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viernes 13 de febrero de 2015

¿Austeridad o despilfarro? (Moderación fiscal o moderación del gasto)

¿Austeridad o despilfarro? (Moderación fiscal o moderación del gasto)

La crisis de la deuda griega, cuya magnitud se estima en el 170% de su PBI, está poniendo de manifiesto una falsa alternativa entre lo que se está dando en llamar ‘austeridad’ como si esta fuera un vicio liberal y el ‘despilfarro’ que sería el gasto ilimitado y sin control, convertido en virtud

La RAE en una de sus acepciones nos dice que la “austeridad” tiene que ver con la sobriedad, la sencillez y el ajuste a las normas de la moral. En ese sentido diría que la “austeridad” es una virtud republicana y si se quiere democrática. Asimismo debería ser una bandera del “progresismo”.

Cuando esta virtud está ausente en los gobernantes y también en los gobernados, se opta por el “despilfarro” que no es ni más ni menos que el “gasto desordenado”, lo que nos lleva a hacer creer que el “despilfarro” es un medio para favorecer la “inclusión social”.

Es la versión más grosera del populismo progresista.

El gobierno “k” y sus secuaces hacen mérito sobre la supuesta reducción de deuda durante su gestión pero ocultan el fenomenal endeudamiento del gobierno con el BANCO CENTRAL, ANSES, el nivel de inflación que promedia el 40% anual, y se desconocen los índices reales oficiales sobre pobreza y desocupación, sea porque se ocultan sea porque se falsean.

Pero lo grave es que no se pone en crisis “el gasto” ¿Por qué de que sirve reducir el endeudamiento si se gasta mucho y mal?

Caso parecido es el de GRECIA que mostró una adicción al endeudamiento para mantener un nivel de vida artificial y conceder beneficios “sociales” no financiables en el largo plazo.

Estos dos países – ARGENTINA y GRECIA – están en “default”, ambos países consideran que los planes de “ajuste-austeridad” deben ser desechados y ponen en duda el monto de la deuda externa.

Argentina fue más lejos porque su “default” es explicito ya que el gobierno “k” continua diciendo que no cumplirá con la sentencia condenatoria del

Poder Judicial de los EE.UU., a cuya jurisdicción nos sometimos voluntariamente, esto hace que alrededor de u$s 20 mil millones de deuda no estén contabilizados. Eso que en cualquier empresa sería suficiente para procesar y condenar por administracion fraudulenta a sus gerentes y directores, los funcionarios “k” se identifican con la “patria”, falta agregar de la “patria viveza criolla” de la que habla Facundo Manes.

Lo paradójico de todo esto es que se buscan fundamentos éticos y morales para justificar el incumplimiento de obligaciones previamente asumidas.

Es cierto, como ya lo hemos escrito antes, que hay responsabilidad de los acreedores, en especial de las instituciones bancarias, uno de cuyos negocios es prestar dinero, pero también hay responsabilidad por parte de los tomadores de créditos que usaron los fondos para pagar gastos corrientes no financiables de modo genuino.

Esta situación pone asimismo en evidencia el “default de la política” por su inclinación generalizada al populismo que es lo mismo que el “despilfarro” o consumo del dinero en gastos desarreglados que paradójicamente hacen sumar votos.

En verdad estas llamadas “crisis de la deuda” son “crisis de la política”. Alan Greenspan decía: “Aun así, como hemos visto una y otra vez en los países en vías de desarrollo, un endeudamiento y gasto gubernamental desenfrenado producen hiperinflación y devastación económica”, pero omitió decir también producen votos ya que ni los políticos ni la gente se preguntan “¿Cuánto y de qué modo estas políticas perjudican el crecimiento?

En Argentina de hoy a raíz de la incidencia cada vez mayor que el impuesto a las ganancias tiene sobre los salarios nos lleva a decir que se está gravando el trabajo, cuando en verdad todos los impuestos lo gravan, en ese sentido, el IVA, el impuesto a los ingresos brutos, a bienes personales al combustible etc, etc, gravan al trabajo, cuando en verdad estos impuestos y en especial los indirectos, gravan también al “desocupado”, al “pobre” o al “marginal”.

Nuestras dirigencias tendrían que ir llevando la discusión más que a la presión fiscal, exorbitante hoy día, al gasto no solo a su magnitud sino también a preguntarse “En que se gasta” y ello nos dará las pautas para una nueva política fiscal.

Si no se pone el acento en el gasto me animo a decir que no hay crecimiento económico que alcance y quizá s eso explique un poco la crisis Española en el que si bien gran parte del gasto de sus recursos económicos y financieros se destinó a obras de infraestructura, a muchas de ellas es difícil encontrarles justificación como la cantidad de aeropuertos construidos y hoy cerrados o el exceso de trenes de alta velocidad para distancias relativamente cortas en las que es difícil encontrar el beneficio económico en recorrer 500 Km en dos horas en vez de cuatro, como se puede hacer con los servicios convencionales. Amén de la corrupción que probablemente explique la construcción de parte de esas obras.

Volviendo al tema de la mal llamada “crisis de la deuda” la cuestión no pasa por encontrar formas que posibiliten “el concurso” de los países en los casos de cesación de pagos, ya que “…cuando mayor es la red de seguridad, reza la teoría, mayor es la temeridad con que la gente, las empresas o los gobiernos tienen a comportarse”, a endeudarse y gastar, gastar mal, agregaría.

Precisamente son las conductas o políticas “Austeras” las que nos permitirán crecer y esencialmente que el crecimiento redunde en mayor bienestar social para la gente ya que sin “austeridad”, reitero, no hay crecimiento que alcance.

Es lo que Facundo Manes llamó “miopía del futuro” o la Argentina de la viveza criolla que describió en LA NACION de este modo: “La Argentina de la viveza criolla se vuelve dramáticamente representada desde hace décadas en el diputrucho, en el despilfarro, en la evasión de impuestos, en el uso clientelar del Estado, en la vista gorda a la corrupción cuando hay un veranito económico, en el hambre en un país que genera alimentos para varias Argentinas, en el desmedro de la excelencia, del esfuerzo, del conocimiento”.