La educación –no la instrucción- es una responsabilidad indelegable de los padres. La acción educativa en el área académica y formativa con respecto a la integralidad de la persona que realizan las escuelas secundando a los padres sólo es posible si se respetan algunas bases mínimas.
Por esto, próximos a iniciar el ciclo escolar, les comento algunas obligaciones que los padres deberían asumir al enviar a sus hijos a la escuela, en pro de obtener un óptimo rendimiento académico y una formación personal de acuerdo con los objetivos que la sociedad reclama. En algunos países, por ejemplo en el Reino Unido de Gran Bretaña, muchas de estas obligaciones son taxativas y causal de expulsión del alumno del colegio si el padre no las cumple. El padre del alumno debe firmar las responsabilidades que asume a la hora de enviar a su hijo a la escuela y, si no cumple, la escuela opta por dejar fuera al alumno (aclaro que estas obligaciones suelen ser más complicadas: por ejemplo, el padre se compromete a que el alumno vaya al colegio con la tarea escolar realizada).
a) Envíe a sus hijos todos los días a la escuela salvo causa grave y asegúrese y prevea que lleguen con puntualidad. No permita que falten por causas que signifiquen falta de formación en materia de esfuerzo, comodidad o sinceridad (por ejemplo: faltar porque tienen una evaluación y no estudiaron, o para ver un partido de fútbol).
b) Asegúrese que sus hijos concurran todos los días con los materiales y útiles necesarios: cuadernos, material para escritura, etcétera.
c) Controle que sus hijos no lleven a la escuela materiales u objetos que puedan distraerlos de sus labores académicas (por ejemplo: muñecos, juegos electrónicos, teléfonos celulares, juguetes, etcétera).
d) Controle que sus hijos concurran a la escuela con el uniforme completo y en buenas condiciones, y con un correcto aseo personal.
e) Lea y firme la documentación o información que llega desde el colegio, asegurándose que en los casos en que corresponda ésta vuelva al establecimiento en tiempo y forma.
f) En caso de no comprender alguna decisión tomada por el colegio, no la comente delante de los hijos: diríjase prontamente a algún directivo, telefónicamente o por escrito (a través de una carta en sobre cerrado), planteando las dudas que pueda tener sobre el tema.
g) Asista a todas las reuniones convocadas por el colegio, salvo causa grave, y en estos casos comuníquese con el colegio o con algún otro padre para ver el temario de la misma. Los chicos ven la importancia que uno le da a la educación cuando nos ven concurrir a la escuela si se nos cita.
h) Controle el horario de descanso de los hijos, sabiendo que un niño o un adolescente deben dormir un mínimo de 8 o 10 horas para no sufrir inconvenientes en su desempeño académico.
i) Informe oportunamente a la escuela acerca de toda circunstancia que pueda influir sobre el rendimiento académico o disciplinario del alumno.
j) Prevea un tiempo diario en el cual su hijo realice la tarea escolar, independientemente de obligaciones ajenas al colegio (por ejemplo: visita al médico, cumpleaños, etcétera).
Si logra cumplir con esta serie de consejos producirá un doble efecto positivo: por un lado será considerado el papá o la mamá ideal por las maestras, profesores y directivos de sus hijos, y por otro –el más importante- pondrá las bases para que su hijo alcance un buen rendimiento académico. © www.economiaparatodos.com.ar
Federico Johansen es docente, director general del Colegio Los Robles Pilar y profesor de Política Educativa en la Escuela de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UCA (Universidad Católica Argentina). |