Llegaron los primeros días de marzo, y las familias con hijos en edad escolar inician nuevamente la marcha hacia un nuevo ciclo lectivo, cargado de expectativas, deseos, miedos y ansiedades.

Las rutinas familiares cambian. Los horarios ya no son tan flexibles como en los meses de verano y debemos ayudar a nuestros hijos a que estén organizados y menos ansiosos. Para esto, somos los adultos los responsables de favorecerles, según las edades, hábitos saludables de alimentación, sueño y tiempo de ocio.

Nos aguarda el “primer día de clases”, esperado e inolvidable, con grandes emociones para nuestros hijos. Pero también para nosotros, sus padres, que los vemos crecer, adaptarse y que rememoramos nuestro paso por la escuela…

Poder acompañarlos es clave en sus vidas; no solo es sumamente gratificante, sino que los hace sentir contenidos, apoyados, y nuestra mirada los protege y los orienta.

Enfrentan año a año cambios: de compañeros, de maestros, tal vez de colegio y nuestra “presencia” y escucha atenta son fundamentales para su procesamiento. Los chicos, generalmente, suelen tomar con naturalidad y espontaneidad esos cambios, pero debemos estar atentos a las señales que día a día nos dan para contener y orientar.

Nuestros hijos son los grandes “protagonistas” de sus vidas escolares pero nosotros, sus padres, debemos ser siempre sus grandes y fieles “colaboradores”, incansables e incondicionales. Nuestro compromiso con su estudio y con la escuela elegida es fundamental para que el año transcurra sin grandes sobresaltos. Acompañar sin obstaculizar ni interponerse, sería la clave. Y debemos recordar que para nuestros hijos, y sobre todo para los más pequeños, sus maestros, su escuela están “idealizados”, por lo tanto es recomendable que cualquier duda o inquietud, la evacuemos entre adultos sin desvalorizar, ni peyorativizar el actuar o proceder de alguno de ellos delante de nuestros hijos.

Participar y por sobre todas las cosas “comprometerse” con su educación, hacernos el tiempo y brindarles la importancia que tienen las reuniones, las charlas, las acciones concretas de las escuelas de nuestros hijos es el gran ejemplo y la gran y mejor herencia que les dejaremos.

Recordemos que somos modelo ante la mirada de nuestros hijos, con nuestros aciertos y errores, y que la importancia que le brindemos será la que ellos también le den.

¡Ciclo lectivo 2009 ya en marcha! Mucho por hacer, mucho por recorrer, nuevas sorpresas, nuevos desafíos y lo que efectivamente sabemos: será único e irrepetible para nuestros hijos. Entonces, no nos perdamos la oportunidad de vivirlo junto a ellos. © www.economiaparatodos.com.ar

Roxana Schiliro es miembro del equipo de profesionales de la Fundación Proyecto Padres