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jueves 3 de noviembre de 2005

¿Cuántos ladrillos compra un palo verde?

La persistencia a lo largo de los años de tasas de interés cercanas a cero ha provocado en todo el mundo la aparición de una “burbuja inmobiliaria”, que elevó los precios de las propiedades a niveles pocas veces vistos.

Una de las consecuencias más evidentes de años de políticas monetarias de tasas de interés cercanas a cero, destinadas a impulsar la inversión y dejar atrás el riesgo de la recesión, ha sido desalentar las inversiones financieras tradicionales, lo que obligó a muchos a una afanosa búsqueda de alternativas de inversión.

Atraídos por la protección y los rendimientos esperados de las propiedades inmuebles, esto derivó en lo que hoy se reconoce es una “burbuja inmobiliaria”, que parece haberse instalado en los principales mercados.

Especialmente en los de los países desarrollados, donde los precios de las propiedades inmuebles han trepado frenéticamente y alcanzan niveles pocas veces vistos.

Muchos se preguntan cuáles son sus opciones de invertir en ladrillos en los distintos mercados del mundo.

Una buena manera de empezar el análisis es preguntarse qué es lo que se puede comprar -en inversiones en viviendas- en los distintos mercados del mundo cuando se tiene un millón de dólares estadounidenses en la mano.

Las respuestas que siguen evidencian la tremenda disparidad de situaciones.

En Londres, el precio del metro cuadrado de un departamento de dos ambientes es de unos 9.600 dólares. En París, en cambio, de unos 6.200 dólares. En Madrid, por su parte, de “sólo” unos 5.500 dólares. Y en Estocolmo, ciudad elegante, pero un poco más apartada “del mundanal ruido”, de unos 4.500 dólares. Para muchos de nosotros, todo esto luce inaccesiblemente caro. Particularmente cuando el peso está artificialmente “desinflado”, para inmenso beneficio de muchos de nuestros industriales, que fueron los “ingenieros” de una gigantesca devaluación que (perjudicando a la gente) los benefició con una monumental transferencia de riqueza a su favor, de lo cual poco se ha escrito hasta ahora.

Pero volvamos a lo nuestro, ¿qué se puede comprar con “un palo verde” en el exterior?

Distintas cosas. En la ciudad de Nueva York, un departamento de unos 90 metros cuadrados, o sea de dos dormitorios, con dos baños, en el lado este de Manhattan. En París, uno similar, pero algo más chico, siempre bien ubicado, lo que es esencial para la liquidez de estas operaciones. Por ejemplo, uno de algo más de 70 metros cuadrados, en plena Isla de San Luis. De tres ambientes, solamente. Sólo eso. En Londres, más o menos lo mismo que en París, también en una buena zona, pero con una oferta algo más escasa. En Madrid o en Moscú, en cambio, un departamento de poco más de cien metros, de cuatro ambientes, no obstante. En Sydney, algo mejor, esto es una casa no demasiado ambiciosa, de cinco o seis ambientes. En la resurgente Dublín, una casa de tres dormitorios, no muy distinto a Sydney.

Con el mismo “palo verde”, distintos tipos de inversión. Así son las cosas, señores. Pero sin “palo verde”, lo que único que uno puede hacer es informarse y, en todo caso, soñar, que es barato. © www.economiaparatodos.com.ar




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