Autores Roberto Cachanosky
Por qué no hay derrame
La razón por la cual los ingresos de la población bajan en vez de subir -como supuestamente iban a hacerlo gracias al modelo productivo inaugurado en enero de 2002- es que, justamente, para sostener alto el tipo de cambio este modelo exige una creciente transferencia de ingresos de los sectores más pobres a unos pocos ganadores a través del impuesto inflacionario. Ver Más
Miedo
Una parte creciente de la sociedad que se interesa por el futuro del país y por los temas políticos comienza a manifestar que siente temor de expresarse o actuar libremente. Bajo un régimen de gobierno democrático estos miedos no deberían existir. Sin embargo, en la actualidad hay múltiples razones que explican su surgimiento. Ver Más
Inversiones, ¿de qué clase?
Es preciso establecer claramente qué tipo de inversiones se desean para el país. La distinción no es un tema menor e implica optar entre inversiones competitivas, en las que el empresario tratará de ganarse el favor del consumidor, e inversiones prebendarias que sólo buscan rentas extraordinarias y alientan la corrupción. Ver Más
Son las instituciones, estúpido
El problema de crecimiento de largo plazo de la Argentina es, esencialmente, institucional y no económico. Es que la decadencia argentina es producto, en última instancia, de la debilidad y mala calidad de nuestras instituciones. Ver Más
Modelo productivo: Kirchner copia al militarismo nacionalista
En las últimas décadas, los sistemas productivos han sufrido cambios estructurales en todo el mundo. Por eso, seguir sosteniendo que sólo la industria puede ser una fuente genuina de puestos de trabajo y menospreciar a otros sectores, como el de los servicios, significa condenar al país a bajos niveles de productividad y reducidos niveles de ingresos. Ver Más
Un psicólogo por acá
Los desmanes, griteríos, acusaciones cruzadas –muchas veces sin fundamento– y las constantes marchas atrás con que convivimos diariamente los argentinos ponen seriamente en duda la posibilidad de que la Argentina se encamine por la senda del crecimiento, porque nadie que esté en su sano juicio puede invertir en un país con tanto alboroto y contradicciones. Ver Más
Antes de que sea tarde
Es preciso que los gobernantes se sujeten a la ley y tengan límites estrictos en el uso del poder que los ciudadanos les confieren a través del voto. De lo contrario, la democracia se convierte en dictadura y la ciudadanía pierde toda libertad. Ver Más
¿Quién vio un dólar?
El Gobierno quiere convencer a los argentinos de que el precio del dólar no nos afecta porque vivimos y consumimos en el país. No sólo es mentira que todas nuestras necesidades se puedan satisfacer con productos y servicios producidos exclusivamente en la Argentina, sino que esta falacia esconde hábilmente los costos de mantener un tipo de cambio artificialmente alto. Ver Más
Ladrones errantes y ladrones estables
Votar bajo el criterio de elegir el mal menor es equivalente a preferir a un ladrón que roba menos antes que a otro que saquea absolutamente todo: en ambos casos se está resignando la posibilidad de aspirar a una situación óptima que realmente permita a la sociedad recibir lo que se merece. Ver Más
La nueva vieja política
A pesar de que el presidente Kirchner afirma repetidamente que ha inaugurado una nueva forma de hacer política en la Argentina, despojada de los vicios y deformaciones que nos llevaron a la ruina como país, una mirada más atenta revela que las cosas no han cambiado tanto como quisiéramos. Ver Más