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jueves 10 de agosto de 2006

Dos buenas noticias

El Ministerio de Educación parece dispuesto a involucrar a las familias en la responsabilidad educativa. Sería bueno que también procurara involucrar a los restantes agentes educativos, como –por ejemplo– los medios de comunicación.

En los diarios La Nación, Clarín y Página/12 del domingo pasado pudimos encontrar una separata elaborada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, titulada “Familias con la Escuela. Juntos para mejorar la Educación”.

La primera buena noticia es que en este intento de elaborar una nueva Ley de Educación que el Poder Ejecutivo Nacional está llevando adelante, acciones como la mencionada significan una señal muy importante: emitir el claro mensaje de que cualquier reforma educativa es ineficiente si sólo se limita al ámbito de la escuela. Que el Ministerio de Educación envíe una serie de consejos para que las familias puedan ayudar a sus hijos a formar determinados hábitos, tanto volitivos como intelectuales, me parece una muestra importante de que hay que actuar sobre todos los agentes educativos y no sólo sobre la escuela. Quienes sigan habitualmente mis columnas sabrán que ésta es una de las ideas que con mayor insistencia intento transmitir.

La segunda buena noticia es el material concreto que se ha repartido a través de esta separata. Realmente apunta a cuestiones fundamentales, está tratado con la brevedad suficiente para que pueda ser fácilmente leído, pero la síntesis alcanzada no le hace perder profundidad. Los temas planteados tienen bastante que ver con las realidades de los alumnos de las distintas edades (me refiero a que no son planteos teóricos). Y nos acerca varias cuestiones para que reflexionemos con los hijos de distintas edades y nos da maneras concretas de ayudarlos durante su escolaridad. Nos muestra que “acompañar” no significa reemplazar a los docentes, ya que las funciones de estos y la de los padres son complementarias, pero no las mismas. Lamento que no figuren en la separata los nombres de los miembros de los equipos técnicos que produjeron este material. Y desde luego que recomiendo vivamente su lectura, al menos de lo correspondiente a las edades de los hijos.

Quizá sería conveniente que el Ministerio de Educación de la Nación tratara de influir –del mismo modo que creo que exitosamente lo hará con las familias– con los otros agentes educativos. En este sentido, podría hacer historia si preparara una separata y la hiciera llegar a los medios de comunicación masiva, para que estos también reflexionaran acerca de su responsabilidad a la hora de formar las generaciones venideras. En estos tiempos en que una de las cosas que está en las agendas de las empresas es la famosa “Responsabilidad Social Empresaria”, no parece que los medios de comunicación deban quedar excluidos de esta responsabilidad para que la nueva Ley de Educación alcance los resultados más altos posibles. Es altamente probable que si el Ministerio de Educación logra comprometer en este proceso también a los medios de comunicación, además de a las familias, se logren resultados mucho más positivos que si sólo se quiere re-formular la escuela.

Así como la familia puede ayudar a obtener mejores resultados académicos, y el Ministerio de Educación se ha propuesto que esto suceda, pidamos asimismo que utilice las mismas políticas con los medios de comunicación. De esta forma lograremos realmente que cualquier reforma educativa sea eficaz. © www.economiaparatodos.com.ar



Federico Johansen es Licenciado en Ciencias de la Educación (UBA).




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