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jueves 20 de marzo de 2008

La Argentina es una fiesta

Tras varias décadas de estancamiento y bajo crecimiento económico, en las que estuvimos resignados a nuestra continua decadencia y a no visualizar ninguna salida frente a los problemas crónicos que padecíamos, hoy podemos confirmar que el país ha renacido.

Se ha vuelto a entrar en una época de crecimiento sostenido, que nos lleva sin pausas al tan ansiado desarrollo económico y social. La Argentina vive tiempos de fiesta. Pasemos a enumerar las razones de nuestro alzado optimismo:

• Las cifras sobre el crecimiento de la economía son impresionantes, solo comparables con el fenómeno de China, tan alabado en el mundo actual. El INDEC informó que el Producto Bruto creció un 10% en Enero.

• Nuestro crecimiento se logra con inflación de menos de dos dígitos. Los precios de los alimentos no suben, e incluso, algunos precios del rubro turismo registran bajas en plenas vacaciones.

• El poder adquisitivo crece a niveles sin parangón en el mundo. Aunque los precios suben 8% como lo dice el INDEC, los ingresos de la población suben al 25%, tres veces más.

• El desempleo se encuentra en el 7% frente a un 27% hace cinco años. El nivel es inferior a países denominados desarrollados como Alemania, España, Francia e Italia. Incluso es inferior al de Chile, país citado siempre como ejemplo de crecimiento en la región.

• Según nuestra Presidente, ya en 2010 la pobreza será solo de un dígito. Hoy una familia de cuatro miembros solo es pobre si, según el INDEC, no supera los 920 pesos por mes de ingresos.

• Las exportaciones crecieron en Enero un 60% frente al año anterior. En 2007 superamos la barrera de los 100.000 millones de dólares de comercio exterior. Con los actuales precios de las materias primas manteniéndose por mucho tiempo, nuestra inserción en el mundo seguirá aumentando.

• Nuestro formidable crecimiento es financiado con mayoría de inversión local, lo que nos permite no depender del capital externo. Aunque figuremos quintos en el ranking de recepción de inversión extranjera en la región, ello nos tiene sin cuidado. Se dice que necesitamos un nivel de inversión mayor para mantener el crecimiento, pero por ahora no lo requerimos. Nunca ha sido tan real el lema “vivir con lo nuestro”.

• Mientras el dólar se devalúa en el mundo, nosotros estamos aislados de ello y mantenemos la paridad, incluso pudiendo aumentarla si es necesario. Antes dependíamos del dólar, ahora ya no.

• El sistema de transporte funciona como un reloj. Los renes se modernizan y para ello solo necesitamos agar unos 70 centavos de peso por viaje para mantener el alto nivel de inversiones. Claro que el Estado ubsidia, pero no se puede negar que esta ecuación nos beneficia a todos. Además, ya estamos cerca de tener os trenes bala.

• Incluso podemos dejar de lado el uso de aviones, ya que las rutas son muy seguras, como así también los colectivos de larga distancia, y los trenes como el Gran Capitán funcionan con gran eficiencia. Seguramente tendremos más trenes balas y con ello los ferrocarriles más modernos del mundo.

• Los créditos al consumo crecen al 50% anual. ¿Y los hipotecarios? No crecen tanto es cierto, pero vean lo que ocurre en Estados Unidos. La gente que tuvo acceso a ellos hoy no los puede pagar. Allí sí que están “hipotecados” de por vida. No necesitamos nuestro propio hogar, con los actuales ingresos se pueden pagar por siempre los razonables precios de los alquileres.

• El sector agropecuario tiene tanto éxito que incluso le entrega al Estado más del 40% de lo que exporta. De esa forma ellos tienen ganancias y el Estado logra subsidiar los alimentos, así no suben de precio.

• ¿Y la energía? Ahí tenemos suficientes reservas de gas y petróleo. Observen el negocio que se hace aquí con los bajos precios, que las empresas pagan sin desgano el 100% de lo que exportan. Ello nos permite desligarnos del precio internacional y no pagar precios tan altos como en Europa y Estados Unidos. Con los actuales precios de los combustibles y la electricidad, tenemos garantizado la provisión por mucho tiempo.

• Podemos mantener un crecimiento del gasto público del 50% anual por varios años y a la vez tener solvencia fiscal. Tanto ahorro público hemos generado, que además no necesitamos refinanciar la deuda en el mercado internacional, quedándonos al margen de los efectos de la crisis actual.

Se pueden seguir enumerando más razones para continuar con nuestro optimismo. Miren si las cosas no marchan tan bien, que nuestro caso es considerado seriamente como una excepción a la regla de cómo se consigue el desarrollo económico. Hemos logrado refutar a autores como Adam Smith, Ludwig Von Mises, Milton Friedman, y hasta incluso al propio Keynes.

Alguna vez se dijo que si la Argentina actual mantiene su éxito permanente, la teoría económica debería ser reescrita completamente. ¿Mantendremos las condiciones para lograr semejante empresa? Hasta ahora, ello pareciera estar cerca de ser una realidad. ¿Qué razones hay para no seguir de fiesta? © www.economiaparatodos.com.ar

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