Sin equilibrio cambiario se siguen perdiendo reservas
La semana pasada, nuevamente el BCRA tuvo que intervenir en el MULC porque los ingresos por las exportaciones no alcanzan para cubrir los pagos de las importaciones
Panorama argentino
Pese al “cepo cambiario”, cuya vigilancia y rigurosa aplicación está bajo el exclusivo control del BCRA, el actual ingreso de divisas por las exportaciones de cereales y productos oleaginosos no alcanza para satisfacer la demanda por el pago de las importaciones de insumos y materias primas que autoriza la Secretaría de Industria, según las necesidades de las empresas elegidas para que puedan gozar de tal «privilegio». Ya es sabido que hay que esperar hasta abril para que comiencen a ingresar los dólares de los granos gruesos exportados, que servirán para cubrir la necesidad de divisas indispensables para evitar una fuerte caída de la actividad industrial. Al respecto, cabe recordar que durante dicho mes del año pasado los dólares ingresados por tales exportaciones sumaron USD 3.376 millones y en mayo USD 2.952 millones, cuando en los dos primeros meses de 2015 los valores fueron de USD 1.050 en enero y USD 950 en Febrero. Y la semana pasada, nuevamente el BCRA tuvo que intervenir en el MULC porque los ingresos por las exportaciones no alcanzan para cubrir los pagos de las importaciones que se van autorizando. Así, según lo que se pudo estimar por lo sucedido realmente en el mercado, el ente monetario tuvo que vender en las primeras cuatro jornadas unos USD 210 millones en total, mientras que el viernes logró un saldo neutro en su participación. Sin embargo, y esto es una novedad, la información oficial del BCRA al respecto sólo reconoce una pérdida, en ese lapso, de USD 155 millones. Consecuentemente, las reservas, según cifras oficiales no ajustadas, habrían quedado el viernes sumando USD 31.377 millones, mostrando un pérdida semanal de USD 28 millones. Cabe agregar que durante febrero, según dato oficial, aquéllas perdieron USDS 400 millones y en enero USD 187 millones más. El titular del BCRA, Alejandro Vanoli, sostuvo el viernes, en diálogo con Cronista.com, que “se va a seguir con la administración del tipo de cambio como hasta ahora” y agregó que el valor del dólar “es el correcto y lo estamos administrando para mantener la estabilidad financiera”. Y ese mismo día, la semana finalizó con otra noticia impactante. La Cámara en lo Penal Económico concluyó que las operaciones denominadas “contado con liquidación” no constituyen un delito, como sostiene el Gobierno desde hace años. La Sala B de esa cámara consideró, mediante un fallo unánime de sus tres integrantes, que aplicarle el régimen penal cambiario a ese tipo de operaciones financieras viola el principio de legalidad establecido en el artículo 18 de la Constitución nacional. También preocupan los problemas originados por el reciente fallo del juez Griesa de New York, que le prohibió al Citibank realizar los pagos de los bonos en dólares emitidos bajo ley argentina durante los canjes de 2005 y 2010. Según el Gobierno, si dicho fallo queda firme se «expone a la sucursal argentina de ese banco a perder su licencia en el país». Mientras, al finalizar la semana el MULC argentino mostró que las entidades bancarias operaron USD 1.015 millones, con un promedio diario de USD 203 millones, 32% menor al del similar período anterior. El Banco Nación fijó el viernes su cierre vendedor de transferencia en $ 8,7830, con un alza del 0,3%. Cabe destacar que en ese mismo lapso se devaluaron frente al dólar las monedas de Brasil 7%, Colombia 3,5%, Chile 2,4% y Uruguay 2,4%.
Panorama internacional
El euro ronda su nivel mínimo de los últimos 12 años frente al dólar luego de que el BCE diera inicio el lunes pasado a su plan de compra de bonos por un monto de EUR 60 mil millones mensuales, con la esperanza de elevar la tasa de inflación, que ahora es negativa. El abaratamiento del euro es una espléndida noticia para Europa porque fortalece sus exportaciones y, por ende, su crecimiento, y eleva el precio de sus importaciones, lo que ayuda a combatir la amenaza deflacionaria. En cambio, el panorama pareciera no tan alentador para los Estados Unidos, ya que el fortalecimiento del dólar frente al euro y una serie de monedas, entre ellas varias divisas latinoamericanas, reduciría el crecimiento, disminuiría las exportaciones y dificultaría la labor de la FED para elevar la inflación al 2% anual, que es la meta de la entidad. Cabe destacar que ni los Estados Unidos ni el BCE y la mayoría de los países no intervienen más en el mercado cambiario para apreciar ni depreciar el valor de sus divisas. En lugar de ello, tratan ahora de influir sobre el tipo de cambio en forma indirecta. Por ejemplo, al reducir las tasas de interés se puede fomentar el gasto y la inversión además de disminuir el atractivo de su moneda, lo que es positivo para el intercambio comercial. En momentos en que las tasas de interés de corto plazo se ubican casi en cero, los bancos centrales han optado por comprar bonos con dólares, euros y yenes recién impresos. Es evidente, además, que el estímulo en EE.UU. ha dado frutos y la economía está en una posición más sólida para absorber el alza del dólar y dado que su fortalecimiento ejerce presión a la baja sobre la inflación, la Fed podría verse tentada a dejar el valor del dinero en cero por más tiempo. Mientras, del otro lado del Atlántico aparecen algunas noticias positivas. En la reunión que el martes pasado realizaron los ministros de Economía de la UE resolvieron no sancionar a Francia por su déficit excesivo y darle, en cambio, dos años más para conseguir estabilizarlo por debajo del límite del 3% del PIB marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Además, Alemania va camino de un boom económico, según el Instituto IfW para la Economía Mundial. El FOMC de la FED tendrá su reunión mensual el próximo miércoles y el mercado está expectante por si el texto del comunicado final mantendrá o no la palabra “paciente”, para referirse al momento en que decidirá una subida de sus tasas. Si aquélla no aparece es posible que desate una violenta escalada del USD. Por otro lado, si la palabra se mantuviera, es posible que cayera de forma abrupta, aunque podría convertirse en una oportunidad para comprarlo más barato. Durante la semana pasada el euro se movió entre un máximo de 1,0470 y un mínimo de 1,0900, cotizando al cierre en New York a 1,0496 dólares.
Fuente: www.abcmercadodecambios.com