En lo que se debe interpretar como una inconfundible señal de confianza en sus propias fuerzas, la India está considerando la posibilidad de liberar totalmente su mercado cambiario.
Hasta ahora, el acceso a las monedas extranjeras estaba restringido a las operaciones comerciales y de servicios. En más, la moneda local -la rupia- según asegura el propio premier, Manmohan Singh, será totalmente convertible, en cualquier otra moneda.
Esto supone que la floreciente economía podrá dejar sin efecto la maraña de controles cambiarios que, por décadas, ha sido tradicional en la India y reemplazarla, en cambio, por la transparencia.
Con importantes reservas de libre disponibilidad, que ya superan los 140 mil millones de dólares, la India está claramente en condiciones de poder hacerlo desde que ese nivel de reservas supera -confortablemente- su endeudamiento externo.
Esto le permitirá, con seguridad, integrarse mucho más profundamente al resto del mundo. Y a los ciudadanos y empresas indias, invertir y tomar financiamiento en el exterior. Esto es, competir sin restricciones.
No obstante su bonanza, la India, para terminar de poner su casa en orden, tiene todavía algunas materias pendientes. Como la de controlar el tamaño de su déficit fiscal, que está en el orden del 4% del PBI. O sincerar los muchos subsidios que siguen deformando la operación de su economía. Especialmente los existentes en el sector de los alimentos, de la energía y de los fertilizantes.
Hay, asimismo, otro capítulo a enfrentar también, sin demoras: el de la corrupción, que es todavía demasiado relevante en el funcionamiento de una economía que, pese a todo, no termina de abrirse y sigue funcionando con una maraña de reglamentaciones que, como suele suceder, crea toda suerte de oportunidades para quienes se enriquecen ilegalmente, a costa de los otros.
Si todo esto se logra, la India debería poder aumentar significativamente sus flujos de inversiones directas provenientes del exterior, los que todavía son de apenas el diez por ciento de los que recibe, en cambio, su vecina China. Y competir, mano a mano, por el liderazgo económico regional, creando oportunidades de trabajo para una población que muy pronto sobrepasará a la china. Así, la India alcanzará rápidamente la codiciada categoría de “Investment Grade”, en la que hoy sólo tiene a su moneda, precisamente. © www.economiaparatodos.com.ar
Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). |