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jueves 2 de marzo de 2006

Venezuela comienza el juicio a los líderes de “Súmate”

Un tribunal venezolano ha iniciado un proceso judicial contra los directivos de una organización opositora acusada de conspirar contra el orden democrático por haber recibido fondos de los Estados Unidos.

Un tribunal venezolano ha iniciado un juicio contra los directivos de la organización opositora “Súmate”, que fueran acusados por la Fiscalía General del país caribeño, ahora “bolivariano”, de “conspirar contra el orden democrático” local por haber recibido fondos de los Estados Unidos.

Entre ellos, su presidente, Alejandro Plaz, y la joven y popular líder opositora, una mujer extraordinaria, María Corina Machado.

“Súmate” había aceptado una gigantesca ayuda -de 31.000 dólares- recibida de la Fundación Nacional para la Democracia, un ente independiente del país del norte que recibe algunos fondos del Congreso norteamericano para “promover la democracia” en el mundo.

Hugo Chávez, cuya retórica antinorteamericana es de tono subido y constantemente provocativo, persigue implacablemente a sus enemigos, muy especialmente a aquellos que se animan a disentir públicamente con él, lo que naturalmente es el peor de todos los posibles pecados para un autoritario.

A la manera de Cuba, ha creado el “delito de opinión”.

Un notable libro reciente (“Oro da Mosca”), que Chávez seguramente no leería, escrito en italiano por Valerio Riva después de una paciente investigación, nos recuerda que durante la “era soviética”, la entonces Unión Soviética financiaba a los más diversos partidos comunistas del mundo. Abiertamente. Y sin que nadie lo objetara. Si le interesa, el asunto está citado en otro libro, también muy denso, el recientemente escrito por Robert Conquest, “The Dragons of Expectation” (Norton, 2005), que le recomiendo enfáticamente.

Entre 1953 y 1984, en esas tres décadas solamente, nos dice Riva, el Partido Comunista norteamericano recibió de la URSS unos 42 millones de dólares. Bien distinto, porque no sólo hablamos de montos no simbólicos, sino porque además eran “otros dólares”. El Partido Comunista francés, por su parte, recibió unos 50 millones de dólares y el Partido Comunista Italiano, algo menos, unos 47 millones de dólares. El Partido Comunista británico, por razones bien extrañas, mucho menos, apenas unos 292.000 dólares.

Lo de Chávez cada vez me recuerda más a una canción que entonces solía cantarse en Nueva York en alusión al Partido Comunista local, cortita, cuyo significativo estribillo decía:

“They preach socialism
But they practice Fascism
To keep Capitalism
By the Boss”.


Notable, porque su texto -muy sencillo pero directo- nos delata que los tiempos, pese a la evolución del mundo y al ruidoso colapso del comunismo, que América Latina se empeña en desconocer, no parecen haber cambiado demasiado a la gente. © www.economiaparatodos.com.ar



Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).




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