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jueves 20 de marzo de 2008

Como en la Edad Media

El reciente aumento de las retenciones al agro es una muestra del sistema medieval en el que vive la Argentina: el grueso de la población trabaja como esclavos para que quienes se sientan en las sillas del Estado disfruten de un buen pasar y aumenten los fondos de sus cuentas bancarias.

El Gobierno anunció la semana pasada un impuestazo agrario tremendo elevando 9 puntos las retenciones a la soja, al girasol y estableciendo un sistema móvil de retenciones para el petróleo y otros granos, según el cual, literalmente, el productor nunca sabrá para qué y para quién trabaja.

Más allá de la cuestiones legales involucradas -y respecto de las cuales habrá que ver que posición adopta la gente del campo- pues un impacto impositivo de más del 44% sobre cualquier actividad ha sido considerado consistentemente por la Corte como confiscatorio, la cuestión sirve para seguir pensando el sistema de vida en el que estamos. El gobierno dice "no…esto no es un impuesto, es una retención". Claro le cambio el nombre al perro y sigo esparciendo la rabia…Lindo argumento!! ¿Qué importa la marca del filo con el que te corto al cabeza? Lo que ha sido considerado ilegal por la Corte es cortar las cabezas, no importa si eso se hace con una hoz (los impuestos) o con una guadaña (las retenciones).

Pero lo cierto es que este episodio muestra en chiquito -más allá de lo importante que es el sector agropecuario en el país- la forma medieval en la que estamos viviendo. Es decir, un conjunto de esclavos (que no andan en cuero por la calle como antes pero que son iguales a ellos en todo lo demás) trabajan para que, no el Estado sin el conjunto de personas que se sientan en las sillas del Estado (que no es lo mismo), llenen sus bolsillos. Entre las retenciones anteriores y el "suplemento" que acaban de establecer, digamos, "el Estado" se quedará con casi 10.000 millones de dólares de los productores.

Sin explicaciones, sin argumentos (dicen que es para desalentar el cultivo de soja… por favor no me hagan reír…!!!) de la noche a la mañana, el Señor Feudal del momento manda a su recaudador a sacarle 2300 millones de dólares de los bolsillos de la gente como si estuviéramos en la Edad Media.

El principio según el cual los recursos de la sociedad no pueden ser absorbidos por la autoridad sin que la representación popular directa de su consentimiento se remonta al 1200 en que fue firmada la Carta Magna. La Constitución recepta esos fundamentos cuando no solo establece la creación impositiva en sede del Congreso sino que obliga a que dentro de él sea la Cámara de Diputados la que origine el proyecto. Obviamente el Señor Feudal que gobierna a este conjunto de vasallos en el que nos hemos convertido los argentinos contemporáneos, no solo no tiene conocimiento de estos extremos sino que le importa un bledo respetarlos.

Me gustaría saber si la gente del campo ha llegado a ese límite inmaterial en donde el miedo ya no hace mella y se esté decidida a enfrentar esta suerte de "represión" como se debe. El gobierno ha hecho de la escuela del rencor hacia el pasado casi un arma de su poder. Muchas de esas armas apuntan al pasado dictatorial funesto de la Argentina. Acciones como la de hoy no distan en su filosofía de aquella represión: se trata de una persecución sistemática a un sector al que ha decidido expoliar.

Días pasados ya hemos tenido muestras de que ese límite está por alcanzarse. Según trascendió, en ocasión de una reunión entre el capanga Moreno y un dirigente ruralista en la oficina de aquel, el hombre de La Pampa, ante los exabruptos del comisario, le espetó en la cara, “Escuchame, Moreno, ¿vos crees que yo los huevos los dejé en La Pampa?

Da lástima que un conjunto de impresentables haya llevado a la Argentina a la necesidad de manejarse según los mecanismos y la terminología del bajo mundo. Pero lo cierto es que el país se encuentra a las puertas de enfrentamientos de este estilo.

Pensar a estas alturas que semejantes desacuerdos puedan dirimirse según las civilizadas formas del orden jurídico y del Derecho sería una ilusión.

Las formas de la agresión y el mal trato han sido contagiadas a cada rincón de la Argentina y el atropello es el único idioma que se entiende. A un atropello se contesta con otro en una escalada interminable. El estado de furia de la sociedad contra el mundo (inexplicado e inexplicable) ha instalado en el poder a un conjunto de desaforados que no reconocen los límites de las formas democráticas.

Por supuesto que estas personas cargarán por siempre con la responsabilidad de haber profundizado los rencores y las broncas de la sociedad en lugar de -como era su deber- apaciguarlas y, eventualmente, eliminarlas. Pero la culpa de fondo por este alejamiento asombroso de la modernidad y por el pavoroso acercamiento a la antigüedad, es la propia sociedad argentina.

Una combinación funesta de rabia con una angurria irracional ha instalado en el poder a personajes que son, desde el punto de vista representativo, un corte al medio del promedio social argentino actual.

De hecho muchos de los hombres del campo que hoy alzan su grito al cielo apoyaron el “modelo K” y le dieron sus votos en octubre. Nunca habían ganado tanto dinero y creyeron que el pacto con el diablo seguía los cánones de los acuerdos entre caballeros. Su codicia les impidió ver a quién tenían del otro lado. Otros, que intuían el peligro, callaron por temor.

Por el otro lado un conjunto numeroso de la sociedad creyó ver en los Señores Feudales actuales a los vengadores de una Argentina postergada por los poderosos del mundo. Su furia contra ellos (sin averiguar que hicimos nosotros para producir la postergación) los cegó y dieron su acuerdo a que un conjunto de gritones se instalara en el poder para decir que nosotros éramos perfectos y que el Universo estaba equivocado.

Esta asociación ilícita entre la ambición desmedida de unos y el rencor ciego de otros produjo como resultado el llamado “modelo K”. ¿Será la sociedad capaz de redimirse a sí misma e iniciar un proceso de purificación propio que como resultado añadido instale en el gobierno a personas más acordes con los tiempos que vive el mundo? © www.economiaparatodos.com.ar

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