miércoles 25 de julio de 2012
¿Y si también tomamos la Casa Rosada?
Si para el ministro de educación tomar un colegio para decidir quién maneja el bar no es tan terrible y es un triunfo de la democracia, ¿por qué no tomar la Casa Rosada para ver quién imprime los billetes en Argentina?
El ministro de educación, dijo que desde el gobierno no se interpreta como una ilegalidad la toma de los colegios. Para él es un triunfo de la democracia que los chicos se organicen y participen políticamente en los colegios.
En otras palabras, para el ministro no está mal que los chicos pretendan cogobernar en los colegios y la toma de un colegio no es tan terrible.
Dado que los directores de los colegios dependen de sus superiores y tienen que responder al ministerio de Educación, podemos extender a toda la organización política del país y proponer, por ejemplo, que siendo un triunfo de la democracia los ciudadanos tomen la Casa Rosada porque, después de todo, si los chicos pueden tomar un colegio por el tema de quién maneja el bar del colegio o por quién se encarga de las fotocopias, ¿por qué los ciudadanos no pueden tomar la Casa Rosada para que les aclaren el tema Ciccone, las pérdidas de Aerolíneas o tantos otros temas oscuros que nunca terminan de aclararse?
¿Si los chicos pueden tomar un colegio, en nombre del triunfo de la democracia para cuestionar las decisiones de los directores del colegio, por qué la gente no puede tomar la Casa Rosada para cuestionar las decisiones del presidente de turno?
Es más, dado que no hay que confundir autoridad con autoritarismo, y siendo que la autoridad se gana por trayectoria, ejemplo en los comportamientos, honestidad y capacidad, la toma de la Casa Rosada debería ser tomada, según el pensamiento del ministro de Educación, como un triunfo de la democracia.
¿O será que si les cuestionan a ellos el manejo del país, estamos en la cadena del miedo y el desánimo, pero si los chicos toman un colegio para ver quién maneja un bar es la cadena de la felicidad, la buena onda y del triunfo de la democracia?