Toda la esencia conceptual del kirchnerismo resumida en una frase
El autor, economista de la Fundación Libertad y Progreso, pone la lupa en la argumentación de Cristina Kirchner para diseccionar el problema de fondo de una política que sólo se autoconcibe como árbitro de la puja distributiva
“Creo que estas cosas tenemos que discutirlas sin agravios y sin insultos, yo quiero discutir políticas, quiero hablar de políticas concretas, quiero que me expliquen cómo hago para sacar plata de un lado y no sacársela al otro o que la tenga que poner el otro, porque en economía cuando vos le das uno es porque le dejaste de dar a otro, no hay ninguna otra posibilidad.” (Presidente Cristina F. de Kirchner 14 de Agosto 2013, Tecnópolis)
Esta frase de la presidenta Cristina revela un concepto muy fuerte que da fundamento a toda la política económica y social del kirchnerismo. Según esta visión, “la riqueza ya está creada”, la tienen unos y por lo tanto no la tienen otros. En ese contexto la forma de obtener riquezas, bienes materiales, ingresos es a través de la exacción a otras personas.
El Estado viene a cumplir ese rol de “extractor de riquezas ajenas benevolente”, por cuanto le sacaría recursos a los más ricos para distribuirlos entre lo más pobres. Esta generosidad estatal entra en conflicto con sectores favorecidos y concentrados que “reaccionan”. Nace el conflicto de intereses que se resuelve en los cuerpos legislativos y en las urnas mediante las mayorías.
Esta suerte de biblia kirchnerista adolece de un defecto fundamental: no se condice con la realidad. La riqueza no se distribuye, se crea. Si el bienestar de las personas dependiera de la distribución de riqueza estaríamos peleando por los taparrabos de Adán y Eva.
La historia de la humanidad es la historia de la creación de riqueza. Las sociedades fueron encontrando mecanismos e instituciones cada vez más eficientes que permitieron superar estadios de confrontación por lo poco para pasar a la cooperación por lo mucho.
Hoy la humanidad está viviendo niveles de prosperidad impensables hace 100 años. Según estudios de Anguss Maddison, en 1820 el 80% de la población era pobre. En 2005 el 18% de la población era pobre.
La pobreza se redujo. Pero en los últimos 20 años hay un dato adicional. Es la primera vez en la historia de la humanidad que la pobreza se reduce en términos absolutos -no sólo relativos-. Cada año hay menos pobres tanto en cantidad de personas como en porcentaje de la población mundial. En la actualidad más de 5.000 millones de personas no son pobres.
¿Acaso podemos llegar a pensar que ese fenomenal aumento de la prosperidad mundial se produjo por “asignaciones universales provistas por los estados”? ¿Acaso fueron los secretarios de comercio quienes permitieron esa avalancha productiva? ¿Fueron las políticas sociales o los estado benefactores?
La creación de riqueza a escala global y generalizada se produjo a partir de la adopción de instituciones básicas como la propiedad privada y la libertad de comercio. Esas instituciones fueron “novedades” que surgieron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. A partir de allí hay un antes y después en la historia.
El argumento “la pobreza se resuelve con distribución” (varias veces afirmado por la presidenta) es falso de toda falsedad. La pobreza se resuelve con creación y ésta depende de instituciones en las cuales el Estado poco tiene hacer más que protegerlas.
Fuente: www.libertadyprogresonline.org