Cinco acciones de EEUU que pueden acabar con el Gobierno de Maduro
Son muchas las voces que se han alzado en los últimos meses recomendando diferentes métodos para castigar al Gobierno de Venezuela por la represión que está ejerciendo contra el pueblo venezolano. El pasado 8 de mayo hubo una que se escuchó clara en el Senado de los Estados Unidos, durante la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores en la que se analizaban los pasos que puede dar Washington para acabar con la calamitosa situación que padece el país sudamericano.
Entre los diferentes testimonios estuvo el economista e intelectual venezolano, Moisés Naím, quien fue ministro de Comercio e Industria con Carlos Andrés Pérez.
Durante su intervención, propuso cinco actuaciones posibles contra Venezuela, un país que, según sostuvo, “hoy no es una democracia y es claramente un fracaso económico, además de ser una autocracia posmoderna desde el punto de vista político”. Sin embargo, el autor de El fin del poder destacó que “los conflictos en Venezuela pueden ser resueltos únicamente por los venezolanos, y EEUU no puede ni debe ser protagonista en lo que allá está sucediendo”, por lo que aclaró que su propuesta estaba destinada a “facilitar la resolución de los problemas y a clarificar la situación que de forma deliberada las autoridades venezolanas han oscurecido”.
Así, y tras denunciar la influencia actual de Cuba en la política venezolana, Naím definió los cinco pasos para que Washington pueda “intervenir de una manera constructiva”:
1. Ayudar a los venezolanos y al mundo a entender el real impacto de 15 años del modelo de Gobierno impuesto por Chávez, y que el intelectual venezolano resume en luchar las mentiras con hechos ya que, según analiza, Caracas ha utilizado la manipulación y el ocultamiento de información como una de sus principales armas. Por ello, conmina a Washington a publicar los datos y reportes sobre el verdadero estado del país y la economía ya que “existen dudas legítimas sobre la exactitud de los datos relativos a la pobreza y desigualdad”, de modo que cada uno pueda así “ver y debatir”.
2. Ayudar a descubrir y denunciar públicamente el nivel de corrupción y el nivel de influencia extranjera en el actual Gobierno. En cuatro palabras: destapar los secretos sucios. Y es que la seguridad estadounidense y sus agencias conocen bien toda la corrupción que rodea al régimen de Maduro, por lo que sugiere que se haga pública toda “información que pueda echar luz” sobre las relaciones que existen entre Venezuela y Cuba así como los posibles narcotraficantes que puedan estar unidos a las esferas gubernamentales.
3. Actuar contra los oligarcas bolivarianos y sus socios, ya que Estados Unidos tiene el número de herramientas suficientes para imponer sanciones a los que atraviesen sus fronteras. Y es que, como denuncia Naím, después de perpetrar todas las violaciones de derechos humanos, estos violadores de derechos humanos se dirigen hacia el norte para disfrutar de todo lo que ofrece EEUU, incluidos sus bancos donde muchas veces guardan el dinero que han podido obtener de forma ilícita. Por ello, el exministro propone “sanciones contra individuos específicos así como sus familias y socios de negocios” a fin de acabar con “la inexplicable afluencia de venezolanos que se hacen pasar por hombres de negocios mientras que en realidad son criminales que se enriquecieron a costa de los pobres venezolanos”. Durante su declaración, Naím sostuvo que este tipo de acción tendría un impacto en los oligarcas chavistas, que, según sostuvo, “el Gobierno estadounidense conoce perfectamente quiénes son”.
4. Alejarse de la trampa antiimperialista. La retórica chavista (y cubana) siempre busca a un enemigo exterior al que poder culpar de su propia ineficacia. Por eso, en su alocución, propuso que no se use el tema del petróleo para golpear a Maduro. En su opinión, presionar con la más importante fuente de riqueza del país va a afectar a “todos los venezolanos” y va a ser utilizado por las esferas chavistas para agitar el fantasma del imperialismo yanqui y su intromisión en la región, un discurso que, como es conocido, “Chávez y sus acólitos fuera de Venezuela han alimentado por mucho tiempo”. Si así se hiciera, Estados Unidos se estaría autoinfringiendo una herida, pues se convertiría automáticamente “en la causa de todos los males de Venezuela, desde la falta de las cosas más básicas en las tiendas hasta la muerte de los bebés en los hospitales sin medicinas”.
5. Buscar el apoyo de voces aliadas en la región, puesto que la indiferencia que han marcado algunas capitales “debe ser una mancha en la conciencia” del continente. Moisés Naím recomienda apoyarse en las voces que se han levantado a favor de los prisioneros políticos, como Leopoldo López, y que se han escuchado incluso en países como Argentina, Brasil, Chile o Perú, donde son las fuerzas de la oposición las que han rechazado públicamente las actuaciones de Maduro. Y es que es “absolutamente válido esperar que los gobiernos decentes –y los líderes honrados- no permanezcan indiferentes mientras el Gobierno venezolano reprime brutalmente a sus opositores».
Fuente: independent.typepad.com