que nuestro país pueda recomponer sus relaciones con los organismos internacionales para acceder al financiamiento externo y para que el Gobierno de los Estados Unidos resuelva dejar sin efecto ss decisión de votar en contra de los desembolsos de créditos al país por parte del BID y el Banco Mundial. Hay que tener presente también que el próximo viernes 6 de junio el FMI deberá mostrar el resultado de su primer monitoreo sobre las estadísticas del INDEC, aunque sin dudas el hecho esperado más importante será el del jueves 12, cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos defina la suerte del juicio contra los holdouts por unos USD 1.500 millones. No obstante, el tema que seguirá siendo discutido, a pesar del exitoso resultado, serán las inexplicables demoras en regularizar dicha vieja deuda con tan alto costo y en recomponer las relaciones con el mundo financiero para obtener fondos que se invertirían en las principales obras de infraestructura necesarias para que nuestro país pueda crecer. Otro hecho importante que ocurrió en la semana pasada fue protagonizado por el presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, en su presentación ante más de 300 empresarios en la reunión convocada por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP). El funcionario afirmó que se bajarán las tasas de interés de las subastas semanales de letras sólo cuando la inflación caiga por debajo del 2% mensual y que las reservas internacionales, que en el 2013 cayeron un 30%, cerrarán el año cerca de sus niveles actuales, en 28.000 millones de dólares. Por su parte, Axel Kicillof prometió lo siguiente: «Si entrara más inversión podríamos aliviar trabas al giro de dividendos». El MULC argentino siguió operando en un clima incierto, debiéndose esperar todos los días hasta después del mediodía para ir conociéndose los pagos de importaciones que autorizaría el BCRA, con un “cepo” extremadamente exigente que crece y que perjudica cada vez más a las empresas. Todo ello deriva en un menor volumen de operaciones, como lo demuestra lo transado entre bancos la semana pasada, con un total de USD 1.077 millones, con un promedio diario de USD 215 millones, un 41% menor al del similar período anterior. A instancias del BCRA, porque ese no resultó el último valor operado, el Banco Nación tuvo que fijar el viernes su cierre vendedor de transferencia en el máximo histórico de $ 8,0800, un 0,2% mayor al del viernes 23, que significó un ajuste mensual al alza del valor del peso/dólar del dólar 1% y del 24% en lo que va del año. Al cabo de las cinco jornadas el BCRA compró USD 315 millones y sus reservas, según cifra provisoria, aumentaron sólo USD 32 millones, a USD 28.546 millones, habiendo crecido durante mayo unos USD 326 millones y mostrado una caída en el año de USD 2.053 millones. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar a un año de plazo cotizaba al cierre del viernes en $ 11,1025, mostrando una tasa implícita del 37% anual.
Panorama internacional
La economía estadounidense se contrajo en el primer trimestre del año, siendo ese el último traspié de una recuperación que ha tenido dificultades para arraigarse desde que la recesión finalizó hace casi cinco años. El PIB, la medida más amplia de los bienes y servicios producidos en la economía, se contrajo a una tasa anualizada ajustada del 1% en los primeros tres meses del año, según anunció el jueves pasado el Departamento de Comercio. Los economistas del Gobierno habían previamente estimado que el PIB se desaceleraría un 0,1% en el primer trimestre a causa del inusual frío invernal, pero ahora la estimación ha variado, tras haberse incorporado datos económicos adicionales conocidos en las últimas semanas. Unas importaciones mayores de lo anticipado y un crecimiento de los inversionistas más lento de lo previsto ha hecho que la economía entrara en territorio negativo. Sin embargo, no se prevé que la contracción trimestral anticipe una crisis prolongada o una nueva recesión. El crecimiento del empleo ha sido mediocre pese a que la tasa de desempleo ha caído lentamente. El débil incremento de los salarios ha limitado el gasto de los consumidores y el mercado de la vivienda creció en 2012 y 2013, pero se ha ralentizado en el último año. Además, muchos economistas esperaban que 2014 fuera un año de crecimiento, alentado por una economía que se expandió un 3,4% en el segundo semestre de 2013, pero esas esperanzas se han aplazado. El Departamento de Comercio publicará una nueva revisión de la estimación del PIB del primer trimestre el 25 de junio. Y del otro lado del Atlántico, el Banco Central Europeo dijo el miércoles que la probabilidad de que el pago de la deuda lleve a una caída sostenida de los precios de la eurozona es bajo, señal de que la entidad aún confía en que no haya amenazas de deflación en el bloque, a pesar del lento ritmo de la subida de precios. Según los últimos datos, la inflación del bloque se sitúa en el 0,7%, por debajo del objetivo del BCE de mantenerla justo por debajo del 2% a mediano plazo. Mirando al futuro, el evento clave de esta semana será la reunión de política monetaria del BCE. Según los analistas se espera que Mario Draghi decida algún tipo de medida política, aunque el riesgo de decepción es alto. La decisión más probable sería un recorte de las tasas de entre 10 y 15 pb, lo que parece haber sido ya descontado por el mercado y, además, siendo poco probable de que el ente monetario esté dispuesto a tomar medidas críticas para evitar la deflación. Como consecuencia de todo ello el euro nuevamente se mantuvo estable la semana pasada, alrededor de los 1,36 dólares, y al cierre del viernes en el mercado de New York se negociaba a USD 1,3630
Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/