Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Scroll to top

Top

miércoles 14 de febrero de 2018

La crisis con sindicatos docentes puede abolir la educación

La crisis con sindicatos docentes puede abolir la educación

Plagiando a Plutarco podríamos decir que nacer no es necesario, educarse sí lo es

Plagiando a Plutarco podríamos decir que nacer no es necesario, educarse sí lo es (Necesse educationem est, natus non necesse). La palabra educación deriva del latín ex ducẽre y significa: guiar y conducir al alumno para que abra su mente, entienda el mundo y pueda alcanzar el pleno desarrollo de sus potencialidades.

Empero, por desidia de los gobernantes, despiste de funcionarios y sobre todo la cruel actitud de gremialistas revoltosos, el sistema escolar en manos del Estado se encamina hacia una fulminante  abolición de la educación.

Estos tres grupos: políticos, funcionarios y sindicalistas, cargan con  la enorme responsabilidad de embrutecer a las nuevas generaciones  y que, dentro de 25 años, nos encontremos  con una  Argentina fracasada y un Estado fallido.\

Todo ello sucede por una doble razón. La primera se refiere a la técnica de la  administración y la segunda corresponde a la quimera de la didáctica progresista. Veámoslas por parte.

ADMINISTRACIÓN POR CONTROL REMOTO.

El gran autor austríaco  Peter Drucker, maestro del management moderno, nos enseña que desde el punto de vista de la ciencia de la administración, hay ciertas entidades que no pueden ser planificadas, ni dirigidas, ni gestionadas o controladas por una administración centralizada en el Estado o en un monopolio privado distante.

Entre esas entidades hay dos esenciales: las Escuelas y los Hospitales. Ambas tienen que ser  administradas o gestionadas in situ, desde el lugar donde ocurren los acontecimientos, nunca desde la lejanía geográfica y menos por telecomando burocrático porque obrarían  con desorden e injusticia y perderían eficiencia en medio de un enorme despilfarro.

Los motivos son claros y contundentes. Las Escuelas y los  Hospitales son entidades basadas en experiencias que se transmiten de persona a persona. Su materia prima y producto terminado  no son objetos inanimados, sino personas humanas. La educación y la medicina, atienden a seres humanos autónomos, que deben ser tratados en su complejidad y entorno, con sus fortalezas y fragilidades.  Cada alumno y cada paciente son casos únicos, irrepetibles e imposibles de ser estandarizados como si fueran clones.

Claude Bernard, uno de los mejores fisiólogos de la historia, tenía razón cuando dijo que  no hay enfermedades sino enfermos.

El tiempo y modo de la enseñanza o el de la clínica quirúrgica no pueden conducirse con  la rutina de  los trámites burocráticos en las  oficinas públicas ni con  la robotización informática apta para fabricar automóviles, porque se trata de niños, adolescentes y enfermos.

Por eso se suceden  problemas irresolubles que, desde la distancia, no pueden ser corregidos acertadamente, como ser: malas praxis didácticas o terapéuticas, faltazos abusivos, permisos truchos por falsas enfermedades, violaciones a la intimidad espiritual de los alumnos o la privacidad de los enfermos, falta a deberes éticos por los  docentes y quebrantamiento del juramente hipocrático por los médicos.  Escuelas y Hospitales son de imposible prestación óptima desde lejanas oficinas de un Estado incompetente.

Tales son las sutiles pero profundas razones por las que se renuevan desde hace años de huelgas, abandono de las aulas, crisis, caos  y decadencia escolar sin solución de continuidad. Se ha perdido absolutamente la noble idea de que la docencia y la medicina, son auténticos sacerdocios. Ahora han mutado en meros cargos presupuestarios. También por eso se dice que el Estado y los políticos no saben ni pueden educar, sólo pueden ayudar a ordenar y financiar una óptima educación.

DESVARÍOS DE LA DIDÁCTICA FACILISTA.

En la actualidad estamos inmersos en una teoría didáctica facilista cuyo principio pedagógico fundamental sostiene que la escuela debe otorgar favores y privilegios a los alumnos torpes o indolentes para que no se sientan inferiores a los inteligentes y trabajadores. Si obrasen de otra forma,  serían acusadas por los progresistas, de fascistas y antidemocráticas.

