– Durante el 2003 y el 2004 estuvimos de fiesta gracias al alto precio de la soja y porque además estaba baja la tasa de interés. Pero ahora el contexto internacional ya no está jugando tanto a favor de la Argentina y esto está comenzando a notarse en los flujos de capitales que ingresan al país.
– La inversión financiera también se está moviendo de una manera diferente a como lo hacía un mes atrás. Desde principios de marzo el mercado empezó a estar preocupa por el recalentamiento de precios en los Estados Unidos, además hemos tenido un aumento del precio del petróleo por encima de los 55 dólares el barril y la alerta de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, ante la última suba de la tasa de interés de corto plazo que pasó de 2,50% a 2,75%. Todo esto hizo que el mercado empezara a reaccionar y a desinvertir sobre activos emergentes. Pensemos que tanto acciones como bonos emergentes han caído fuertemente en sus precios. Los bonos de países emergentes en promedio estaban 4% por encima de la tasa norteamericana para un mismo periodo: es decir, un bono a 5 años de Estados Unidos rendía un 4,5% de tasa interés, mientras que los bonos a 5 años de países emergentes podían llegar a rendir 8,5% de tasa de interés. Ese margen ha subido casi al 5% en los últimos 15 días. O sea, estamos hablando de un aumento del 20%, que es mucho. Los mercados de acciones han caído fuertemente en toda la región y el mercado de acciones también ha caído en los Estados Unidos. Esta tendencia se ha reforzado fuertemente en la Argentina por dos razones: una, por el embargo de los bonos que entraron en el canje y, dos, por las declaraciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La más urgente, que era el embargo de 7.000 millones sobre los bonos viejos a ser canjeados por nuevos, el juez Griesa de Nueva York acaba de ser levantada. No obstante, parece ser que no es la última palabra. Si bien la Argentina parece estar ganando el partido, todavía los demandantes del fondo buitre Elliot pueden llegar a presentar una apelación, diciendo que pueden sufrir un daño irreparable, ya que si los bonos se extinguen, pierden el único activo argentino fuera del país que puede ser embargado. Vale la pena hacer una aclaración. Es cierto lo que dice el juez Griesa y es cierto lo que dice la República Argentina: los bonos en este momento son de los acreedores, pero en el momento de la liquidación de los bonos la Argentina va a pasar a tener la posesión de esos bonos hasta que se extingan.
– Para explicarlo un poco más claramente: un inversor norteamericano que tenía un bono argentino en default aceptó la propuesta de canje de la Argentina y, por consiguiente depositó ese bono en el Bank of New York para que se lo canjeen por otro nuevo.
– Exacto. Pero, mientras no se haga el canje, ese bono sigue siendo propiedad del inversor que lo depositó. Pero el día de la liquidación, que va a ser el 1º de abril, teóricamente, cuando la Argentina reciba los bonos viejos y entregue los bonos nuevos, el inversor va a pasar a ser propietario de los nuevos y nuestro país se va a quedar con los viejos, que seguirán existiendo hasta que sean quemados. Durante ese período, es decir, en lo que se tarde en extinguir los bonos, podría pasar que sean embargables, ya que los bonos estarían en posesión de la Argentina. Por eso, existe alguna probabilidad de que el fondo Elliot realice una apelación.
– ¿Cuál era la idea del fondo buitre al trabar ese embargo?
– Vender los bonos y recuperar el capital. Se estima que el fondo Elliot tiene alrededor de 350 millones de dólares en bonos, que han comprado en el mercado a un 50% de su valor original. Se trata de un fondo meramente especulativo, y no se trata de bonos que tienen en sus manos desde un principio. Es puro juego y acostumbran a hacer este mismo tipo de operaciones en otros países. Lo han hecho en Brasil a comienzos de la década del 90.
– ¿Hay algún otro caso en el mundo de una situación similar?
– Ha pasado en Perú, donde un fondo consiguió cobrar la deuda. Pero se trataba de un monto mucho más chico, apenas 50 o 60 millones de dólares.
– ¿Y cuál es la segunda causa que hace caer el valor de los bonos y las acciones argentinas más de lo que están cayendo en el resto de la región?
– Ha sido la declaración del FMI diciendo que hay 20.000 millones de dólares no canjeados, que no se presentaron al canje, que representan más del 40% de los acreedores externos del país y que si esta situación no se arregla el acuerdo entre la Argentina y ese organismo va a ser complicado. Además, si a esto le sumamos el conflicto por las tarifas públicas ante el CIADI, podría pasar que no tengamos un nuevo acuerdo con el FMI en el 2005. Al Gobierno parece que esto no le preocupa demasiado, porque no está muy apurado por negociar. Pero esta circunstancia sí va a presionar mucho sobre el superávit fiscal primario, porque el dinero para pagar las deudas va a salir o de las reservas o del superávit.
– Evidentemente la Argentina está en una situación económica totalmente diferente a la que atraviesa Brasil, que anunció que no renovará el acuerdo con el FMI ya que no necesita de la ayuda del organismo para hacer frente a sus obligaciones.
– En el mundo civilizado los acuerdos con el Fondo no existen o son muy poco probables. El mundo civilizado se financia como se va a financiar a partir de ahora Brasil en el mercado voluntario de deuda. Brasil va a salir ahora a captar capitales allí para seguir repagando su deuda. La Argentina no lo puede hacer porque tiene su mercado voluntario totalmente cerrado, a pesar de que ha decidido emitir, ni bien se lleve a cabo el canje, una partida de bonos ajustables por inflación, es decir por CER, dirigida fundamentalmente a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). Esto está en el marco de la nueva política monetaria que está siguiendo el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para tratar de secar un poco la plaza ante tasas de interés negativas que pueden afectar la velocidad de circulación del dinero y generar mayor inflación. La tasa de interés local está alrededor del 2,5 y 3%, con una inflación esperada del 10% para los más optimistas y del 12% para los más pesimistas. Esto obviamente genera una tasa de interés fuertemente negativa, como hace muchos años no la vemos. Por eso el BCRA está tratando de generar acciones e instrumentos para secar la plaza. Y eso está haciendo que la última semana hayamos empezado a ver tasas de interés un poco más elevadas, de entre el 3 y 4%.
– Pero si los bancos comienzan a tomar pesos en depósitos a plazo fijo ajustados por CER más la tasa de interés están obligados a prestar a CER más una tasa mayor. ¿Hay demanda de créditos en CER?
– No, no existe.
– El único que debe estar demandando CER es el mismo Central…
– Sin duda. Y la tesorería. Pensemos que 40% de la deuda nueva que se está emitiendo post canje es con ajuste CER. © www.economiaparatodos.com.ar |