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jueves 17 de octubre de 2013

La enfermedad de la Presidente y las elecciones

La enfermedad de la Presidente y las elecciones

A menos de dos semanas de las elecciones legislativas, la cuestión es si la enfermedad de la Presidenta influirá o no en un vuelco a favor del oficialismo

Tres sondeos publicados la semana pasada muestran que la enfermedad de la Presidenta le ha generado una mejora de entre 2 y 4 puntos en su imagen positiva. Al mismo tiempo, los dos sondeos publicados sobre la elección en la provincia de Buenos Aires indican que la diferencia a favor de Sergio Massa, que antes de la enfermedad estaba entre 10 y 11 puntos, ahora sería de entre 7 y 8. Esto ha generado cierto optimismo tanto en el gobernador de Buenos Aires (Scioli) como en el primer candidato del Kirchnerismo (Insaurralde) de que podrían revertir el resultado, algo que parece hoy poco probable, aunque sí podrían evitar que el triunfo del intendente de Tigre sea por más de 10 puntos, como iba camino a ser antes de la internación de Cristina Kirchner. En el resto del país no hay cambios significativos y el oficialismo se contentaría con una mejora en el resultado si lograra que el 26% obtenido en las PASO ahora fuera de 28 ó 29%. Pero en el Senado parece inevitable que pierda 3 bancas -perdería 4 y ganaría 1-, con lo cual quedaría al borde de la mayoría, que es de 36 si se tiene el Vicepresidente (como sería ahora el caso). Pero ahora el episodio que involucra al primer candidato a diputado nacional del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires (Cabandié) se ha convertido en un costo electoral creciente no sólo en este distrito, sino también en la provincia de Buenos Aires.

La enfermedad de la Presidenta ha dejado de ser un imponderable para pasar a ser un factor de riesgo en la política argentina. Lo cierto es que la recomendación médica de un “reposo estricto” en los próximos 30 días, hasta el 14 de noviembre, implica que ella debe quedar fuera de la actividad política y de gobierno en un período complejo: tendrá lugar la elección y sus efectos políticos inmediatos; pueden suceder instancias importantes en el juicio por la deuda remanente en los EEUU, la negociación por la aplicación del acuerdo con Irán en la causa AMIA y está planteado el conflicto con Uruguay por la papelera Botnia; en economía se reencauza la relación con el Banco Mundial y el FMI y pueden ser necesarias más medidas en materia de política cambiaria; y en el conflicto con la justicia y los medios, la Corte puede fallar sobre la ley de medios. Uno de los diarios oficialistas tituló “reposo estricto” respecto a lo que debería hacer la Presidente de acuerdo a la opinión médica. En cambio, uno de los opositores tituló “reposo activo” y “volvió a Olivos y se discute su reaparición”. Es difícil que la Presidenta quede los próximos 30 días fuera de las decisiones políticas, pero si es así, los riesgos sobre su salud no disminuirán. Mientras tanto, el Senado dio sanción definitiva al presupuesto para 2014 y la mayor delegación de facultades del Congreso al Ejecutivo en tres décadas con la prórroga de la emergencia económica y de impuestos por dos años. Al mismo tiempo, las gestiones y presiones desde el gobierno sobre la Corte para que falle sobre la ley de medios antes de las elecciones se han reiterado durante la enfermedad de la Presidenta, aunque con resultado incierto.

El rol del Vicepresidente ha pasado a ser relevante no por su gestión, sino por su rol en caso de una emergencia. Siendo la figura más controvertida del Ejecutivo por las denuncias de corrupción, estilo y personalidad, el oficialismo trata de disminuir su exposición pública para evitar que le juegue en contra a pocos días de las elecciones. No sólo se han reducido sus apariciones públicas, sino que no viaja esta semana a la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica que se realiza en Panamá para evitar que tenga exposición pública, como sucedió diez días atrás en Brasilia con sus fotos en moto. Como en algunos actos, será sustituido por el Presidente de la Cámara de Diputados (Domínguez), salteándose así al tercero en la sucesión presidencial (la senadora Rojkes de Alperovich), cuya imagen tampoco es buena en la opinión pública. Desde la sanción de la Constitución de 1853, es decir desde hace 160 años, fueron electos 29 Vicepresidentes en Argentina y ninguno de los que han ocupado el cargo fue electo después Presidente. Es entonces un cargo que no genera proyección política alguna. Pero en el siglo XX, sobre 17 Vicepresidentes electos 4 llegaron la Presidencia por el fallecimiento del Presidente, a razón de uno cada 4. De esta manera el Vicepresidente sólo llega a la Presidencia por accidente y en el siglo XX ello siempre ha sido por la salud del Presidente. En los últimos 15 años los Vicepresidentes han tenido otro destino político, ya que tres de los últimos cuatro, tras ejercer esta función fueron gobernadores de la provincia de Buenos Aires (Duhalde, Ruckauf y Scioli).

A pocos días de las elecciones y en pleno proceso de reposo de la Presidenta, queda planteada la pregunta de si el oficialismo está cambiando o no de dirección ideológica. El acuerdo para pagar 5 sentencias del CIADI adversas a Argentina -los juicios son 45, lo cual hace de la Argentina el país del mundo que más tiene seguido de Venezuela- es uno de los hechos por los cuales se ha planteado esta pregunta. Pero en realidad el gobierno, orientado por el pragmatismo que ha demostrado en otras oportunidades, sólo está buscando de hacerse por otros medios de los 4.000 millones de dólares que buscó y no obtuvo con el blanqueo. Entrarían así 3.000 millones de créditos del Banco Mundial, que se suman a 500 de inversión en Vaca Muerta a través de bonos y otros 500 que se negocia obtener de las cerealeras. Más que un giro ideológico, el gobierno busca asegurarse los dólares que necesita para no tener una crisis por falta de divisas. Por su parte Sergio Massa, buscando evitar que la enfermedad de la Presidenta desmovilice el sentimiento opositor del cual él ha sido beneficiario electoral, instó a aumentar la diferencia a su favor para evitar que se resucite el proyecto de la re-reelección, que en Santiago del Estero se realiza el 27 de octubre a favor del gobernador kirchnerista (Zamora), sólo con un fallo civil y comercial de primera instancia que declaró inconstitucional el artículo de la constitución provincial que impide el tercer mandato. El intendente de Tigre ha acentuado su discurso opositor al decir que el gobierno quiere “ver al campo de rodillas como D’Elía y Moreno”, que “la inflación roba el futuro de la gente y es una enorme fábrica de pobreza”, argumentando en materia de inseguridad que el problema se puede resolver con “policías municipales” y que en su municipio el robo automotor cayó 80% en los últimos cinco años. El 17 de octubre se conmemora el día del Peronismo -olvidado por Cristina desde la muerte de Kirchner- y es posible que Scioli genere nuevos gestos de reactivación de esta fuerza política.

En conclusión: a menos de dos semanas de las legislativas, la cuestión es si la enfermedad de la Presidenta influirá o no en el resultado electoral y cuánto lo hará, pero el episodio Cabandié ha surgido en contra del oficialismo; la enfermedad de Cristina ha dejado de ser un imponderable para pasar a ser un riesgo cierto en la política argentina, pero la gestión de gobierno continúa como si ella estuviera a cargo; el rol del Vicepresidente ha pasado a ser importante ya no por su imagen controvertida, sino porque la historia muestra que su función sólo es trascendente por situaciones accidentales; por último, el gobierno no está cambiando su rumbo ideológico y Massa acentúa su discurso opositor para evitar que la enfermedad desmovilice el sentimiento opositor al gobierno.

Fuente: www.nuevamayoria.com