La pedagogía populista impuesta por la demagogia de los políticos, sostiene  que las diferencias entre  alumnos deben ser disimuladas. En la escuela primaria, cuando un alumno es demasiado perezoso o lento para aprender lenguaje, matemática o ciencias básicas, la didáctica progresista pide que se le enseñe a amasar bolas de plastilina, para que no se aburra.

A esto lo llaman aprendizaje vicario o por modelado. Pero la mente de ese niño seguirá empantanada en un primitivismo intelectual que se proyectará toda su vida.

Los pedagogos progresistas dicen que en ningún momento debe producirse la más leve insinuación de que esos niños son inferiores a los más inteligentes y laboriosos. Sea cual fuere la tontería pedagógica que se aplique a tales alumnos, los falsos pedagogos exigen que se los trate con paridad de estima y en muchos  casos les ponen notas facilistas para pasar de grado o, de manera más perversa, ponen en práctica un  plan irracional consistente en retener artificiosamente a los alumnos inteligentes para que los torpes o haraganes no sufran el  trauma de quedarse rezagados. Han aplicado el mito del igualitarismo que la naturaleza niega.

De esta manera, el alumno inteligente permanece democráticamente encadenado a su grupo de edad durante toda la carrera escolar. Pero un chico,  que pueda  ser capaz de leer a Jorge Luis Borges o entender a Blas Pascal,  tiene que sentarse a oír a sus compañeros tratando de deletrear el cuento de Perrault EL GATO CON BOTAS.

  1. S. Lewis, notable académico y novelista británico, señaló que nos estamos aproximando a la virtual abolición de la educación cuando se impone el eslogan pedagógico de yo soy igual y tan bueno como vos,  cuando desaparecen los incentivos para aprender y cuando se derogan las sanciones por haraganear.  A los pocos que quisieran aprender se les dificulta  hacerlo para que no puedan superar a sus  compañeros vagos.  Y, en cualquier caso, los maestros están obligados a tranquilizar a los malos alumnos dándoles palmaditas en la espalda y perdiendo  el tiempo enseñándoles baratijas y chucherías en lugar de instruirlos y capacitarlos en el lenguaje, las matemáticas y las ciencias básicas. Así se promueve una incurable ignorancia, que la sociedad paga muy caro.

CÓMO SALIR DE LA ENCERRONA.

Para poder tener un año normal en las escuelas e iniciar el calendario escolar en tiempo y forma, se está llegando oficialmente al extremo del ridículo, ofreciéndose pagar el sueldo docente por faltar  al colegio y un adicional de presentismo cuando los maestros se dignen concurrir a clase.  Los políticos no sólo están acelerando la quiebra de la educación pública sino también aboliendo la educación en Argentina.

Con el fin de salir de la emboscada, el Presidente Mauricio Macri, la gobernadora Mª Eugenia Vidal y los gobernadores involucrados debieran adoptar ya mismo, medidas de fondo sin dilaciones. Darán instrucciones a sus ministros de Educación para convertir todas las escuelas oficiales, públicas y privadas,  en sociedades escolares autónomas (SEA).

Tendrán un estatuto tipo. Llevarán libros contables y anualmente presentarán balances auditados por profesionales independientes. Podrán comprar, vender, arrendar o administrar libremente todos sus recursos sin depender de las amañadas licitaciones del ministerio de Educación. Pagarán sueldos y cargas sociales, podrán incurrir en gastos de electricidad, calefacción, material didáctico, limpieza e higiene en las aulas,  aguas corrientes, baños sanitarios, pintura y mantenimiento del mobiliario. Encargarán, contratarán y pagarán todas las mejoras edilicias, refacciones y  ampliaciones del edificio escolar que sean necesarias.

Las SEA estarán exentas de impuestos nacionales y provinciales, impuesto a las ganancias, IVA, Internos, Ingresos Brutos y Tasas municipales. Su personal se constituirá con todos los docentes y no-docentes que libremente acepten incorporarse a este sistema de escuelas organizadas, mediante la incardinación.

Las escuelas públicas de gestión autónoma, elegirán autoridades por asambleas estatutarias según reglamentación uniforme. Cada colegio supervisará y evaluará la calidad de la enseñanza y el cumplimiento de las obligaciones docentes por los maestros y personal administrativo incardinado. El Poder Ejecutivo dictará, un Vademécum de observancia obligatoria denominado Reglas de Disciplina y Orden Escolar.

