La tendencia negativa de los granos se toma un respiro
Luego de un inicio de la semana con debilidad, el mercado de granos encontró pisos y comenzó a recuperarse. De todas formas primó la debilidad
El justificativo del rebote sobre el cierre de la semana, se encontró en excesos de lluvia para EEUU que podrían causar problemas en los cultivares de maíz y soja. Sin embargo es difícil tener mucho de algo que en definitiva es bueno para los cultivos, como la humedad, por lo que estaríamos más bien en un rebote técnico.
La justificación más creíble para este comportamiento es que los precios habían caído mucho, los vendedores se retrajeron y los compradores vieron una oportunidad en estos niveles bajos de precio. Sin embargo, en ausencia de un problema climático concreto, que en esta época del año sería una sequía en Norteamérica, parece difícil sostener las subas para el maíz y la soja.
De todas formas algunas señales positivas comienzan a verse. Hace unas semanas atrás, causó temor la prohibición por parte de China de las importaciones de DDG. El DDG es un subproducto del procesamiento de maíz para extraer etanol, que se utiliza como forraje. China lo prohibió, ya que encontró en ellos trazas de un evento transgénico no aprobado en su país. Sin embargo esta semana nos encontramos con que los permisos ya concedidos siguen siendo válidos, y que hay conversaciones avanzadas para aprobar el evento en cuestión en el país oriental. Esto implicará una demanda más importante en el futuro.
Por otro lado en la baja de precios, los productores de nuestro país, que aún retienen mucha soja, retacean sus ventas, y la falta de oferta disponible en otros países, junto con los precios más bajos que incentivan a los compradores, hace que las chances de que las mermas continúen se vean limitadas.
En el caso del trigo esta semana comenzaron a verse negocios en el mercado internacional donde EEUU ganó nuevamente participación, mostrando que sus cotizaciones habrían bajado lo suficiente como para estar competitivo con el resto del mundo. Además con la trilla en marcha, las lluvias que se están dando en las planicies norteamericanas generarán daños en la calidad del cereal.
Pasando al plano local, esta semana la noticia que revolucionó el mercado fue la decisión de la Suprema Corte de Justicia de EEUU de no tomar el caso de Argentina frente a los «fondos buitre». Si bien el efecto directo sobre el comercio de granos sería limitado, lo cierto es que la incertidumbre que esto genera hace que los productores se aferren todavía más a sus granos.
El gran problema es estamos en fechas clave para el pago de acreencias, las tasas de refinanciación están por las nubes y en muchos casos la posibilidad de seguir demorando el pago se está agotando. Además esto ocurre en un momento donde los precios están débiles, especialmente los del maíz, que sería el grano que más estarían dispuestos a vender actualmente los productores.
En tanto la trilla de maíz vuelve a ganar momento con la maduración de lotes tardíos y de segunda, aunque con el problema del exceso de humedad en los granos. En esta época del año, resulta difícil que los granos terminen de secar por medios naturales, ya que las temperaturas son más bajas, y las horas de sol más cortas. La espera para poder trillar con los contenidos de humedad exigidos en los puertos podría ser larga, y de trillar con humedad, los costos de secar el grano para llegar a las bases de comercialización implicarían un costo difícil de absorber, no solo porque los gastos de secada están más altos, sino también porque el valor del maíz ha bajado.
La intención de vender maíz de parte de los productores para quedarse con soja, podría hacer que aún si mejorara el precio del cereal en el mercado internacional, las mejoras podrían no trasladarse, o trasladarse sólo parcialmente al mercado local.
El trigo por su lado continúa con una siembra muy lenta, fruto de los excesos de humedad. En el centro y norte del país, ya está siendo tarde para la implantación de las variedades más buscadas por los productores, y esto podría atentar contra el incremento de área implantada que se proyectó. De todas formas, en la zona núcleo triguera del sur de Buenos Aires, el partido recién comienza, y se espera clima más seco en el corto plazo.
De todas formas, dada la baja área sembrada del año pasado, la disponibilidad de buena humedad inicial, la necesidad de retomar rotaciones y la caída de la intención de siembra de cebada, esperamos que la superficie de trigo crezca de todas formas.
En cuanto a si tendremos mercado fluidos o no es importante entender que tanto una producción baja como la del año pasado, o una elevada como la de los años previos a la intervención del mercado de trigo, podrían causar problemas. Recordemos que Argentina necesita 6 mill.tt. para el consumo interno, y que el mismo es protegido por el sistema de ROE VERDE, que impide exportar ese tonelaje. Si la producción nacional se aproxima a las 6 mill.tt., las autoridades restringen la exportación. Pero superado ese umbral, habría una demanda asegurada del mercado brasileño de unas 6 mill.tt. adicionales. Esto quiere decir que con una producción de hasta 12 mill.tt. no habría problemas para colocar esa mercadería entre el exterior y el mercado local. Sin embargo si la producción fuera superior, habría que exportar a terceros países. Los destinos habituales de Argentina fuera del MERCOSUR han sido los países del norte de África. Esos países compran trigo con bajos requisitos de calidad y privilegian los precios bajos. Pero hace unos cinco años, la competencia para el trigo Argentino en la zona era nula a precios bajos. Ahora tenemos que competir con el cereal del mar negro que también se ofrece a precios relativamente bajos. Por ello su la producción estuviera en 14 mill.tt. como algunos aventuran, podríamos tener problemas para colocar el saldo exportable.
Fuente: Austral Agroperspectivas