Cada profesor tiene su criterio para evaluar en los exámenes. Yo establezco el siguiente: hay un mínimo de conocimientos que el alumno no puede dejar de saber. Si el estudiante demuestra que conoce ese mínimo, está aprobado. Y si demuestra que sabe más que el mínimo, la nota que va a obtener será superior a la calificación mínima para aprobar. Eso sí, si el alumno no demuestra conocer el mínimo de conocimientos, no puede aprobar la materia.
Si uno aplica este mismo criterio a las declaraciones y actos del gobierno, la mayoría de las veces descubre que no tienen el conocimiento mínimo para aprobar. Veamos dos ejemplos recientes referidos al tema de la carne.
Ejemplo número uno. El Jefe de Gabinete acaba de afirmar que “no tiene mucho sentido que la Argentina, el primer consumidor de carne del mundo, esté careciendo de carne o tenga que pagarla de la misma manera que se está pagando en otros lugares del mundo…”. Y luego finalizó diciendo: “Nuestros productores hacen escasear esta carne”.
Pregunta de examen: ¿por qué la carne en la Argentina tiene que costar menos que en otros países, descontado el costo de flete? ¿Cuál es la razón para que el productor o el exportador vendan la carne a un precio menor al que podrían obtener en otro país? Cualquier alumno que pretenda aprobar Introducción a la Economía tiene que saber que los mercados siempre arbitran, es decir, siempre aparece alguien que compra un bien donde está barato para venderlo donde está caro. Y que, si no existen restricciones gubernamentales al ingreso de nuevos competidores, el arbitraje va a continuar hasta que los precios tiendan a igualarse.
Respecto a la segunda parte de la afirmación de Fernández –que los productores hacen escasear la carne– habría que preguntarle al Jefe de Gabinete si conoce de la existencia de un call center que todos los días se comunique con los 200.000 productores ganaderos para indicarles si tienen que mandar o no hacienda al mercado. En todo caso, si el productor no manda hacienda al mercado, ésta queda en el campo y sigue engordando, con lo cual, al momento de decidir mandar hacienda va a estar enviando más kilos y, por lo tanto, no sólo bajará el precio, sino que, además, habrá carne en abundancia como desea el Jefe de Gabinete. Lección elemental de Economía: aunque fuera cierto que existiera ese call center que le indicara diariamente a los 200.000 productores si tienen o no tienen que enviar carne al mercado, llega un punto en el cual la vaca no sigue engordando y e productor tiene que mandarla al mercado con más kilos.
Vayamos al segundo ejemplo. El gobierno sostiene que los productores quieren ganar mucho. ¿Qué es mucho? Una de las primeras cosas que uno explica cuando enseña Economía es cómo actúa el inversor. Supongamos que usted tiene un millón de dólares y está evaluando la posibilidad de comprar un campo en la Argentina para ser productor ganadero. ¿Cuál es su primera alternativa? Comprar un bono del gobierno argentino (para comparar riesgo argentino campo vs. bono) y vivir de la renta que le da ese bono. Sólo estará dispuesto a dedicarse a la actividad ganadera si el rendimiento esperado supera el rendimiento del bono. ¿Por qué? Porque si uno compra un campo no sólo va a tener que trabajar, sino que, además, va a tener que lidiar con la AFIP, rentas provinciales, el municipio, los sindicatos, las decisiones del gobierno de si puede o no puede exportar y mil problemas más. Por otra parte, al comprar un campo queda ilíquido; en cambio, si tiene el bono está líquido y si ve que el gobierno puede llegar a no pagarlo (cosa que no sería extraña en la Argentina) puede salir rápidamente del riesgo argentino y pasarse al riesgo norteamericano, por ejemplo, comprando un bono a 10 años.
¿Cuáles son los rendimientos que hoy ofrecen los bonos del gobierno argentino? Obviamente, varían de acuerdo a sus características, pero si uno toma bonos con mucho volumen de operaciones –de modo que le permitan salir rápidamente si así lo desea– se va a encontrar con bonos en pesos que le ofrecen rendimientos de CER + 6,10% anuales o bonos en dólares con una TIR del 8,79%. Eso sin tener en cuenta las Nobac, que tienen rendimientos del 13 al 14% anuales.
¿Cuál es el rendimiento que tiene que pedirle un productor ganadero a su inversión para superar los rendimientos que están ofreciendo los bonos del gobierno? En realidad, el piso de rentabilidad al sector, como al resto de los sectores productivos, se lo están poniendo estos bonos. La típica timba financiera que aparece con los gobiernos populistas y progresistas.
¿Alguien puede afirmar que un productor ganadero tiene una renta del 20% anual sobre su capital invertido? Es cierto que un productor puede sacrificar rentabilidad por realizar una actividad que le agrade. Esto ocurre en todas las actividades de la vida laboral. Hay profesionales que prefieren ganar menos y hacer algo que les gusta. Pero ese sacrificio tiene un límite a partir del cual la persona deja de hacer lo que le gusta y se dedica a generar plata porque, al fin y al cabo, también tiene que mantener una familia y pensar en su futuro.
En síntesis, cuando uno ve las rentas que ofrecen los bonos del gobierno y escucha a sus funcionarios hablar de que tal o cual sector gana mucho dinero, no puede menos que pensar: si este fuera alumno mío, lo bocho porque no alcanzó los conocimientos mínimos para aprobar la materia.
Señores del gobierno, estudien la bolilla “vacas vs. bonos”. Si no conocen este tema, no pueden tener la nota mínima para aprobar. © www.economiaparatodos.com.ar |