Los edificios escolares del Estado serán adjudicados a cada entidad autónoma, en comodato es decir sin devengamiento de expensas ni alquileres, por tiempo indeterminado mientras observen las reglas de disciplina escolar.

Los recursos financieros de los establecimientos escolares autónomos SEA,  provendrán de fondos propios, de subsidios especiales en casos marginales, de donaciones particulares, de patrocinios de empresas privadas y sobre todo de la cuota mensual pagadera por los padres de los alumnos mediante 12 voucher escolares individualizados que los  ministerios de Educación  entregarán al padre de cada alumno inscripto. Fuera de la entrega del voucher mensual, los padres no tendrán otra erogación más que la correspondiente a los libros, guardapolvo y útiles escolares.

Los gobiernos,  nacional y provinciales,  volcarán íntegramente las partidas presupuestarias por todo concepto, directas e indirectas, explícitas u ocultas, existentes en los presupuestos,  hacia un Fondo bancario del Sistema Educativo, independiente del Gobierno y  depositado en Bancos  para cubrir el valor de los voucher emitidos.

Los ministerios de Educación dejarán de tener a su cargo personal docente, pedagogos o didactas, en planta permanente, transitorios  o contratados, quedando reducidos a una pequeña oficina estatal altamente calificada y especializada en  organizar y convocar  consultas anuales entre personalidades e investigadores de prestigio científico mundial para que elaboren y actualicen los contenidos de la enseñanza en cada asignatura y para cada nivel escolar,  según criterios internacionalmente aceptados acordes con  el Programme for International Student Assessment (Informe PISA).

Ese Informe curricular por curso y por materia, será público y distribuido en las unidades escolares, para conocimiento de los padres de alumnos. Cada SEA tendrá amplia libertad para adaptar y ajustar esos contenidos curriculares según sus posibilidades técnicas, la capacitación de sus  docentes, el grado de madurez e inteligencia de sus  alumnos y las condiciones económico sociales del entorno donde estén localizadas.

Quedarán derogadas de inmediato y sin efectos retroactivos, todas las normas del Estatuto Docente que se opongan a esta reforma y desde este momento se terminarán las agotadoras y extorsivas medidas de fuerza sindicales, las presiones salariales fuera de lugar y las eternas discusiones presupuestarias. Cada escuela decidirá por sí misma, lo mejor para ofrecer una educación de calidad. Las Unidades Escolares Autónomas podrán fijar sueldos básicos y diferenciales según sus posibilidades y controlarán el cumplimiento de las  obligaciones de sus respectivos docentes. Se acabarán las paritarias nacionales o provinciales, los convenios colectivos, el presentismo trucho  y los faltazos  por vacancias permisivas.    Es decir que se pondrá coto a la degradación de los docentes como meros trabajadores asalariados y a las avivadas que implican que por cada maestro o profesor al frente del aula, hoy en día,  existan  tres o cuatro docentes que cobran por el mismo puesto.

Los padres de los alumnos también deberán asumir nuevas obligaciones. Tendrán que pagar las cuotas escolares entregando los voucher no-endosables suministrados por el ministerio a nombre de cada hijo. Podrán  elegir la mejor opción escolar para la capacitación y enseñanza. Estará a su cargo interesarse por el tipo de educación y los contenidos técnicos o morales de las materias básicas que ofrezca la escuela elegida. Participarán por derecho propio, con voz pero sin voto,  en las asambleas anuales donde se consideren la Memoria y el Balance de la Escuela a la que concurran sus hijos. Sus opiniones deberán incorporarse sintéticamente al texto del acta respectiva para constancia de sus quejas.

De esta manera, con inteligencia, simpleza, valentía, visión de futuro y espíritu de grandeza los gobiernos de Mauricio Macri, Mª Eugenia Vidal  y los actuales gobernadores provinciales, podrán redimirse de tantísimos años de politiquería enquistada en la enseñanza y salvarán a la Escuela oficial, pública o privada, del inminente peligro de abolición de la Educación. El futuro del país estará a salvo de su decadencia.