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martes 19 de agosto de 2014

El BCRA baja las tasas y frena la devaluación

El BCRA baja las tasas y frena la devaluación

El aumento de la presión cambiaria en los últimos días se notó especialmente por la persistente suba del precio del dólar en el mercado paralelo

Panorama nacional

La semana pasada se caracterizó por el aumento de las expectativas por la posibilidad de nuevas medidas del Gobierno que resulten inapropiadas, como la rebaja de las tasas de interés en un contexto de alta inflación. Además, el viernes se conoció el Decreto 1311 del Poder Ejecutivo por el que se dispuso la cancelación de los servicios de deuda con organismos financieros internacionales y de deuda externa oficial bilateral correspondientes al presente ejercicio fiscal, por un monto de USD 3.043 millones, que se pagarán con reservas del BCRA. Cabe destacar que esa cifra incluye pagos ya realizados para cubrir deudas con el BID, BM y otros organismos, a cambio de Letras en dólares a 10 años. Pero el tema que más sigue preocupando es el del “cepo cambiario”. Durante la semana pasada, en una reunión con el BCRA, las automotrices de ADEFA solicitaron que les liberen el pago de importaciones, que el sector tiene pendientes por un total de USD 2.500 millones, aunque si se agregan al resto de las empresas que padecen el mismo problema aquella cifra se eleva hasta los USD 4.000 millones, según estimaciones de la Cámara de Importadores. Hasta ahora, la industria automotriz pudo realizar en el mercado sólo operaciones calzadas, es decir, recibir pagos de exportaciones y abonar importaciones por montos similares, aunque en el ámbito oficial se habrían comprometido a realizar una reunión dentro de dos semanas para analizar la situación y, si es posible, autorizar al sector para más pagos al exterior. Otra medida que tomó el Gobierno fue la de ampliar los plazos para que las empresas exportadoras ingresen las divisas al país. Según la Resolución 451 del Ministerio de Economía, “las operaciones entre empresas vinculadas” en el exterior “deberán ingresar las divisas (provenientes de exportaciones) al sistema financiero local en el plazo de 30 días corridos”, y no en 15 días como lo establecía antes la norma 142/2012. Pero el aumento de la presión cambiaria en los últimos días se notó especialmente por la persistente suba del precio del dólar en el mercado paralelo, que elevó la brecha con el oficial hasta un 59%, y las fuertes compras por particulares del denominado “dólar ahorro”, que suman unos USD 179 millones en lo que va del mes, como también títulos dolarizados que cotizan en la plaza local. Y como si todo lo enumerado fuera poco, está previsto que el próximo viernes la Organización Mundial de Comercio (OMC) dé conocer el fallo sobre la denuncia que en marzo de 2012 realizaron ante ese organismo la Unión Europea, EE.UU, Australia, Israel, Japón, Tailandia, Suiza, Noruega, Panamá, y Turquía y otros que suman 43 en total, acusando a la Argentina de no autorizar el pago de sus importaciones. Al respecto se afirma que el dictamen de la OMC se basará en que nuestro país “violó las reglas internacionales de comercio”. Mientras, el MULC argentino operó en las cinco jornadas pasadas unos USD 1.084 millones, con un promedio diario de 217 millones, un 19% mayor al del similar período anterior. El Banco Nación fijó el viernes su tipo de cambio vendedor de transferencia en $ 8,2810, con una subida en la semana de apenas el 0,12% y del 0,8% en el mes. El BCRA intervino todos los días en el mercado comprando un total de USD 160 millones, pero sus reservas cayeron USD 18 millones al sumar al cierre de la semana, según datos provisorios, USD 28.944 millones. En New York el peso/dólar a un año de plazo cotizó al cierre del viernes a $ 11,6790 (41%).

Panorama internacional

El PIB de la eurozona no creció en el segundo trimestre con respecto al trimestre anterior, según anunció el jueves pasado la oficina de estadísticas de la Unión Europea. En términos anualizados, el PIB creció un 0,2%, por debajo del incremento del 0,8% del primer trimestre. La economía de la Unión Europea se estancó durante ese período tras un año de débil crecimiento, lo que suscita temores a que pueda empeorar la situación de la región, afectada por un elevado desempleo, unos débiles precios de consumo y en medio de las tensiones en Ucrania y Rusia. Los economistas esperaban un aumento mensual del 0,1% y un incremento interanual del 0,7%. Estas flojas cifras sitúan a la economía de la eurozona a la zaga de la de los Estados Unidos y del Reino Unido, que se han recuperado de la crisis financiera de 2008 y 2009. La eurozona aún tiene que seguir creciendo, dado que está un 2,4% por debajo de los niveles previos a la crisis, lo que hace que sea vulnerable a los problemas de fuera y pueda caer nuevamente en recesión. Es de hacer notar, que ninguna de las tres principales economías de la eurozona, que suponen dos tercios del PIB de la región, logró crecer. Por ejemplo, el PIB de Alemania se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre, la de Italia también cayó a un ritmo similar y la de Francia se estancó. Si bien las economías de España y Holanda registraron crecimiento, estos no tuvieron la fuerza suficiente como para contrarrestar la debilidad de las tres principales economías. Y del otro lado del Atlántico la Fed ha opinado que la baja inflación de los últimos años puede resultar un síntoma de la capacidad ociosa. Su indicador preferido de la inflación ha estado por debajo de su meta de 2% desde hace más de dos años y recientemente ha ganado fuerza y se ha acercado a esa meta, lo que representa otra señal de la reducción de la capacidad ociosa. Sin embargo, el ente monetario enfrenta un problema: la inactividad en el mercado laboral es más difícil de medir. Los funcionarios concuerdan en que el panorama laboral mejora más rápido de lo previsto, pero difieren en cuánto más tiene que avanzar antes de que la inflación suponga un riesgo. La Fed vería con buenos ojos un mayor crecimiento salarial por un tiempo, pero si el aumento es demasiado pronunciado y otras mediciones muestran una pronta reducción de la capacidad ociosa en toda la economía, el debate sobre cuándo subir las tasas podría cambiar rápido. El dólar cayó el viernes, golpeado por la debilidad generalizada de los datos económicos de los Estados Unidos y por una escalada de las tensiones en Ucrania, que afectó negativamente a los rendimientos de los bonos del Tesoro y muchos inversores cambiaron la moneda estadounidense por yenes y francos suizos en busca de refugio seguro. Durante la semana el euro se movió entre 1,3340 y 1,3410 y al cierre del viernes cotizaba a 1,3410dólares.

Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/