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jueves 2 de noviembre de 2006

China presiona para que bajen los precios de las commodities

Con el objetivo de influir sobre los niveles de precios de las materias primas, China intenta organizar “grupos de negociaciones conjuntos” en distintas áreas estratégicas como hierro, aluminio, petróleo y cobre.

“Uno cree ver a un niño que crece y se alza como un gigante.”

Charles-Louis de Secondat, Barón de Montesquieu,
Ensayo sobre el gusto, Editorial Zorzal, 2006, p. 26.

China está visiblemente preocupada por el crecimiento constante de los precios “spot” internacionales de las materias primas.

Por eso está sugiriendo que –en su carácter de principal y más dinámico demandante de muchas de esas materias primas que es– espera poder jugar, en el futuro, un papel más activo y decisivo que el que hoy tiene en la determinación de esos precios internacionales. Obviamente, moderar las fases de los ciclos de los precios y, de ser posible, procurar impulsarlos hacia la baja.

La idea, aparentemente, es la de comenzar por el petróleo, el aluminio y el cobre, organizando distintos “grupos de negociación”, a la manera en que ya lo ha hecho con relación al mineral de hierro, materia prima que creció significativamente del año pasado a éste y registró un sideral 71% de aumento, nivel de precios que tanto Japón como la Unión Europea aceptaron, sin que China (el mayor importador) tuviera oportunidad de influenciar tamaña suba.

Por ello, China organizó un “grupo de negociaciones conjunto” integrado por todas las –hasta ayer– fragmentadas empresas chinas importadoras de mineral de hierro, que pudo mantener estables los niveles relativos de precios, con bastante buen éxito.

Muchos de los economistas chinos, formados en los días de la economía centralizada, dirigida y planificada (a la manera que les gusta a los Kirchner), creen que la utilidad que debe corresponder a los productores-abastecedores de materias primas debería estar estrictamente limitada a un porcentaje (fijo) del respectivo costo de producción. Sólo eso y nada más.

Para países como la República Argentina, si esto se lleva efectivamente adelante con éxito, el resultado no sería precisamente música para nuestros oídos, ni –mucho menos– dinero para nuestros exportadores.

Cabe recordar que la táctica de agrupar a todos los importadores nacionales (o a lo sustancial de los mismos) para negociar precios de compra de materias primas más reducidos no es nueva. Ella ha sido usada –desde hace años– por Japón, aunque con suerte variada.

Con todo, la idea que están estudiando los burócratas chinos no es –para nada– de fácil implementación. Bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (de la que China forma parte) ese tipo de grupos u organismos está –en rigor– prohibido si ellos están “controlados” por los Estados. En China, recordemos, el sector de la industria pesada está aún sustancialmente en manos del Estado, a través de diversos instrumentos y vehículos.

Además, no siempre resulta demasiado fácil “dominar” a la oferta. La cambiante experiencia de los países que conforman la OPEP así lo comprueba, a lo largo de muchos años. A veces tuvieron éxito, otras fracasaron.

Pero la tendencia hacia la concentración de la demanda comienza a afirmarse y, si tiene éxito, los precios seguramente sufrirán el impacto. © www.economiaparatodos.com.ar

Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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