“Los niños son los mensajes vivientes
que enviamos a un tiempo que no hemos de ver.”
Neil Postman

Cada vez que leo esta frase renuevo mis ganas de comprometerme con el presente. Porque a pesar de lo que vemos y sufrimos, cada situación crítica que nos tome comprometidos se convierte en una oportunidad.

Algunos podrán pensar que es una mirada simplista de la realidad, o hasta inconsciente. Sin embargo, creo que es una mirada realista como nunca, porque el futuro es nada sin un presente decidido a pensar en él. Justamente y por esta razón, hoy nos proponemos reflexionar junto a ustedes sobre el presente, con una mirada puesta en todo lo que, como padres, podemos aportarle a este momento clave de nuestras vidas.

Los diagnósticos están hechos, no hay mucho que seguir describiendo, hablar de lo mismo sin proponernos superar el pasado nos impide actuar en el presente y, mucho, más soñar el futuro.

Esto es lo nuevo y lo viejo, desde siempre y para siempre, nadie cambia la historia como espectador pasivo, sino como protagonista. Esta realidad de la diversión adolescente nos brinda un escenario que nos saque de la queja y nos involucre decididamente a actuar.

Nadie por nosotros y nadie como nosotros podrá aportarle al presente la semilla necesaria que brote en un futuro mejor para nuestros hijos.

Esta es la maravilla de vivir en el tiempo y de hacernos dueños del mismo: hoy puedo cambiar porque siempre hay tiempo y algo que hacer. Pero, lo mejor de todo es que no seremos nosotros el testimonio de ese compromiso, sino las generaciones que enviaremos al mundo futuro las que hablarán con su vida de nuestro presente activo y valiente.

Si miramos a la realidad como una oportunidad, no puedo concebir entonces que nos quedemos inmóviles frente al presente, o esperando que alguien haga el cambio que nuestros hijos están esperando que protagonicemos nosotros. ¿Es posible una motivación mayor? ¿Qué voy a hacer en concreto en mi comunidad a partir de hoy? Si esta pregunta encuentra respuestas activas en todos los padres, valió la pena.

Es hora de que se despierte el gigante dormido que somos los padres y de que entendamos de una vez que el futuro de nuestros hijos es nuestro presente. Verdaderamente hay una oportunidad para el cambio y nos está esperando desde la firme convicción de que “mejores padres, mejores hijos, mejores argentinos”. © www.economiaparatodos.com.ar

El licenciado Adrián Dall’Asta es director ejecutivo de la Fundación Proyecto Padres.